Cuidado con el viaje del Papa agente de la CIA a Israel y sus vaticinios tenebrosos acerca del invento hechicero de Fátima

Si se repasa la historia de las fábulas cristianas, se encontrará que todos sus crímenes se perpetran previos pasos de acondicionamiento del terreno de la opinión más atrasada de la humanidad.

So pretexto de rescatar el llamado Santo Sepulcro, que, en el mejor de los casos, sería el pozo de la infamia o de Arimatea, se decretaron las acciones de pillaje, crímenes y depredaciones llamadas Las Cruzadas. En realidad, para aquella fecha ya ni rastro había de aquella fosa común puesto que el emperador Juliano el Apóstata, sucesor de Constantino I, dispuso en el mismo 361 que, para acabar con el engaño y la estafa de que los cristianos hacían objeto con fines de su particular enriquecimiento a sus ingenuos seguidores, todos los huesos de aquella fosa común donde eran arrojados los que habían sido condenados a la cruz, fueran sacados de allí, colocados junto a madera podrida y hojas secas, así como junto a los restos de animales muertos, quemados y esparcidos en el desierto.

Ahora el pretexto del viejo hechicero que arrastra toda la liturgia y ritos de la antigüedad pagana, camuflageada bajo el epígrafe de cristianismo, para visitar Israel, y que sus seguidores denominan Papa, Vicario de cristo y dios de reyes y faraones, era llegar al supuesto lugar de la revelación que en realidad nunca existió, a menos que fuera una alucinación a consecuencia de que María Magdalena, la real y auténtica madre de Jesús de Galilea, prostituta, según demuestra con singular originalidad el autor francés Robert Ambelain, se hubiese dado una infusión sagrada hecha basándose en hongos alucinógenos a los que estaban habituados como un privilegio sagrado los herederos de la casa de David, y según el ritual de las viejas creencias religiosas en aras de facilitar la comunicación directa con dios.

Pero el que cree y tiene fe no razona, así como la verdad te hace libre, la fe te hace creyente y ciego.

Si así no fuera, cada cristiano que se suma a la apropiación del libro sagrado de los judíos, bajo el nombre de La Biblia, meditaría lo que preconiza El Deuteronomio, capítulo 21 versículos 22 y 23: "Cuando un hombre cometiere delito de muerte, y sentenciado a morir fuere colgado en un patíbulo; no permanecerá colgado su cadáver en el madero; sino que dentro del mismo día será sepultado: porque es maldito de Dios el que está colgado del madero; y tú por ningún acontecimiento has de manchar tu tierra, cuya posesión el Señor tu Dios te hubiere dado"; razón por la cual ningún judío, mucho menos los zelotes, transgredirían tan alegremente las leyes judaicas, y de allí que Jesús el Galileo fuera a parar, luego de crucificado y colgado de un madero, con sus restos mortales a la fosa común de Arimatea.

No debe extrañar que junto al viaje de marras se desatara una matanza religiosa en Africa entre musulmanes y cristianos (católicos).

Así como que se exhumara la vagabundería supersticiosa ésa de la llamada Fátima con sus misterios de hechicería y sus milagros de brujerías.

No cabe duda que mueve a sospecha la cuestión ésa de que el supuesto misterio de la empresa comercial y hechicera de Fátima, creación de la transnacional católica, se refiera al vaticinio de un atentado contra el Papa por un supuesto agente de un Estado totalitario y ateo, que el Papa se salvaría de chepa o en uña de gato, y que cumpliría su labor contrarrevolucionaria, llamada evangelización, a favor de los opresores y explotadores.

¡Qué casualidad!, todo esto se exhuma cuando sus discípulos carniceros tipo Pinochet y los gorilas de Onganía y comparsa en Argentina, que sus cardenales y obispos ampararan, apoyaran y aplaudieran en sus crímenes masivos, son reclamados por la Justicia internacional para que paguen cuando menos una parte de los genocidios, que son matanzas y escabechinas tan propias y consustanciales con el cristianismo.