Esta entrega se la dedicamos al brillante senador Milton Ray Guevara por su gran apego a la verdad histórica

El senador Milton Ray Guevara, profesor de la UCAMAIMA y por esa vía vinculado a los intereses del imperio-colonial, oscurantista feudal mercenario Vaticano que creara Benito Mussolini con el Pacto de Letrán (1929), dando muestra de cómo no logran acertar en sus intentos por interpretar la realidad, o bien, cómo persisten algunos en querer prolongar el engaño en torno a la seudo intelectualidad de caudillos nefastos, como es el caso para esta ocasión del traidor oportunista y agente del imperialismo Juan Bosch, de una moralidad de latón y no más que profesor de escuela rural, ha dicho que el Pálido que desgobierna este país, que convierte el país en una carnicería de jóvenes de los barrios marginados, que usa las fuerzas coercitivas policíaco-militares para castrar la autonomía municipal asaltando la Liga Municipal Dominicana, que pisotea la Constitución, poniendo a un vulgar Jefe policial proveniente de las bandas paramilitares reformistas de Balaguer y de su hermana Emma, cómplice por coprotagonismo de la Banda Anticomunista y compinche del teniente Alvarez, hijo de Braulio Alvarez Sánchez, autor junto a Macorís (Ramón Pérez Martínez) del asesinato de los cinco adolescentes del Club Héctor J. Díaz (1971), a humillar al Poder Legislativo y en particular a la Cámara de Senadores, representada por su Presidente en pleno cumplimiento de los mandatos que le otorga la Constitución, etc., etc., (Milton Ray Guevara ha dicho) que ese partido no es ni puede ser el de Bosch.

Y para que se vea, si no la ignorancia, puesto que Milton Ray Guevara es un abogado que la sabiduría y la inteligencia han escogido para depositar y guardar en él sus más preciados tesoros, por lo menos la ligereza de sus palabras, por gustar hablar sin investigar, según parece y se deduce por la forma bajo risas y sonrisas con que le place hacerlo, hemos querido dedicarle cuando menos la publicación de esta entrega de este viejo estudio elaborado con un descomunal como agotador esfuerzo de nuestra parte, ya que dado nuestro bajo nivel intelectual, pues no pertenecemos tampoco a la nómina de los asalariados de Alejandro Grullón ni a sus pantallas, hay que imaginarse pues el grandísimo trabajo que le cuesta a uno de las hordas de los que no se lavan, ensuciar unas poquísimas cuartillas como éstas.

Evidenciando (y debemos confesarlo así) la elevación del pensamiento de Milton Ray Guevara y deseando llegar a alcanzar algún día la profundidad y brillantez de sus ideas excelsas, quisiéramos que tan distinguidísimo doctor y senador de la República nos esclareciera si es que lo que le atribuimos, con citas y mención del lugar de referencia, al traidor Bosch, tampoco es de su pertenencia, sino que se lo atribuyeron los interesados en dañarlo, entre los que nos contamos, orgullosamente, nosotros.