Este es el sistema capitalista de explotación del hombre por el hombre y no otra cosa

Programas neoliberales de privatización electricidad, salud y hospitales públicos, recogida basura y educación han ahondado miseria y pobreza así como propiciado derrumbe de niveles calidad de vida y de todo tipo de negocios y actividad económica  para supervivir

 

El colapso de la privatización que se está palpando es reflejo del fracaso total de la globalización, del capitalismo neoliberal, del libre comercio y de las clases y círculos que lo patrocinan, como son la burguesía, los banqueros y los grandes comerciantes dominicanos, al igual que sus expresiones políticas que se llaman PRD, PRSC y PLD, además de la Iglesia Católica y todo el conjunto del Estado dominicano.

Esto que estamos viviendo es el sistema capitalista de explotación del hombre por el hombre, y no es otra cosa.

Dentro del marco de las mismas experiencias que se viven, resulta imposible obtener logro alguno para el conglomerado social y el país con la colocación en manos privadas de las ramas fundamentales de los servicios de electricidad, agua, servicios de ayuntamientos, salud-hospitales, transporte y educación.

Y esos intentos, habiendo de hecho fracasado, conforme sus resultados, no cabe duda que eso es un revés para los sectores, círculos, partidos e instituciones mencionados.

La privatización de dichos servicios y de toda la vida nacional, preconizada por la globalización neoliberal, es la herramienta básica y fundamental de los programas de la vuelta al colonialismo propugnada por el imperialismo, tanto del de la Unión Europea como del norteamericano en particular.

La plataforma del viejo colonialismo pasa, necesaria y obligatoriamente, por la desarticulación y destrucción del Estado, especialmente en su significado nacional.

Todo esto de que aquí estamos hablando es la razón y la causa básica y fundamental por la que en nuestro país, tan pronto se ha dispuesto la aplicación de los programas neoliberales de la privatización de la electricidad, la salud y los hospitales públicos, así como la recogida de la basura y sobre todo de la educación, se ha operado un proceso identificado por todo un amplio conjunto de hechos y fenómenos insólitos que tiene patas pa’rriba la vida nacional y manga por hombros la vida y desenvolvimiento del conglomerado social, incrementándose la miseria y la pobreza, así como el derrumbe de todos los niveles de calidad de vida, empezando por la crisis económica y la quiebra de todo tipo de negocios y actividad económica con que los sectores nacionales han pretendido supervivir.

Dentro de los pasos encaminados a la destrucción y desarticulación del Estado nacional hay que mencionar esos acuerdos económicos internacionales que penalizan o constriñen el ejercicio de la soberanía nacional del Estado dominicano; la asistencia económica interesada y condicionada en el terreno financiero por parte de la Unión Europea, como por ejemplo, su reciente “donación” entre comillas de 50 millones de euros para la “modernización” del Estado, entendiendo por tal meta el abandono absoluto del ejercicio de la soberanía nacional sobre nuestras riquezas, nuestra población, nuestros derechos internacionales, la administración de los servicios públicos, el constreñimiento de los derechos nacionales, lo mismo que el papel antinacional que en forma particular despliega esa institución cáncer de la sociedad y la nación dominicana llamada Iglesia Católica, Apostólica y Romana, que en el país representa el príncipe de la hechicería y la criminalidad católica cristiana, Nicolás Hildebrando Borgia López Rodríguez.

Todas las vacuencias que a través de los diversos medios de propaganda viven expeliendo los apologistas y lacayos serviles en defensa de la globalización y la privatización, tienen ante todo el rasgo sobresaliente de que no toman en cuenta los efectos catastróficos ni las consecuencias deplorables que han recaído sobre todo el país y que se palpan y se comprueban sin necesidad de ningún esfuerzo, sin necesidad de espejuelos ni microscopio, una vez que ese purgante capitalista explotador se ha aplicado en el país.

 

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