La privatización no es más que un gran negocio para los bancos y los banqueros y montañas de calamidades y sufrimientos para el pueblo pero también la escuela donde se aprende la gran lección de no confiar jamás en los enemigos ni aceptar como buenos pendejos a los lobos disfrazados de ovejas

 

Si grandes han sido los dolores de cabeza para el pueblo generados por la privatización de la CDE y otras instituciones hasta hace 3 años atrás propiedad estatal, harán montañas las calamidades y sufrimientos que vienen a caerle arriba a ese mismo pueblo con la privatización de los hospitales públicos; ríos se formarán de las lágrimas que derramará el pueblo en tanto perdure y se prolongue la aplicación de la Ley de Salud, que no es más que otro gran negocio para los bancos y los banqueros, en que los enfermos serán vistos y tratados como clientes y no como pacientes, y donde el que no pueda pagar, que se muera.

Pero debe saberse que no hay que ponerse a llorar ni lugar para lamentarse, mucho menor dar lugar para creer que todo está perdido, pues debe saberse y hacerse conciencia de que no hay otra escuela que ésta, donde se forja el verdadero carácter que ha de tener el pueblo explotado y oprimido para poder alcanzar su emancipación social.

Esta cruel escuela que imponen los explotadores capitalistas es donde se puede aprender la gran lección de enseñanza imperecedera de no confiar jamás en los enemigos ni aceptar como buenos pendejos a los lobos disfrazados de ovejas.

La gran universidad del pueblo es la lucha por sus reivindicaciones económico-sociales y sus derechos, enfrentando sin piedad a los desalmados enemigos de clase.

 

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