Reelección Rafael Hipólito Mejía sólo podría lograrse violentando los derechos y desatando una carnicería represiva sobre el pueblo

 

La reelección que busca Rafael Hipólito Mejía con su repostulación sólo podría lograrla violentando todos los derechos de la población, pisoteando todo vestigio de libertad y democracia, así como lanzando desde ahora hasta el 16 de mayo del 2004 a todos los cuerpos represivos a darle al pueblo y al país el más grande baño de sangre.

Es que, simple y llanamente, el pueblo ya se “jartó” de las necedades del desgobierno éste y de su primer incumbente, que es Rafael Hipólito Mejía.

Así, la última encuesta que pagara este mismo señor, arrojó resultados explícitos y contundentes de que sólo un 12% del electorado dice respaldar al gobierno de Rafael Hipólito Mejía.

Y esto fue antes de los estremecedores acontecimientos de Navarrete, donde la Policía Nacional y la Banda Blanca de Rafael Hipólito Mejía asesinaron, como se ha comprobado palmariamente, a mansalva y por las espaldas a un joven activista político del grupo local llamado Falpo, cuyo supuesto vocero, Fidel Santana, es un agente de Guido Gómez Mazara.

Así como antes de que el gobierno venezolano le retuviera el envío de los buques de petróleo, tras comprobar que el gobierno de Rafael Hipólito Mejía, tal y como habíamos denunciado hace tiempo, era el padrino de Carlos Andrés Pérez para que éste, con el contrarrevolucionario venezolano Cisneros, convirtieran la República Dominicana en una base del complot contra el gobierno del coronel Hugo Chávez, siendo Cap-Cana y Ubero Alto, los centros donde se guarecen dichos conspiradores con la protección y anuencia de Rafael Hipólito Mejía.

Este le ha causado un estado de permanente desasosiego al país y al pueblo dominicanos con lo de la quiebra del Baninter, que es el resultado de su conspiración contra esta institución bancaria para no pagarle los más de 12,500 millones de pesos que el PRD y él mismo le adeudan por préstamos para elecciones y sobornos desde el 1994 hasta la fecha.

Y lo peor de todo es que Rafael Hipólito Mejía ha ordenado a sus secuaces que apliquen una fórmula que haga que sea el Banco Central de la nación el que cargue con esta descomunal deuda.

Y aunque se quiera decir que fue con lo de la tarjeta de crédito que Rafael Hipólito Mejía quebró a Baninter, eso no es cierto, y la culpa no es sólo de Rafael Hipólito Mejía sino, como bien hemos detallado, corresponde a todo el PRD e incluso de los precandidatos que ahora le adversan pero que empujaron para que llegara al Poder.

 

Volver a Página Principal