Mientras cebollas se pudren en almacenes por asunto comercialización Felipe Mejía Gómez tiene toda su producción vendida al contado a INESPRE

¡Eso se llama igualdad de mercado para todos!

 

Como se sabe, los productores de cebolla están desesperados por el asunto de la comercialización de su producto, que se pudre, como siempre sucede, en sus almacenes.

Pero en Azua, hay un productor de cebolla que no tiene ese problema como los demás agricultores. Y, preguntamos, ¿sabe el lector de “¡Despertar!” quién es ese agraciado agricultor? Su nombre de pila es Felipe y sus apellidos son Mejía y Gómez. Claro, es hijo legítimo del presidente, el Perito Agrónomo Rafael Hipólito Mejía y su esposa, Rosa Gómez Grullón, que además es ahijado de su “tío” y pariente del obispo José Dolores Grullón, hermano de Sergio, hermano de crianza y primo de doña Rosa Gómez Grullón de Mejía.

Resulta que Felipe Mejía Gómez cultiva las 7 mil tareas que están a la entrada de Azua de Compostela asociado al consorcio ABC, del que a lo mejor su padre es socio, pero de antemano, la totalidad de esa producción de cebolla está comprada al contado por INESPRE.

¡Qué bien! Eso se llama igualdad de mercado para todos. Pero el honorable Felipe Mejía Gómez no es un pelafustán, como los agricultores de cebolla del país, pues es hijo del noble gurabense de ascendencia catalana, aunque cuando viajara a España en busca de sus raíces, del gettho originario ni siquiera trazos se encuentran de él ni aún en los archivos de los jueces civiles ni tampoco en los mapas. ¿Es un abolengo gitano acaso? Preguntamos.

 

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