CARNAVAL DE PROSTITUCION ELEVADA A SU MÁXIMO EXPONENTE CONSTITUYO LA FARSA ELECTORAL COMO CARICATURA DEL SUFRAGIO UNIVERSAL

Patentizado como fruto de la simiente que sembró y las obras que han continuado los discípulos del profesor de la traición, de la corrupción y la estafa que encarna en el leproso moral Juan Emilio Bosch Gaviño

18-05-2016

 

Nadie, absolutamente nadie, que respete la contundente verdad de la experiencia comprobada por los hechos, los fenómenos reiterados, los acontecimientos, los sucesos y las ocurrencias, puede pretender ignorar, que la monumental farsa electoral recién efectuada el 15 de mayo del presente año es el carnaval olímpico de prostitución de la llamada democracia representativa o burguesa, y de su trapo sucio, de uso específico para encubrir la inescrupulosidad, la orfandad de pudor y de decoro, que le corroe de pies a cabeza y de cuerpo y alma, y que son sus certámenes electorales, a título de sufragio universal; o bien, con todo descaro y la más olímpica desfachatez y desvergüenza, la más exacta caricatura burlesca de lo que se le llama sufragio universal o electoral.

Se trata de la prostitución y perversión, precisamente, de este tipo de evento, del que, interesada, como no menos perversamente, ha pretendido la derecha contrarrevolucionaria, servil lacaya del imperialismo norteamericano y del de la Unión Europea, junto hasta con la oprobiosa Iglesia Católica-Vaticano y su cristianismo parasitario y retrógrado, compartido por los inicuos y retorcidos protestantes en su totalidad.

Pero es el caso, que esa prostitución, en nuestra singularísima y sui generis, o sea, experiencia única, sin otro ejemplo conocido ni parecido, es obra exclusivo de la cimiente y obra del leproso moral Juan Emilio Bosch Gaviño; esto es, del espía pagado de la CIA y agente a sueldo del Departamento de Estado norteamericano; lo que significa ser sirviente incondicional de todos y cada uno de los gobiernos imperialistas yanquis desde por lo menos el 1940, pasando por el Congreso de la Cultura Libre, KurtulKlan, de la CIA, instrumento de ésta y de su antecesora, de igual naturaleza, para el despliegue de las más feroces campañas anti-comunistas, como por igual instrumento ciego del imperialismo y la reacción en la llamada guerra fría, en la construcción de la histeria hitleriana por parte del imperialismo yanqui y los países de la Europa Occidental, junto a la Iglesia Católica-Vaticano, en sucio afán por derrotar el comunismo; lo que, al fin y al cabo, y a pesar de las apariencias muy mal interpretadas, siempre ha concluido en el más rotundo fracaso.

Este es el “gran” (entre comillas y en medio del sarcasmo más feroz) significado histórico de lo que ha hecho y seguirá propiciando el leproso moral y mendigo del pensamiento, como indigente intelectual, Juan Emilio Bosch Gaviño. La lepra moral y ética le cundió hasta el más último rincón de su mapa genético. Y he aquí patentizada, en esta farsa electoral, prostitución sin par de su podrida democracia representativa, que culmina en darle al sufragio electoral el mismo valor y significación que encierra un papel sanitario luego de ser empleado para los fines que, de antemano, le quedan asignados.

El Pálido Pelegato Boschista y su gobierno espurio y abominable, con su cabecilla, el Gángster Murmullo, el Dañino Medina, junto a los perros del gángster Tataglia Miguel Vargas Maldonado, dando dos kilos de cocaína pura a los cabecillas de sus comandos electorales, frente al uno y medio que daban a sus comandos electorales los perros M, en el que la M no es otra cosa que producto de la excreción, de lo que deriva lo de excrementos, o sea, mierda, que a su vez reafirma el maridaje espurio del leproso moral, Juan Emilio Bosch Gaviño, con el tirano alimaña Joaquín Balaguer y que hoy se recrea y prosigue con el maridaje con las sabandijas así procreadas.

 

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