Rafael Hipólito Mejía el pontífice de la corrupción y patrón de todos los corruptos condecora a Núñez Collado y premia a Pepe Goico y a Olimpia González

 

El tal monseñor Agripino Núñez Collado, que nosotros hemos bautizado tanto como el empresario, comerciante y banquero de Cristo en este atribulado país, así como el ministro de cosas sucias de la Iglesia Católica, Sociedad Anónima, fue nombrado por Rafael Hipólito Mejía como el administrador del negocio para el soborno y la diligenciación de un acuerdo con su partido y múltiple sectorial a favor de la reelección de Rafael Hipólito Mejía, a cambio de lo que esta recibiendo para sí y administrando sumas millonarias. Y eso, por ser un cura, no es corrupción.

Se recordara que, en un dialoguito durante el gobiernucho de Leonel Fernández, el renegado revisionista y hoy confeso agente reaccionario de la CIA y del PLD Carlos Dore, ex PcD, desapareció, con las malas artes de los discípulos de saqueo, unos 20 millones de pesos y que todo aquello devino de un escándalo que el mismo Rafael Hipólito Mejía y el PRD no se cansaron de poner como ejemplo de la corrupción imperante bajo el desgobierno pálido.

Agripino Núñez Collado, el banquero, comerciante-empresario de Cristo en República Dominicana y ministro de los asuntos sucios de la Iglesia Católica, que actúa en mutua complicidad con Nicolás Hildebrando Borgia López Rodríguez, al parecer es el conducto para canalizar millones de pesos que ascienden como 20 veces a aquellos 20 millones que Leonel Fernández dilapidara por la vía de Carlos Dore Cabral.

Hay dos decretos de Rafael Hipólito Mejía que acreditan al dichoso monseñor Agripino Núñez Collado como administrador del negocio sucio de producir la llamada agenda nacional, mediante el negocio del diálogo nacional, que serviría de plataforma demagógica para la reelección de Rafael Hipólito Mejía.

Este ha dicho que él es honesto en el manejo de los fondos que el Estado pone en sus manos, dando a entender que de lo que se contabiliza para los fondos del Estado, él no los toca. Pero Rafael Hipólito Mejía no ha dicho que él emplea honestamente esos fondos ni mucho menos que usa el Poder del gobierno del Estado en forma decente, ni que no se dedica a favorecer actividades corruptas, que es la peor de todas las formas de corrupción gubernamental.

Y el caso de utilizar los fondos del Estado para que Agripino Núñez disponga de ellos a su antojo, con tal de que le cree el mamotreto demagógico y reeleccionista de la agenda del diálogo, no sólo desenmascara y deja desnudo a Rafael Hipólito Mejía en su real condición de pontífice de la corrupción oficial, sino que, a la vez, pone al descubierto en forma irrefutable que tanto Agripino Núñez como toda la Iglesia Católica y el mismo Cardenal están involucrados como protagonistas y beneficiarios de la corrupción imperante en la administración del Estado en este desgobierno de Rafael Hipólito Mejía, como lo han estado en cada uno de los gobierno anti-nacionales y anti-populares, incluida la misma dictadura de Trujillo.

Al Cardenal, por ejemplo, nadie lo ha oído ni visto oponerse a esas corruptas y viciosas actividades de Núñez Collado.

 

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