Rafael Hipólito Mejía busca BID le entregue en forma sucia 100 millones dólares para la reelección y financiar la corrupción

 

El Banco Interamericano de Desarrollo, que había hecho un acuerdo-soborno, para facilitar la aprobación y pronta aplicación de la mal llamada Ley de Seguridad Social, que es en realidad de genocidio social legalizado contra la población, ahora reclama que el gobierno y la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social le entreguen el informe de cómo emplearon los primeros 100 millones de dólares entregados a Rafael Hipólito Mejía-Rodríguez Soldevilla en el 2001, para desembolsarles los otros 100 millones de dólares, ahora en el 2003.

El acuerdo-soborno ese se firmó entre el Banco Interamericano de Desarrollo y la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social, bajo la rúbrica de hacer los preparativos y adecuar los hospitales piloto para la transferencia al sector privado.

En realidad, Rafael Hipólito Mejía-Rodríguez Soldevilla dilapidaron en sus actuaciones politiqueras esos primeros 100 millones de dólares y reclaman esos otros 100 millones de dólares para preparar la reelección de Rafael Hipólito Mejía. Tanto éste como Rodríguez Soldevilla están tratando de presentar un informe falso, con datos acomodaticios, falseados y con el sello podrido y hediondo de protección a la corrupción gubernamental. Y para tal fin, pretenden embaucar a profesionales serios, tratando de hacerlos responsables de informes falsos, para que sean esos profesionales y técnicos los que tengan eventualmente que cargar con la deshonra de tener que ser encausados y encarcelados por actos de corrupción gubernamental en que ellos no tuvieron ninguna participación, siendo el cebo de, no desaproveche la oportunidad para que después no diga: ¿dónde esta mi queso?, ¿quién se lo comió?, que es, en realidad, lo que se les enseña en los llamados cursillos esos de alta gerencia.

Si el BID le suelta al gobierno esos 100 millones de dólares, es consciente de que los mismos están destinados a la reelección y no a nada que tenga que ver con la salud ni a planes algunos contra la pobreza. En conclusión, el BID está renuente al desembolso de los 100 millones de dólares para este año al gobierno de Rafael Hipólito Mejía, para que dicha administración no los desaparezca sin dejar ni el mínimo rastro, como sucediera con la otra partida o virtual suma del 2001, sin todavía comprobar sin presentar informes financieros de a dónde fueron a parar esos 100 millones de dólares entregados vía Rodríguez Soldevilla ¿Cuáles son esas prodigiosas manos? ¿las de Rafles, las de Rififí, las de Dillinger, las de Al Capone, las de Baby Face o las de Alí Baba y sus cuarenta docenas de ladrones?

 

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