El neoliberalismo es la ley-embudo para pueblo-país

 

No cabe la menor duda de que el neoliberalismo que, como hemos dicho en repetidas ocasiones, es el nuevo nombre asumido por el capitalismo y el imperialismo, al que sus representantes consideran que ya no les es rentable bajo su modalidad proteccionista, permite (ese neoliberalismo) una acción más libre y efectiva de las leyes y reglas que caracterizan al sistema capitalista, con todas sus consecuencias de aumento de la pobreza y de la miseria, una más nítida diferenciación entre los grupos de burgueses explotadores, de un lado, y del otro, las inmensas masas de desposeídos, con un proceso de quiebra vertiginosa y a toda máquina de artesanos, de pequeños y medianos negocios, de pequeños y medianos comerciantes, de pequeños y medianos agricultores; así como baja el nivel de la calidad de vida de los profesionales que si en el ayer podían darse la gran vida, hoy, bajo el neoliberalismo, andan locos y despavoridos con los acreedores cobrándoles la casa en pago del alquiler, el colegio de los hijos, la cuenta del colmado, agua, luz, las medicinas, etc., etc.

Pero si éste es el panorama dentro del escenario popular, donde los obreros tienen que trabajar 12 y 16 horas diarias, y los otros sectores buscarse otra actividad que les incremente sus ingresos, y por lo tanto se crea un ambiente de superexplotación, en el terreno de los capitalistas, las ganancias son más suculentas y de mayor monto, lo que no quiere decir que los menos aptos, aún dentro de los capitalistas, no se vayan de cabeza al bollo de los quebrados.

 

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