“Servicio Militar Voluntario”: otra medida para preparar el fascismo

 

El flamante secretario de las FF.AA., Soto Jiménez, nieto de un poetastro alabardero del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, llamado Miguel Angel Jiménez, junto al Presidente del Poder Ejecutivo de los banqueros criollos y de los monopolios extranjeros, han cocinado una criatura mostrenca o mamotreto que han dado en llamar “Servicio Militar Voluntario”, y todo con el exclusivo fin de ir preparando el terreno para la instauración del fascismo en la República Dominicana.

De inmediato, en forma genuflexa, la archi reaccionaria María Elena Nuñez, empleada de Alejandro Grullón, como una de las mitológicas arpías, vuelve a sus andadas y empieza a promover y a ensalzar en forma molestosamente obsequiosa y con exagerado lambonismo, a todo lo que representa poder y posibilidad de dinero.

En verdad, debemos llamar la atención de que la ideúcha esa del Servicio Militar Voluntario, hecha decreto por Rafael Hipólito Mejía, el ahijado del dictador, al momento en que se empeña, junto con la gusanera de Miami, en llamar a aplaudir a los nietos e hijos bastardos del dictador, puesto que éstos son muchos y el que uno menos se piensa, ese es uno de ellos, tiene un matiz acentuadamente fascistoide.

El fascismo se ha puesto de moda con George Bush, y todos sus lacayos ahora buscan imitarlo.

El menú del Servicio Militar Voluntario se está ofertando en el país con los mismos aditamentos del fascismo internacional: patriotería barata (para servir a la patria, dicen Rafael Hipólito Mejía y José Miguel Soto Jiménez), entiéndase su patria, que es la de los banqueros, monopolios y explotadores.

Para la formación ética de la juventud, dicen por otro lado (nosotros insistimos, éste es otro slogan del fascismo, pero que no se olvide, que auyama no pare calabazas).

Que ese Servicio Militar Voluntario es para disciplinar a los jóvenes, gustan agregar nuestros promotores del fascismo (y nosotros les subrayamos, un domesticamiento no equivale a la disciplina de la inteligencia ni al desarrollo de las cualidades del raciocinio y el trabajo).

Y finalmente dicen que el Servicio Militar Voluntario busca convertir a quienes lo hagan en reservas de las FF.AA.

Así como estarán destinados a servir al Estado Dominicano cuando lo requieran las circunstancias, agregan y repiten aquí y allá. No cabe duda, he ahí el culto al Estado tan propio al fascismo, insistimos nosotros.

Lo de la formación ética es también parte de la plataforma hecha con retazos añadidos entre sí, tan propio al fascismo con su llamado culto al “honor” y al “deber”.

Esas reservas serán en el futuro venidero la carne de cañón que emplearán los grandes monopolios extranjeros y los grandes explotadores en el país, para la lucha entre sí y por subyugar países y pueblos.

El ciudadano tiene que pensar y reflexionar en todos esos aspavientos de Rafael Hipólito Mejía confesando que no es dominicano, sino norteamericano y vociferando de “meter preso” a éste y a aquél, apoyando y promoviendo las ejecuciones policiales por encima de Constitución y las leyes, que es el aspecto precisamente antijurídico del fascismo, promoviendo la reelección y ahora el Servicio Militar Voluntario. Su campaña a favor de la dictadura trujillista, llamando a aplaudir a hijos bastardos del tirano y a sus nietos, y promoviendo sus merengues, no son hechos casuales.

¡Despierta dominicano!

¡Que no te cojan asando batatas!