Es mejor el infierno mismo y no caer en el Hospital Musa de San Pedro de Macorís

 

Se conoce de la penuria y sufrimientos de los pacientes del Luis C. Aybar, o del Darío Contreras, pero poca gente puede llegar a imaginarse el infierno que tiene que padecer un infeliz que tenga que ser internado, o más bien sepultado vivo, en el hospital público Dr. Musa de San Pedro de Macorís, los predios de la flamante incumbente y multimillonaria, salida de La Arena de esa misma localidad y que hoy es Presidente de la Cámara de Diputados y de Josesito Hazim, el flamante y omnipotente senador por esa misma desgraciada Provincia.

Allí, en el citado hospital, usted puede encontrar un paciente con fractura que espera por más de tres semanas una urgente intervención quirúrgica. En tales condiciones y a la espera de ser atendidos están con fractura del fémur, de la clavícula, de los brazos, etc.

Por donde quiera que uno observa y presta atención, se palpa y se percibe, sin necesidad de mayores esfuerzos, que la población se encuentra total y absolutamente desprovista de protección en áreas tan importantes y decisivas como la de los servicios hospitalarios públicos. Y esta insoportable situación sólo tiene en perspectiva su aún mayor deterioro con la aplicación y vigencia de la llamada Ley de Seguridad Social.

 

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