ESCANDALO MEDIO MILLON DE DOLARES

Los cataclismos no los controla el gobierno y por eso dicen indolentemente que no pueden prever las desgracias del pueblo

Pero sus funcionarios pelegatos sí pueden depredar los recursos del Estado para engrosar sus patrimonios personales y de la insaciable y parásita Iglesia Católica

12-12-2007

 

Tanto las imprecisas informaciones meteorológicas como la ausencia de medidas prácticas efectivas y sólo con bla, bla, bla, como para que no digan, en tanto se sentaron a esperar que el destino hiciera el trabajo que a ellos les corresponde hacer y con el que, como vagos y ladrones, nunca han querido cumplir, así como el neofascista espíritu darwinista social que, como neomalthusianos boschistas neoliberales, les cunde hasta la médula, que les lleva a aplicar la ley de la selección natural a la sociedad y que sólo sobrevivan los más fuertes, es por lo que el fürhercito del Bronx y Villa Juana, a la cabeza de su desgobierno indolente para con los pobres y servil para con los ricos y los monopolios, que se complace cuando oye ¡Heil Leonel!, ¡Heil Bush!, ¡Heil Hitler!, es que la tormenta “Olga” volvió a representar otra catastrófica tragedia, con centenares y quién sabe cuántas vidas humanas perdidas, igual que con su nombre al revés Noel-León.

Ahora, sus gallaretas pagadas -las del fürhecito del Bronx y Villa Juana- sólo saben replicar que éste ni su gobierno tienen control de los cataclismos atmosféricos.

Ciertamente que es así, pero de lo que se trata es que son huérfanos de previsión y que quien no es capaz de prever no puede dirigir nada.

En efecto, dirigir no pueden, pero robarse los fondos del Estado sí pueden, y enriquecerse por medio del uso del Estado, que es lo que se llama corrupción, y que, por lo tanto, es política. Esto se lo decimos al borrego representante de la peste árabe que usurpa la Presidencia de la Suprema con carácter vitalicio, que se queja, en su ignorancia de borrego árabe convertido en ciudadano roma o gitano apátrida, de que se ha politizado la corrupción. ¡Qué imbécil! ¡Ah! Es que es un gerente de seguros de la mafia de los Buenaventura Báez, quien usurpa las funciones de magistrado de Justicia con carácter vitalicio, huérfano de vergüenza.

Robar, para enviar, por ejemplo, a través de la esposa unos 500 mil dólares (medio millón) a depositarlos en los EE.UU., a riesgo de apresamiento y el escándalo. ¿Fue la esposa de qué funcionario palaciego la que cayó presa y le incautaron el medio millón de dólares malhabidos desde el Estado en Norteamérica? No fue la de Leonel, para la que eso es una chilata. Tampoco fue, según creemos, la de Bonetti, cuya estirpe hasta a Trujillo le robó; si hubiese sido Martica la de Rafael Alburquerque, se hubiese ido a España a depositarlo porque ella es del Opus Dei. No fue la de Félix Bautista, que hembra no la tiene, puesto que Florángel Grullón de él se divorció por cundango confeso. Tampoco de “La Zalúa” Javier García, que aunque es de ellos creemos que también, para guardar las apariencias, se casó. No creemos que sea Dinorah, la del Mamut. Pues sólo queda la de Temístocles Montás, y sabido es que éste se ha vuelto de pelagato en pelegato multimillonario. ¡Ah!, también podría ser la del gorila y chivato Secretario de las FF.AA. -convicto del caso Adolfo Salomón- quien enviara a la hija de Marichal a hacer el depósito de marras ese de los 500 mil dólares que ilustran cuál es la única y principal preocupación de los funcionarios gubernamentales. ¿Pueblo? ¿Qué pueblo? Según ellos, éste es un burro sólo bueno para sacarle el agua del pozo, para luego matarlo a palos.

 

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