Es cada vez más escandaloso el papel infame y canalla de los periódicos y la prensa amarilla
 

Es de gran importancia el comunicado conjunto de cuatro instituciones, condenando el mercenarismo en busca de lucro que despliega con todo descaro y desvergüenza la prensa comercial amarilla y venal, bajo el disfraz de ser los depositarios de los grandes valores y las más excelsas virtudes, cuando en verdad es todo lo contrario.

El comunicado conjunto de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, el Colegio Médico Dominicano (CMD), la UASD y la Asamblea Nacional de Ambientalistas, acusando a la prensa comercial de amarillismo y de mercenarismo, como de ser exponente (aunque no acaban de llamar al pan, pan y al vino, vino) y cuyo único objetivo que la mueve y por el que actúa es por el ignominioso afán de lucro, de ganancias monetarias y el crecimiento o aumento de sus capitales, a los que responde y a los que se debe, por lo que no es ni puede ser libre, como tampoco puede ni tiene el más mínimo interés en llevar informaciones veraces a la ciudadanía, a cuyas masas suministran sistemáticamente un brebaje tóxico para su envilecimiento, para que se hagan sumisas, obsequiosas, pusilánimes; en una palabra, busca reducir a la ciudadanía, que es la población, a ser un atajo de imbéciles e ignorantes, de ciervos de la gleba, por lo cual, nada más justo, exacto y a tono con la verdad de fondo que esgrime el comunicado de marras de que los medios y periódicos son mercaderes o falsos medios de prensa que desinforman en vez de informar a la ciudadanía.

El comunicado fue dirigido a los periódicos de la cadena Pepín Corripio “Hoy”, “El Nacional”, “El Día”, al “Diario Libertino”, al “Listín Diario”, a “El Caribe” y a “La Información”, los que, con la más majestuosa hipocresía redomada de que son dueños, reaccionaron ofendidos.

Es importante el hecho de que esas 4 instituciones se hayan unido alrededor de la iniciativa de denunciar la ignominia que desde siempre ha venido llevando a cabo la prensa comercial propiedad de los grupos oligárquicos y corporativos, bajo el control de la Iglesia Católica-Vaticano y el Opus Dei, arrastrando a su nauseabundo pantano o estercolero de las peores prácticas inmundas a todos aquellos que concurren a sus páginas bajo la gran mentira de que allí, en sus páginas, podrían encontrar alguna novedosa información, que por lo menos les permitiera un acercamiento con los pormenores de las supuestas informaciones verdaderas a que tienen acceso. Es un drama catastrófico, por espeluznante y de podredumbre inmoral inconmensurable, lo que exhiben esos medios de prensa, comerciales principalmente, los cuales sólo buscan la forma más accesible de poder ahondar la enajenación y alienación que a la población le causa el mismo sistema explotador y opresor imperio-capitalista en general, y al que pertenecen en propiedad privada los medios de prensa, que comparten con la Iglesia Católica-Vaticano y sus corporaciones.

El nocivo papel de la prensa amarilla y comercial es el de buscar las formas de acentuar las miserias humanas que el sistema de explotación causa en las masas. Busca corromper a la población, volviéndola reaccionaria y entrotándola para que no sienta la crudeza de la explotación ni de la conculcación de sus derechos, incentivando las depravaciones, mezquindades, bajas pasiones e instintos bastardos.
Nuestro Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO) saluda que otras instituciones, en la medida de lo posible y en tanto las ruedas de la historia avanzan inexorablemente, se sumen y vayan tomando conciencia de que nada más perverso que el veneno que estilan los cagatintas y mercenarios plumíferos de a tanto por línea.

En el caso específico de la República Dominicana, la cuestión del pernicioso carácter que ha asumido todo el tiempo la prensa comercial se agrava y vuelve más atroz, por cuanto, a toda la propaganda perniciosa de corrupción, como de perversión espiritual de las masas, se le suma que dicha prensa se esmera en mantener a la población completamente aplastada por las supersticiones y el oscurantismo religioso cristiano y demás, que son todas variedades diversificadas del estupefaciente, opio de la humanidad, como le llamó Carlos Marx con toda justeza, y al cristianismo en particular. Pues tal vez son muy raros los países y naciones en los que la Iglesia Católica-Vaticano tiene el poder descomunal que aquí posee, controlando el Estado, sus órganos, sus manifestaciones y obligándolo a tomar los recursos que capta y que deberían servir para cumplir las obligaciones que todo Estado tiene con la población, para usarlos en provecho propio, de la Iglesia Católica-Vaticano. Y que ha convertido el Estado dominicano, de civil, como lo estipula la Constitución, en teocrático, lo que de hecho es una grosera intervención y suplantación, que hace que el Estado dominicano carezca de soberanía e independencia, como por igual no pueda darle a la población lo que debería estar obligado el Estado a darle a la población.

Parece que nuestra posición respecto a la intrínseca naturaleza de la prensa capitalista es tan acertada y justa, que ya más amplios sectores se dan cuenta del carácter perverso, corruptor y mentiroso como explotador de la prensa.
Se explica por sí mismo por qué la prensa venal se ha escandalizado.
No hay duda de que nuestro ejemplo, a cada paso, conquista los corazones y la inteligencia como los deseos de la verdad por parte de la población. Esto demuestra la total y absoluta validez de nuestra labor.

 

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