Periodista José Sención sobreviviente crímenes banda paramilitar y parapolicial de Azua acusa política hampa Rafael Hipólito Mejía y sus afanes dictatoriales de restablecer trujillismo causa de la situación desastre general

 

Las declaraciones públicas que desde su lecho en el hospital público Darío Contreras hiciera el corresponsal herido de gravedad por la banda de delincuentes policíaco-militar estructurada por el hampa reeleccionista de los perrodé-pepegatos de Rafael Hipólito Mejía confirman de pies a cabeza la justa, certera y valiente denuncia de nuestro Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO) de que tanto los trágicos acontecimientos desencadenados en Azua a partir del martes 14 de septiembre como lo de la masacre de Navarrete, son el fruto de las acciones desesperadas de los grupos que conformaron los reeleccionistas perrodé-pepegatos de Rafael Hipólito Mejía con fines de instauración de una dictadura tipo Trujillo en el país por medio de la reelección, a la que el pueblo le asestó un mortífero y contundente rechazo.

José Sención, habiendo perdido un brazo, y estando seriamente herido después de rebasar prácticamente los peligros de muerte, en prueba de su apreciada y limpia conciencia democrática, no ha vacilado para ubicar a los responsables en los grupos creados por la ambición reeleccionista con vistas a reinstaurar una dictadura cívico-militar con los Soto o Trujillo Jiménez, con Eurípides Uribe Peguero, Radhamés Zorrilla Ozuna, quien pretende ser un rambo y se hace llamar, como lumpen al fin y al cabo, el ranger, el criminal de la sonrisa de hiena Marte Martínez, de la P.N. y otros.

El maridaje de las bandas delictivas que vienen operando en el país cada vez con más agresividad y perpetrando mayores crímenes con los mandos policíaco-militares del desgobierno del hampa perrodé-pepegatos de Rafael Hipólito Mejía y su sagrada familia, que habían proseguido la campaña de ejecuciones de delincuentes famélicos a la vez que era respaldada por ese pervertido plumífero, ejemplar de venalidad y de la infamia periodística, que es Radhamés Gómez Pepín, (Jack el Destripador), es un factor clave o básico para entender el alcance de las declaraciones de José Sención.

No cabe duda de que este valeroso periodista, junto al ya mártir Juan Andujar, habían sido sensibilizados por nuestra campaña de que los delincuentes en el Poder, ni los delincuentes uniformados con ropa de militares y policías eran quiénes ni tenían el aval moral para perseguir y frenar la delincuencia. Que efectivamente, al darle carta abierta o luz verde para la entronización de las actividades de fusilamientos por parte de los escuadrones de la muerte de la P.N., así como luz verde o licencia para que los oficiales de la P.N. y las FF.AA. quedaran en propiedad, como botín de guerra, de los objetos robados por los grupos delictivos, era el incentivo real para estimular que la República Dominicana y la sociedad dominicana se convirtieran en tierra de nadie y que en nuestro medio llegue a primar el grito cobarde, carente de sustancia cívica y espíritu democrático de: "¡sálvese el que pueda!".

 

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