CRISIS Y BANCARROTA DE LA REPRESENTATIVA, QUE NI POR ASOMO ENCARNA LA DEMOCRACIA

El bastardo leproso moral Leonel Antonio Reyna acusa y advierte a las letrinas periodísticas venales y mendaces, parte activa de la corrupción y la impunidad, por sus tergiversaciones, mientras él mismo como agente pagado del imperialismo es sustentador de la farsa de la representativa

25-11-2019

 

No este lunes, sino el lunes 8, de este mismo mes de noviembre, que el leproso moral, y heredero del pontífice de los leprosos  morales de este país, que es el capo di tutti cappi, es decir el bastardo derechista Leonel Antonio Reyna, apareciera en todos los órganos letrinas de la prensa venal escrita, radial y de televisión, que es algo así como un paquete de excremento humano único, diciendo: “No nos cambien el lenguaje, no nos cambien la semántica; se habló de unanimidad, si no hay unanimidad no hay voto automatizado”; que es, como se dice, un tres en uno; una vez que es su confesión, de un espía pagado de la CIA, como es Leonel Antonio Reyna, conocedor de la relación prensa amarilla, sus recursos y medios de manipulación a su antojo, de lo que los otros hacen, dicen o piensan; y es, a la vez, una denuncia de la prostitución y alcahuetería de la prensa amarilla venal y mendaz, como por igual es una advertencia, de parte de un muy experimentado leproso moral, de los métodos practicados, habitual y sistemáticamente, por parte de esta tenebrosa instancia, parte activa de la corrupción y la impunidad, que es la prensa amarilla en conjunto; como, a la vez, protagonista estelar, junto con sus legiones de plumíferos, cagatintas y mercenarios venalizados, en pujas abiertas de venderse, prestos a cualquier vileza por unos cuantos pesos y unos que otros privilegios vulgares; pero, sobre todo, por los del plagio, estafa y falsificación con la llamada representativa, que, como se hace palpable a cada paso de la vida real, nada tiene que ver con la democracia.

Crimen este de estafa, falsificación y plagio grosero y soez, una vez que, mientras la democracia tiene como su rasgo fundamental que las masas populares, el pueblo, es el factor en que radica la soberanía; lo que, de suyo, es tácito o sobrentendido, que no se supedita, ni circunstancial ni mucho menos con carácter permanente o de largo alcance y duración, a ningún otro factor;  por lo que, a fin de cuentas y en la más profunda instancia, no es compatible la democracia con la Doctrina Monroe; que no sólo anula, no ya que menoscaba, la condición de fuente de la soberanía popular y de la autodeterminación, sino que le conculca el papel estelar a las masas populares, que es en lo que, por su parte, descansa y se sustenta la suplantación, la estafa y la falsificación que es la representativa.

Por cierto, en un cónclave de expertos sobre la democracia, recientemente, en Colombia, al que concurren esos elementos acicalados y burócratas de la representativa y la mafia de los jesuitas, se ha abierto paso la justa teoría de que lo que está en crisis, y en vísperas de su colapso estrepitoso, es la representativa, la que, comprobadamente, no encarna la democracia.

El hecho de que esto ocurra en un escenario tan suspicaz como el colombiano, en donde el régimen para-narco-terrorista de los carteles de Uribe, y de Iván Duque, su pelele, se jacta de decir que la suya es la decana de la democracia, refiriéndose con esto a su ardid de la suplantación y a seguir con el fraude de pasar de contrabando a la representativa, como si tuviese que ver algo con la democracia que no sea su falsificación.

Como es bien conocido, la suplantación de un original por una copia falsificada o hasta en algo de remoto parecido, pero sin la más mínima afinidad, es uno de los recursos habituales del leproso moral Juan Bosch.

Después de haber afirmado en febrero y marzo del 1966 que el trujillismo era cosa del pasado, dejado atrás del 1961 al 1962, aparece afirmando que Trujillo representa a la burguesía nacionalista, llegando a alcanzar su representación máxima.

Ya, en el 1964, tras el fracaso de su desventurado ensayo de la representativa, que resultó infuncional y desmoralizante como desmovilizador de las masas populares, cayendo apenas a 7 meses de haberse instalado, en su panfletón, arquetipo de la orfandad de lógica interna y con razonamientos peregrinos, que produce bajo la protección del imperialismo, por medio de su otro leproso moral Luis Muñoz Marín, cabecilla de la entrega al imperialismo con lo de su traidora teoría del Estado Libre Asociado, versión de la colonizadora teoría, puertoriqueñizada, de los fueros y libertades de Cataluña, perpetra la estafa y fraude de falsificación, colocando el fracaso de su representativa en el sitial del fracaso y crisis de la democracia; y de ahí el pretencioso título del panfletón de marras "Crisis de la democracia en Santo Domingo" publicado en el 1964.

El símil, o el recurso del uso de la similitud, para querer explicar una cosa o situación, cuando se aplica abusivamente, es porque no hay capacidad para dar una explicación al fondo que aborda las raíces y las causas más profundas que generan la situación o el fenómeno. Dicho método es anti-científico, y se inscribe y encuadra en el fenomenalismo y la fenomenología, que es un producto de desecho del positivismo decadente y en bancarrota. Casi siempre se recurre al uso del símil o la similitud por ineptitud, ignorancia e incapacidad de conocer las cosas y las  situaciones en su esencia más profunda, a través de las contradicciones internas que generan los fenómenos y las  situaciones fenomenológicas; como es muy común encontrar esa situación en los agnósticos y agnosticistas, que sustentan que se pueden conocer los fenómenos protagonizados, o a los que concurren las cosas, pero que es del todo, o parcialmente imposible, que la inteligencia humana llegue a conocer la esencia y la naturaleza de las cosas en sí.

El leproso moral, y felón por excelencia, Juan Bosch, no habiendo estudiado a fondo el concepto de nación y sus elementos componentes esenciales, en una de sus imposturas  de fatuidad, o de caer en el ridículo por presumido, vomitó su profundo odio y desprecio hacia la República Dominicana y los dominicanos, afirmando que no podía haber Nación sin soberanía, y que, dada la situación de hecho de intervención del imperialismo, o de endeudamiento externo, los dominicanos debíamos admitir y reconocer que no éramos una Nación; lo que es un  olímpicos dislate de petulancia, de presumido y de fatuidad, del felón y leproso moral.

Pero éste no se para ahí, sino que, del hecho, de trascendencia revolucionaria, de que Mao Tse Tung elaborara su estudio del Poder de la Dictadura Democrático Popular, dirigida por la clase obrera y su Partido Comunista, como textualmente lo estableció en su gobierno de transición del 1949, como desarrollo y culminación del célebre estudio del presidente Mao Tse Tung "Sobre la Nueva Democracia", cuya conclusión más significativa, y de mayor relevancia y realce histórico, es que, en la época del imperialismo y de las revoluciones proletarias, la burguesía liberal, social-reformista, no está en posibilidad ni en condiciones de crear un gobierno de reformas económicas, políticas y sociales sin tener que enfrentarse directamente al imperialismo, al capital financiero internacional y a sus monopolios que, por su colonialismo imperialista, obstaculizan todos los procesos que puedan limitar o que limiten sus ambiciones y programas de injerencia, intervención y saqueo como de expoliación; todo lo cual crea una situación que pone en el colapso a la burguesía, y le hace repetir su tragicomedia de un viejo desdentado y cobarde, que protesta ante los de arriba, pero tiembla, se caga y se mea de pánico ante las masas. Ante esta situación, como es su vieja costumbre, el leproso moral apela a la estafa, a la falsificación y al fraude, usando de los subterfugios más diversos, tales como la tergiversación del lenguaje y sus palabras; recurriendo a los trucos de los embrollos lingüísticos y de semántica. Por ejemplo, ante la tesis imbatible del Poder obligado de la Dictadura Democrático Popular de Mao, el felón y leproso moral Juan Bosch formula la teoría mussolinista, hitleriana, bonapartista, de relego al papel insustituible de las masas, con el ardid de su “dictadura con respaldo popular”, la cual, el papel que le asigna al pueblo y a sus masas es el de respaldar el gobierno burgués opresor y explotador.

Como uno de los pilares claves, que obligan a la Nueva Democracia y a la Dictadura Democrático Popular, es la existencia y beligerancia del imperialismo, su capital financiero y sus monopolios internacionales, el leproso moral recurre a la treta de embaucador, estafador de: "El pentagonismo sustituto del imperialismo”; o sea, que el imperialismo no sería, de ahí en adelante, el obstáculo fundamental, puesto que el genial leproso moral, el felón Juan Bosch, lo ha desaparecido, y, en su lugar, coloca algo tan circunstancial y pasajero como el pentagonismo.

Este uso tergiversado, y en base a las instancias negativas, es de lo que el también leproso moral, por agente político pagado de la CIA y a sueldo de los gobiernos yanquis, Leonel Antonio Reyna, se quiere curar en salud; y él mismo se hace un resguardo y afirma; "No nos cambien el lenguaje, no nos cambien la semántica; se habló de unanimidad, si no hay unanimidad no hay voto automatizado”.

 

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