QUE NADIE SE FORJE ILUSIONES

Leonel Fernández viene a ahondar el tollo que empezó y que Rafael Hipólito Mejía continuó

-Así lo garantiza su disparate de que con tecnología resolverá la crisis del país-

 

Leonel Fernández y su nuevo próximo gobierno van a seguir con el desastre, empezando por repetir los mismos disparates que lo atollaron del 1996 al 2000 y para ello va a empezar en el mismo punto donde dejó su pasado tollo.

Es la historia, con su ironía y sus leyes inexorables, que da vueltas y revueltas, obligando a todo el mundo a volver a empezar lo que una vez dio por iniciado y creyó que con simples aguajes había terminado. Si eres buen bailador, he aquí de nuevo la música, baila ahora y déjate de cuentos.

Se recordará que el 30 de marzo del 2000 Leonel Fernández, desde Santiago, se expresó sorprendido y aduciendo que era inaceptable que habiendo obtenido durante sus cuatro años porcentajes elevados del llamado crecimiento económico año tras año, y habiendo los capitalistas (inversionistas como gusta disfrazarlos) aumentado considerablemente el monto del pago de impuestos sobre los beneficios (lo que era inequívoco indicio del incremento de éstos por parte de los capitalistas) se anduviera diciendo y hasta viéndose en la vida real, cosa que nadie podía ocultar, un incremento de la pobreza y de la miseria.

Leonel Fernández, con estos superficialísimos argumentajos, pretendía ironizar y burlarse de sus críticos, no percatándose de que el principal de éstos era la realidad misma, esto es, la vida real y que de hecho él caía en la ridiculez que conlleva el que arma un engaño y termina por caer víctima de su propio engaño.

En otras palabras, Leonel Fernández quiso, con un sofisma barato, desarmar a sus críticos que insistimos partíamos en torno al crecimiento de la pobreza y la miseria no de una teoría en abstracto, sino de la misma realidad en concreto, y lo único que logró fue caer en el ridículo, quedando retratado además como un gran necio e ignorante, pues no sólo que crecimiento no es desarrollo económico, sino que aún éste, bajo el sistema capitalista, no implica en el 99% de los casos mejora económico-social alguna para las masas, sino exactamente todo lo contrario, esto es, aumento e intensificación de la pobreza y la miseria de las masas de trabajadores, lo cual es una ley científica irrefutable del capitalismo, elucidada y desarrollada por el genio de Carlos Marx, al que según el oportunista y medio hombre Andrés L. Mateo, ya nadie lee.

Ahora, en el 2004, al Leonel Fernández reconquistar el gobierno, dice que con tecnología va a superar la crisis del país. Y esto equivale, ni más ni menos, a que va a reemprender el mismo equivocado camino que lo llevó tanto a él (Leonel Fernández), como a todo el que ha trillado dicho camino, a un callejón sin salida, de lo que el más fresco por lo reciente del ejemplo es Rafael Hipólito Mejía y sus pepegatos.

Como discípulo de Bosch, Leonel Fernández teóricamente es inevitablemente un cero a la izquierda o si no un indigente teórico a carta cabal a consecuencia de su crasa ignorancia y su rechazo a todo principio y ley científicos, pero no dudamos de sus grandes dotes artesanales de curandero social, igual que su maestro. Si algo caracterizó a su maestro es su recalcitrante lucha y su enconado rechazo, durante toda su vida, a todo criterio científico en economía, en historia, en sociología, en política y en cultura. Bosch, como teórico, apenas alcanzó el grado de un curandero tribal en el mundo de la medicina. Brebajes y pócimas en vez de medicamentos científicamente elaborados en laboratorios calificados. Y si por casualidad caía en sus manos un frasco de medicina calificada, de inmediato la entremezclaba con un brebaje de curandero social para volverla ineficaz y hasta nociva.

Leonel Fernández, igual que todos los peledé-boschistas, cada vez que habla corrobora lo que aquí expresamos sin dejarnos mentir.

Lo de resolver la crisis de la nación con tecnología es una confesión, y así se lo advertimos a la población, de que para Leonel Fernández y su nuevo próximo gobierno no cuentan el hambre, la falta de comida, de techo, de salud y medicamentos para la población, al igual que nada hará frente a la crisis de la educación, el desempleo y los abusos políticos y policiales.

Sólo ignorantes y perversos, o los más grandes tránsfugas, renegados y architraidores apelan a ese falso argumento de que con tecnología en el capitalismo se resolverá la crisis. La tecnología bajo el capitalismo es fuente y forma de capital, y como tal resuelve sólo los problemas de éste y sólo sirve los intereses de éste, que son total y absolutamente contrapuestos con los del pueblo.

En qué infelices, farsantes y estafadores han devenido los boschistas-Pálido y todo por su condición de ignorantes pequeño-burgueses corrompidos y envilecidos. Ni siquiera entienden que el régimen capitalista se basa en la propiedad privada de los medios de producción y que en tal régimen éstos adquieren la forma de capital. Que el desarrollo del capitalismo es el desarrollo del mercado y en particular del mercado de medios de producción-capital y que el fin de la producción y desarrollo del capitalismo no es resolver los problemas de las necesidades de las masas, sino incrementar el capital a través de la producción de plusvalía, lo que acarrea inevitablemente la intensificación y expansión de la pobreza y la miseria para las masas del pueblo dominicano.

Lenin, en una de sus primeras obras escribió: "El desarrollo de la producción (y, en consecuencia, el del mercado interior) preferentemente respecto a los medios de producción, parece paradójico y presenta, sin duda, una contradicción. Es una verdadera ‘producción para la producción’, un aumento de la producción sin aumento correspondiente del consumo. Pero esto no es una contradicción de la doctrina capitalista sino de la vida real. Es precisamente una contradicción que corresponde a la naturaleza misma del capitalismo y a las demás contradicciones de este sistema de economía social. Precisamente este aumento de la producción sin aumento correspondiente del consumo corresponde a la misión histórica del capitalismo y a su estructura social: la primera, esto es, la misión histórica del capitalismo, consiste en el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad; la segunda excluye la utilización de estas conquistas técnicas por la masa de la población, este es el resultado inevitable de las estructuras sociales que requiere para su existencia el régimen del capitalismo". (Lenin.- Obras Completas, Tomo II.- Edición rusa.- Pág. 31).

Y el que dude de la veracidad y validez de estas ideas, que nos conceda como favor mirarse en el espejo de lo que está sucediendo aquí, República Dominicana, o en cualquier parte del mundo capitalista en pleno siglo XXI.

 

Volver a la Página Principal