Las crónicas rojas pudrición poderes verdugos del país

El pueblo debe enterrar las vanas ilusiones y convencerse de que sólo el levantamiento como un solo hombre firmemente convencido de que hay que hacer saltar hecha añicos esta fortaleza reaccionaria es el camino

09-08-2007

 

Si a raíz de conmemorarse el desgraciado y fatal día de otro aniversario más del retardatario, reaccionario y venal como oscurantista y prostituido periódico amarillo “Listín Diario”, era de esperarse que, solícitos y como perritos falderos concurran tanto el Cardenal como Leonel Antonio Fernández Reyna, el tan inepto, pero más irresponsable aún, aunque no tanto como lo corrupto que es, se explayaran evacuando todo tipo de alabanzas, en ritual de pleitesía, para que el mafioso grupo, al que de hecho terminó perteneciendo Leonel Antonio Fernández Reyna, y por lo que mensualmente, el hoy Jefe del gobierno recibiera cerca de 200 mil pesos de parte del gángster Ramón Buenaventura Báez Figueroa, Presidente de Baninter, desde el 2000 hasta el 2003 lo que, al ser conocido en el Tribunal, junto a los otros casos de esta espuria naturaleza, fue lo que conllevó la celebración de aquellas sesiones a puertas cerradas sin público y sin la prensa; así, nada extraño ni nada sorprendente encierra que Leonel Antonio Fernández Reyna y el Cardenal se mostraran gozosos y regocijados a raíz de este otro aniversario de la atalaya del pérfido reaccionarismo oligárquico-oscurantista, título que, no cabe duda, nadie podría disputárselo al “Listín Diario”, a menos que la Iglesia Católica-Vaticano y el alias El Cardenal hicieran un diario directamente de su propiedad en este país; pero, en cambio, no se podía poseer el mismo grado de seguridad o certeza de que, nada menos y nada más que el Presidente de la cuestionable, ahora más que nunca cuestionada y desacreditada Suprema Corte de Justicia, en la persona de su Presidente quien, aún siendo responsable directo de la usurpación con carácter vitalicio, mediante un desvergonzado Golpe de Estado en dicha institución, es inaceptable que el nombrado Jorge Subero Isa se desbocara e hiciera lo que cabe ser descrito sólo como un acto final de un vulgar destape o de strip tease masculino, igual al que se vende en no pocos antros de vicios y depravación de los segmentos más descompuestos de la sociedad dominicana, frente y para complacencia del grupo de estafadores y gángsteres bancarios que detenta, esto es, que posee, ilegal e ilegítimamente, la propiedad del “Listín Diario”, haciendo un acto de parcialización y complicidad capaz de hacer vomitar y no sólo y ha sentir náuseas y repugnancia por la demostración, que a no muchos les faltaba, de que la inclinación de los fariseos que usurpan la Judicatura desde su órgano supremo, que es la Corte Suprema, hasta el más insignificante Juzgado de Paz, es ostensiblemente hacia favorecer al grupo de delincuentes que, encabezado e integrado por los tan espurios descendientes del bastardo Buenaventura Báez y vinculados como éste a la Iglesia Católica-Vaticano Opus Dei en la persona misma del corrupto y ambicioso alias El Cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, no sólo que estafó y cometió fraude, llevando a robo y prevaricación a costa de los ahorrantes y depositantes nativos y extranjeros, causándole de paso un grave colapso a la economía y al espectro financiero dominicano, sino que corroboró que Baninter, Ramón Buenaventura Báez Figueroa y su padre Ramón Buenaventura Báez Romano, no sólo eran un enclave de sostén del financiamiento de la corrupción de los cabecillas políticamente reaccionarios y de sus corrup-partidos Perrodé, Pelegato y el de las sabandijas del tirano alimaña Joaquín Balaguer, esto es, el corrup-Partido Reformista Social Cristiano, si no de los estamentos más elevados de la cúspide policíaco-militar del país, de la misma Judicatura -pues el mismo Juez Presidente del Tribunal de Instrucción (Eduardo Sánchez Ortiz) donde se ventilara la farsa es uno de los sobornados por Ramón Buenaventura Báez Figueroa y hasta el mismo Subero Isa era Presidente de la rama de seguros de Baninter, o sea, era un asalariado funcionario mercenario de Ramón Buenaventura Báez Figueroa y de Baninter-; así como ésta es una institución de personas al servicio del blanqueo de dólares y dinero del narcotráfico como del espionaje y todas las actividades del bajo mundo, pero muy especialmente de las altas instancias jerárquicas de la Iglesia Católica-Vaticano en el país, por lo que el Cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez, como se recordará, llegó a perder los estribos y el sentido de la ecuanimidad, aún fingida, e intempestivamente concurrió a visitar en la Cárcel del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, en un hecho insólito, al archidelincuente Ramón Buenaventura Báez Figueroa, pues sabía que detrás de éste caería un hombre de la Iglesia Católica y el Opus Dei, que no es otro que Alvarez Renta, en cuyo Boeing privado el flamante Cardenal Nicolás de Jesús -Hildebrando Borgia- López Rodríguez hacía pocos días, por cierto, que había concurrido a Caracas, Venezuela, a visitar, con fines de conspiración antichavista, al Cardenal Jorge Urosa Sabino, Obispo de Caracas.

La verdad es que en la medida que se profundiza y se ventilan los detalles de esta crónica roja en torno de las podredumbres de los círculos de Poder de los verdugos del pueblo y enemigos del país por entreguistas y genuflexos ante el imperio capitalismo norteamericano y europeo, como a favor del ya insoportable parasitismo y vividorismo de la ociosa, ambiciosa y retardataria Iglesia Católica-Vaticano, la constatación de la gravedad del cáncer que afecta la nación, empezando por los círculos, estamentos y clases dominantes-exportadoras, y de donde éstos se irradian aprovechando nocivamente las instancias del Poder del Estado hacia todas las esferas de la sociedad y los estamentos populares para su envilecimiento, nos llena de un apasionado odio que reivindica la imperiosa necesidad de trabajar con más empeño y ahínco por coadyuvar a crear conciencia y a organizar a las masas para luchar y en torno a que deben enterrar todas las vanas ilusiones, y convencerse de que sólo el levantamiento del pueblo como un solo hombre, firmemente convencido de que hay que hacer saltar hecha añicos esta fortaleza reaccionaria, que es la fuente de todas las desgracias, la miseria y la pobreza que aplastan tan cruel e inmisericordemente a las gentes de trabajo.

Esta parte de nuestras Crónicas Rojas en torno a la vil actitud del Presidente de la Suprema Corte de Justicia, de su incalificable conducta de complicidad y postración vergonzosa e infame como ignominiosa, carente de toda concordancia y huérfano de coherencia con la ética y con la moral social, comprobada en su felicitación y en su manifiesta desbordante alegría y saturado del más explícito placer personal, ha enfatizado el aspecto de la acción de Jorge Subero Isa que, desde todo punto de vista, al hacer lo que ha hecho con respecto a “Listín Diario”, y en particular al grupo mafioso sin escrúpulos cuya cabeza fría y estratega es a nuestro entender Ramón Buenaventura Báez Romano, mientras que Ramón Buenaventura Báez Figueroa es el inescrupuloso y desalmado yuppy, que no debe ser confundido con el hippie, pues el yuppy es un Atila depredador financiero, dispuesto a involucrarse en toda transacción, por más espuria que ésta resultare, siempre y cuando conlleve por lo menos la posibilidad de un enriquecimiento rápido y a nivel cuantioso. El modelo del yuppy, que viene apareciendo a finales de la década de los ’70 y a principios de la del ’80 en los EE.UU. podría ser Donald Trump o Ted Turner, ex-esposo de la famosa actriz Jane Fonda. Para el yuppy sólo existe una divisa: Hacerse de una fortuna no importa cómo, hacerlo a la mayor brevedad posible, no importa cuántos sean los que tengan que pagar con su propia vida.

Ramón Buenaventura Báez Romano, que funge como Presidente propietario del “Listín Diario”, es un hombre de la oligarquía caracterizado por la hipocresía propia de los peores sicarios y asesinos revestidos de piedad religiosa. Para ellos todo está justificado pues, según se dicen, para su seguridad, todo lo hacen a favor y en nombre de su deidad fatídica dios, lo que todo lo justifica y no importan los medios, como reza el principio de la sofística jesuita.

Jorge Subero Isa, que cuenta en su historial hazañas tan espectaculares como: a) la de haber dado un auto-Golpe a la Judicatura, autoproclamándose, junto a la casi totalidad de los integrantes de la Suprema Corte de Justicia, vitalicios, trastrocando, en un rejuego de carácter muy propio de los cínicos y sofistas, los conceptos inamovible y vitalicio, colocando el primero al margen y fuera de cuadrante de espacio y tiempo, lo convierte en vitalicio, esto es, por encima del tiempo y del espacio; b) haber proclamado, pública y oficiosamente, en la misma prensa amarilla, que él está en ese cargo en garantías de los intereses de los monopolios extranjeros y en particular de los EE.UU. de Norteamérica; c) su declaración formal de que la nación dominicana es una pretensión obsoleta, pues, según él, como agente representantes del neoliberalismo y de los monopolios del capital financiero internacional, o sea el capital parasitario resultante de la fusión de los capitales bancarios y los industriales, con la primacía de los primeros sobre el capital productivo, esto es, la hegemonía del capital muerto sobre el capital vivo, las naciones son obsoletas, según Jorge Subero Isa, estamos viviendo, repitió como un loro impensante el insigne magistrado Jorge Subero Isa, la época del fin de la historia y de las ideologías para, finalmente, arribar a la conclusión; d) de que estaría dispuesto a aceptar reformas en la Judicatura siempre y cuando lo dejen a él como jefe absoluto y conforme a ser ley, batuta y Constitución; en caso contrario, se levantaría en armas, o sea, conspiraría.

Extrañamente, Jorge Subero Isa, que en el 1999 concurrió en representación de la Suprema Corte de Justicia dominicana a Caracas a la II Cumbre de los Presidentes de las Supremas Cortes Iberoamericanas y presentó allí especie de un Código de las XII Tablas, Napoleónico o de Hammurabi, bajo el título de sus reflexiones -¡Oh, como todo un gran pensador!- “Criterios sobre los cuales puede descansar un Código de Etica para el funcionario judicial”, y precisamente en el punto 1ro. de su Código de Etica propuesto, Subero Isa coloca: “1. La Probidad. Ser Probo: El funcionario judicial debe siempre actuar apegado a la rectitud, honradez e integridad del pensamiento y acción, evitando siempre los abusos de Poder y corrupción”.

Por lo que cabe preguntarle a Subero Isa: ¿Es usted probo cuando hace causa común y se regocija por la estafa de los Báez Romano y Báez Figueroa, comprobados estafadores, o es usted en realidad un falto de probidad, huérfano de rectitud, carente de integridad y tan corrupto como es ese grupo de estafadores?

Y en el punto 19 de su extensa reflexión que le llevó a sentar las bases de su propuesto Código de Etica para los funcionarios judiciales, Subero Isa dice, advirtiendo, que el funcionario judicial “Debe evitar todas las actividades que le resten dignidad a su posición o que origine notoriedad indeseable”.

He aquí nuestra otra pregunta: ¿No es obvio que Subero Isa ni siquiera respetó este postulado ético que él mismo propusiera? ¿No es patente que en el fondo de todo lo relacionado entre Báez Figueroa y Báez Romano, la Iglesia Católica-Vaticano, el despreciable Cardenal y Jorge Subero Isa hay cosas lo suficientemente escabrosas como podridas que apestan, que dan náuseas y hacen inevitablemente, vomitar?

Es que resulta cuesta arriba, por no decir total y absolutamente imposible, que esa Suprema Corte, cuyo origen y legitimidad, o bien, constitucionalidad, es tan cuestionable que no pueden sus integrantes ni el mismo Subero Isa demostrar que no sean el resultado de un acto ilegítimo como un auto-Golpe y un desconocimiento directo a la legitimidad básica y primaria, como auténtica que emana de la concordancia o coherencia de todo acto jurídico con la Constitución de la República. Aquí va la pregunta: ¿Puede actuar con apego a la ética y a la moral cuando ella misma y Subero Isa desde el cargo de Presidente vitalicio, son el fruto de un acto arbitrario e ilegal como ilegítimo e inconstitucional?, pero además es que Subero Isa actúa transgrediendo cada uno y todos los 22 puntos de su flamante propuesta de Código Etico para los funcionarios judiciales presentado por él en Caracas, Venezuela, en el 1999, así como chapaleteó como un cerdo en un lodazal con todo el palabrerío con que acompaña esa propuesta suya de marras en vana como mendaz pretensión de dárselas de un hombre culto y ponderado en asuntos de filosofía, ética y la axiología, que es la disciplina que abarca y comprende el estudio de la ética y la moral de los hombres y la sociedad.

Como está lo suficientemente claro, hay una grosera contraposición a contrapelo de lo postulado por el mismo Subero Isa en su Código, punto 1ro., con su postura práctica, esto es, con su conducta, al hacer lo que ha hecho con la banda de los Báez Romano, Báez Figueroa y el usurpado “Listín Diario”, que usufructúan el padre y el hijo amoralmente y la forma delictiva, una vez que su supuesta propiedad la sustentan en los fondos sustraídos, estafados y robados a través y desde Baninter, mientras proclama moralizar la justicia y los funcionarios de ésta.

¿Dónde y en qué parte de la inconducta de Subero Isa ante la mafia de los Báez y las manipulaciones amarillistas de “Listín Diario” hay rectitud, honradez e integridad de pensamiento y acción para alcanzar la probidad que debe exhibir el funcionario judicial?

Quisiéramos que Subero Isa, con su verbo seductor saturado de tantos ejemplos éticos moralizantes de que él es depositario, nos demostrara y nos enseñara, como excelente discípulo de Catón, que él no invierte el significado de las palabras y conceptos y que donde él escribió y pronunció rectitud, no quiso en realidad escribir y pronunciar retorcimiento; que donde dijo y escribió honradez, lo que pensó y lo que quiso escribir fue precisamente falta de honradez; que cuando habló de integridad, se refería en su lugar a la orfandad total de integridad moral y ética para definitivamente conformar su plataforma de prostitución total del espíritu y de la más estrepitosa falta de moral, esto es, la amoralidad misma.

Pero nosotros no somos moralistas, sino partidarios y defensores del materialismo histórico y dialéctico, que forman la ideología o concepción del mundo, de la sociedad y de la vida como de la revolución que crearan Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao Tse Tung, aunque un genial joven, llamado Salim, haya descubierto que éstos, a pesar de todo, carecían de ideología y más aún, que la despreciaban y renunciaban a ella como cuestión de principio, corroborando así la validez del adagio que dice que hay que vivir para ver.

Y el materialismo dialéctico nos enseña, sin que nadie haya podido decir lo contrario, que el pensamiento y las ideas son reflejos en el órgano del pensamiento, que es el cerebro, de la materia y sus movimientos, en uno cualesquiera de los tres grandes campos en que el movimiento se ha podido clasificar como práctica: la de la naturaleza y la experimentación científica, que da pie a las ciencias naturales; la de la producción, circulación y distribución de los artículos de consumo y medios de producción y la de la práctica o movimiento por las transformaciones de la sociedad, que es el campo de las luchas de clases.

Si bien esos problemas corresponden al campo del materialismo dialéctico, abordemos el problema de lo que hacen, piensan y propalan Subero Isa y los miembros de la flamante vitalicia Suprema Corte de Justicia, a la luz, no ya del materialismo dialéctico en general, ni conforme al materialismo histórico que guía como método a aquél, y establece que, así como el ser material determina al espiritual o abstracto; el ser social, las condiciones y prácticas sociales determinan y generan la conciencia social, y que esta conciencia social es la que determina la conciencia individual, para hacernos una vital pregunta, que es la siguiente: ¿Qué realidad de conjunto conlleva que Subero Isa actúe apoyando y haciendo causa común con los peores delincuentes y parásitos sociales, o sea, con los enemigos comprobados del pueblo y del país dominicanos, como la mafia de los Báez Romano, Báez Figueroa, la Iglesia Católica-Vaticano y “Listín Diario”?

Se trata de que la Suprema Corte de Justicia y sus jueces componentes se sustentan en una práctica nociva y perjudicial, no sólo en materia ideológica y política, pues todos son partes de los intereses de los explotadores y de la reacción, como del imperialismo norteamericano y europeo y del yugo de la Iglesia Católica-Vaticano, sino que muchos de ellos llevan una vida doble y que en sus actividades económicas, son practicantes de actividades sucias y amorales como las estafas y la usura a través de préstamos ilegítimos, los cuales cobran, con sus intereses exagerados, por medio de la intimidación y el terror, o sea, por el temor a persecuciones compulsivas, represivas y violentas.

Este es el caso de la Segunda Sustituta del Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Eglys Margarita Esmurdoc de Salazar, por ser la esposa del personaje más involucrado, después del rufián Rafael Hipólito Mejía, en la corrupción imperante durante la azarosa y desgraciada gestión de depredación gubernamental montada por el Perrodé Pepegato del 2000 al 2004.

Eglys Margarita Esmurdoc no tiene ningún escrúpulo en presentarse en los actos públicos de la Suprema Corte de Justicia, como la vimos hace poco, acompañada de Hernani Salazar, que todo el mundo sabe que es un hampón político del bajo mundo y que se hace acompañar de matones, como es el caso de Claudio de los Santos, denunciado como el principal autor del secuestro, muerte, torturas y desaparición del profesor universitario Narciso González, ocurrida en el 1994. Lo mismo que por aquel otro personaje que asesinó a sangre fría a un mozalbete que fue encontrado en el parqueo de un supermercado de la capital metido en una yipeta tratando de sustraerle radio, tocacassette y cositas por el estilo.

Resulta que, aunque en unos de los puntos del incalificable supuesto Código de Etica de Catón de Ocoa, el montaraz, que ya en otras ocasiones nos hemos permitido llamarle ciudadano roma, o sea, un gitano árabe, así como habla de probidad, honradez, integridad, rectitud y todas esas palabrejas con que tanto gustan fantochear estos auténticos iletrados encopetados, en otros nos habla, como en el No. 3, para sólo citar otro infausto ejemplo, de que el funcionario judicial, y no cabe duda que la señora Eglys Margarita Esmurdoc lo es ya que ocupa la posición de Segunda Sustituta del Presidente de la Suprema Corte de Justicia, jefa y representante del Poder Judicial del Estado Dominicano, citamos, “no puede recibir beneficio personal indebido ni imponer condiciones especiales que deriven de ello, en la realización de un acto inherente a sus funciones”.

Y cuando le presta al 25% de interés a una clínica privada, a través de quien funge de intermediario suyo, el general de brigada y médico gineco-obstetra Manelich Salazar, sindicado como un adicto impune al abuso sexual de sus pacientes y hasta haber llegado a violar a una menor que terminó pariéndole un hijo, y que durante la gestión, precisamente, de Rafael Hipólito Mejía, la Secretaría de las Fuerzas Armadas presentó un expediente ante la Procuraduría General de la República, ocupada entonces por el bastardo mercenario y amoral Virgilio Bello Rosa quien, demostrando ser un cerdo de dos patas con un pensamiento propio de un canalla, procedió a dictaminar un rechazo a la acusación de violación -otra más- y otra impunidad más.

Manelich Salazar es también médico y accionista de la clínica privada donde tiene chantajeada a la misma respecto a que su administración no puede solidarizarse con ninguna víctima de Manelich Salazar por abuso sexual en su consultorio.

Una Suprema Corte que nada en estas inmundicias con su Segunda Sustituta de Presidente prestando 30 millones de pesos al 25%, cobrando estos intereses a su mismo nombre en cheques, y recibiendo el pago final en cheque que deposita en su cuenta bancaria en un banco local, como si le importara un carajo todo cuanto puedan decir los demás miembros de la Suprema Corte, en la que Hernani Salazar tiene tan decisiva influencia que quedó impune de su involucramiento con el caso del narcotraficante Quirino Paulino Castillo, de quien era socio, junto a Pepe Goico, ¿qué, qué monstruosidad y en qué crímenes y transgresiones a la ley, como su complicidad manifiesta con la mafia de los Báez Romano y los Báez Figueroa, esto es, con la familia, sí, la familia al estilo siciliano de los Báez y el “Listín Diario” -su vocero- cuyo aniversario conmemoró, celebró y disfrutó, no son capaces de perpetrar tanto Subero Isa como la flamante Suprema Corte de Justicia?

Estos son comentarios de nuestra nueva sección Las Crónicas Rojas de la pudrición de los poderes de los verdugos del país y del pueblo como del lago de infamias e ignominias que predominan en esta santa sociedad católica y cristiana, creada a imagen y semejanza del Estado perfecto, según consta en su parte inicial en el infame Concordato, de los parásitos católicos del Vaticano.

 

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