LOS ENEMIGOS DE LA NACION DOMINICANA PONEN EN MARCHA UN EXPERIMENTO DE FUSION DE NUESTRA NACION CON EL ESTADO TRIBAL HAITIANO EN ELIAS PIÑA

Dicho plan siniestro está organizado por el gobierno anti-nacional del pálido pelegato boschista, la Unión Europea y sus agentes anti-dominicanos de las hordas haitianas, así como por el declarado mercenario sindico de Comendador Luis Radhamés Minier y el aberrado Jaime David Fernández Mirabal

26-08-2014

 

Una investigación, realizada por el Movimiento Patriótico Independiente (MPI), en Elías Piña, ha puesto en evidencia, que esta provincia fronteriza está siendo usada como laboratorio para ir concretizando la integración, o fusión, de la República Dominicana con el Estado tribal haitiano.

En esta conspiración siniestra están involucrados: el gobierno anti-nacional de Dañino Medina, el gobierno local de Comendador, representado especialmente por el Alcalde o Síndico, y la Unión Europea, la socia capitalista que aporta los recursos económicos, como una inversión, que le permitirá luego extraer pingües beneficios.

Sonsacar a los jóvenes dominicanos a través de la actividad deportiva y los intercambios deportivos con los haitianos, para ir limando asperezas; integrar en un mismo organismo a los artesanos dominicanos y haitianos; involucrar en diversas actividades sociales comunidades de ambos lados de la frontera; son varios de los ardides implementados por todos estos conspiradores anti-dominicanos.

El Ministro de Deportes, Jaime David Fernández Mirabal, que tan inepto se ha mostrado en sus funciones, y que tantos conflictos ha creado con los deportistas dominicanos, no ha perdido la oportunidad de colaborar con los planes antinacionales, incentivando los intercambios deportivos con los haitianos; y dando a éstos facilidades para practicar aquí sus actividades deportivas.

El Comité Olímpico Dominicano ha contratado los servicios de técnicos deportivos cubanos, para asesorar equipos de ambos lados de la frontera, con fines de intercambios; echando sobre el Estado dominicano la carga de los salarios y las dietas de estos técnicos cubanos castristas. Sabemos que estos técnicos no circunscriben su actividad a la asesoría deportiva, sino que sus fines son más bien integracionistas; como parte de su alianza anti-dominicana con el imperialismo norteamericano, la Unión Europea, los filibusteros del Canadá, los argentinos y los venezolanos chavistas.

Con su visión integral, de su plan para fusionar nuestra nación con el Estado tribal haitiano, los conspiradores han concebido, y llevado a cabo, el programa Artesanía de Frontera, que agrupa a todos  o a una gran parte de los ebanistas, carpinteros y otros artesanos de Elías Piña, en alianza con su contraparte haitiana, el llamado por ellos Plateau Central, constituido por las comunidades fronterizas haitianas.

Es un programa patrocinado y financiado por la Unión Europea, y puesto en ejecución por los ayuntamientos de Comendador y de Juan Santiago. Otros socios colaboradores son, la Fundación PROGRESSIO y una organización de la ciudad italiana de Vicenza, tercera ciudad industrial de ese país, y primera en la llamada joyería de oro en Europa.

Para canalizar sus fines, el Ayuntamiento de Comendador ha construido un gigantesco edificio en la comunidad fronteriza de Carrizal, que servirá para que dominicanos y haitianos guarden, exhiban y vendan allí sus respectivas producciones artesanales.

Según afirmaciones hechas, al Movimiento Patriótico Independiente, por el señor Nelson de la Rosa, presidente del grupo de artesanos dominicanos que participan en este programa, los estatutos definitivos del mismo no han sido establecidos, debido a que los dominicanos se negaron a aprobar los estatutos originales, llevados por los patrocinadores, que les daban preeminencia a los haitianos sobre los criollos. “Yo puedo aceptar –dijo el señor De la Rosa—que usted venga a mi casa y se coma un plato de comida que yo le brinde; pero no puedo aceptar que usted venga, se instale en mi casa y comience a mandar en ella como si fuera suya”. Confesó que, a su parecer, el verdadero propósito de este programa, titulado Artesanía de Frontera, es la fusión de ambos países.

En recorrido por la ciudad, conversando con diversas personas, nos reconfirmaron  lo que ya sabíamos: el pueblo de Elías Piña es radicalmente reacio a la presencia de los haitianos en este lado de la frontera, y repudia la actitud de las autoridades que, confabulándose con los que planean la destrucción de nuestra nación, se muestran harto complacientes con los haitianos en las diversas áreas de actividad, dándoles alas y haciéndolos prepotentes y arrogantes frente a los dominicanos.

Por ejemplo, en el hospital público de Elías Piña, el área de pediatría está tomada por los haitianos. De cada 20 parturientas, 18 son haitianas, que luego reclamarán nacionalidad dominicana para sus vástagos. Cualquier paciente haitiano que requiera ser trasladado al hospital de La Maguana, o a cualquier otro, tiene la facilidad de conseguir ambulancia; mientras, a los dominicanos se les hace cuesta arriba poder ser trasladados.

Han proliferado, como la verdolaga, las diversas iglesias protestantes, compuestas exclusivamente por haitianos; iglesias que, aunándose con la Iglesia Católica Vaticano, predican la unificación de ambos países.

La única nota discordante, que pudimos hallar, respecto a la opinión general de los ciudadanos dominicanos sobre el caso haitiano, la representó el Síndico o Alcalde de Comendador, el señor Luis Radhamés Minier, reformista, llegado a ese puesto por la alianza espúrea del Partido Reformista con el Pálido Pelegato boschista. Luis Radhamés Minier, argumentando estupideces, como la de que él es y se siente fronterizo; que Elías Piña necesita desarrollarse, sin esperar a que el gobierno nacional decida hacerlo; que él ha conseguido diversos recursos millonarios, procedentes de la comunidad internacional, para ese desarrollo; y que, en este sentido, él ve a los haitianos como una oportunidad. Se desnudó por completo y expuso al aire sus desvergüenzas.

Esa oportunidad, que él dice ver en los haitianos, aunque no la esclarece de manera verbal, resulta harto reveladora de sus intenciones. Los planes anti-dominicanos del imperialismo yanqui, de la Unión Europea y demás aliados, han hecho afluir recursos económicos para facilitar sus fines; y él, Luis Radhamés Minier, sin tomar en cuenta los verdaderos fines imperialistas –aunque los conoce perfectamente-, se ha allegado parte de esos recursos para supuestamente desarrollar  a Elías Piña.

Al final de una acalorada discusión con los representantes del Movimiento Patriótico Independiente, que antepusieron los intereses integrales de la nación entera a la búsqueda del supuesto bienestar de una provincia; y que defendieron con vehemencia patriótica la soberanía de nuestro país, el Síndico, Luis Radhamés Minier, terminó repudiando la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, calificándola de disparatosa e injusta. Con esta última opinión, sus impudicias y mercenarismo quedaron más al desnudo.

Conversando con diversas personas de la población, sobre esta actitud del

Síndico Luis Radhamés Minier, todos repudiaron tal actitud anti-dominicana; y lo retaron a demostrar que él ha llevado algún tipo de desarrollo o bienestar al pueblo de Elías Piña; desarrollo y bienestar que sólo se notarían en sus propias cuentas bancarias.

 

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