La actual dirección del Partido, el Estado y el Ejército de la República Popular China representa la traición al socialismo y al comunismo

Encarna los intereses del imperialismo capitalista y ha instaurado una dictadura social-fascista y social-imperialista

 

Al país visita una comisión del Partido Comunista de China, que ya no es el partido marxista-leninista del Presidente Mao Tse Tung ni tampoco representa los vitales intereses de la clase obrera y los trabajadores del campo ni a la intelectualidad marxista-leninista-pensamiento mao tse tung, que lucha por el socialismo y el comunismo.

Dicha comisión, de lo que es hoy el nombrado Partido Comunista de China, igual que éste, en la actualidad sólo representa y encarna los intereses de la mafia capitalista y gangsteril de las tríadas del barrio chino de los EE.UU.

Con el ascenso y asalto del Poder del Partido Comunista de China por parte de los renegados revisionistas y oportunistas de la camarilla de Teng Hsiao Ping y su nefasta pandilla, la otrora China Popular y socialista de Mao Tse Tung se empezó a transformar en un país capitalista y hoy tiene un nítido carácter social-fascista, social-imperialista y social-chauvinista que presume de gran potencia de dominio mundial, camino nocivo que ya habían estado recorriendo los revisionistas soviéticos, desde su asalto al Poder en el XX Congreso del Partido Comunista de la URSS en 1956 hasta que, derrotados y en bancarrota tras la traición de Miguel Gorbachov, se quitaron la máscara y se declararon abiertamente partidarios de la burguesía, del capitalismo, de la explotación del hombre por el hombre, del dominio imperialista sobre los otros países, en fin, se consagraron como imperialistas.

Está por verse el futuro de la camarilla revisionista de China, que es una camarilla social-imperialista y social-chauvinista o ultra-nacionalista y social-fascista, a pesar de aparentes e ilusorios logros obtenidos como recompensa por sus servicios prestados a los imperio-capitalistas y a sus monopolios; pero mientras más alta sea su escalada y se sientan más reconfortados por el pago recibido a cambio de su traición, más estrepitosa será su caída. Su fracaso final es seguro. Esta es una ley ineludible de la que no escapan jamás los traidores renegados revisionistas.

Lo que mueve a la camarilla de la mafia china del barrio chino de los EE.UU. que usurpa el Poder y el Estado chinos es el más estrecho y pernicioso nacionalismo, contrapuesto al principio del internacionalismo proletario y la solidaridad revolucionaria entre países y pueblos oprimidos. Sus afanes en el mundo están regidos, como se puede apreciar en todas las acciones social-imperialistas que llevan a cabo a escala internacional, por los afanes de mercados para sus mercancías y la inversión de capitales monopolistas, obtener fuentes de materia prima, mano de obra barata, etc., que son los rasgos típicos del imperialismo capitalista.

Como capital financiero, esa camarilla de renegados y supertraidores al marxismo-leninismo y al socialismo usan los fondos correspondientes a su reserva federal, entre otras fuentes, que alcanzan un monto de más de 500 mil millones de dólares, obtenidos con la explotación salvaje del pueblo inmenso de Mao Tse Tung. Un día, estos traidores y criminales tendrán que pagar ante los piquetes de fusilamiento del pueblo con los verdaderos comunistas a la cabeza.

La ganancia y la obtención de riquezas, la alienación capitalista y su ley del valor, marcan los principios que imperan en China.

Esa camarilla de fascistas chinos, que es parte de la mafia de Chinatown en los EE.UU. y en sus destacamentos mafiosos esparcidos por el mundo entero, no tiene nada que ver con el socialismo y el comunismo, lo mismo que con el marxismo-leninismo-pensamiento mao tse tung.

Llamamos al pueblo trabajador de la República Dominicana y de los países de América Latina a no dejarse confundir con estos renegados revisionistas que hoy concurren al país, República Dominicana, en supuesta representación del Partido Comunista de China. ¿De qué socialismo hablan esos renegados émulos de Kautsky, Bernstein, Jruschov, Brezhnev y tantos renegados y traidores que hoy yacen en el basurero de la historia y por quienes los pueblos oprimidos y las masas explotadas, así como los comunistas y revolucionarios del mundo, sentimos el más firme desprecio y un rechazo contundente.

 

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