Un Fiscal D.N. en busca de lo suyo

 

Lo de que los pálidos en el Poder no son más que lúmpenes acicalados y maquillados, viene a ser confirmado por el fantoche palidista que hace de Fiscal del Distrito Nacional, José Manuel Hernández Peguero, quien al parecer ocioso y como vago, sin querer hacer nada a favor del país, anuncia haber firmado, léase bien, firmado un acuerdo con el llamado movimiento cívico Participación Ciudadana, a la que se le endilga, por orden de la Iglesia Católica, la categoría de sociedad civil, otras veces, cuando la prostituta llamada prensa amarilla está recogida, le llama organización cívica, cuando en realidad es sólo un grupo de presión de derecha.

¿Qué institución es ésta? ¿A quién representa? ¿Cómo una institución estatal, como la Procuraduría Fiscal del Distrito Nacional, capital de la República Dominicana y parte del Estado de este país, firma un acuerdo con algo que no tiene ni perfiles definidos ni objetivos claros, y que más bien es un grupo de presión que representa intereses contrapuestos al Estado dominicano, y por tanto, ilegítimos y espurios?

Se trata de que en verdad, con el llamado Procurador General de la República del gobierno de Leonel Fernández-Pálido, el señor Francisco Domínguez Brito, que es un agente pagado de la AID y de la Iglesia Católica, S. A. (capítulo Opus Dei- Santiago), se le está entregando a Agripino Núñez el manejo de la Fiscalía del Distrito Nacional y su relación con la Judicatura.

Esto es otro capítulo del intervencionismo multilateral que la Iglesia Católica y el Vaticano practican con fines anti-dominicanos sobre el Estado dominicano y sus instituciones.

El llamado Diálogo Nacional, que representa Agripino Núñez y que financian los EE.UU. a través de su AID, conspira para asaltar e imponer un fideicomiso a las instituciones del Estado dominicano haciéndole perder su soberanía y de hecho reduciéndolo a la condición de interdicto, esto es, que no puede decidir nada por sí mismo.

 

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