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La búsqueda permanente de la quinta pata del gato es el empeño por alcanzarse la verdad y desechar la mentira y el engaño como la estafa y la demagogia, como cuando se pinta al vicioso y abúlico decadentista Orlando Jorge Mera como un ser humano lleno de virtudes y limpio de perversidad siendo un verdadero dechado de las peores miserias humanas

El desalmado usurpador del Poder del Estado Luis Guaidó-Duque-Almagro-Pompeo-Judas autorizó junto con el Episcopado católico y las confesiones evangélicas que se hiciera un acuerdo de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago, la ACIS, con los haitianos, mediante el cual, el cónsul haitiano de Santiago James Jackes les otorgaría cédulas y pasaportes dominicanos falsos a los haitianos ilegales que invaden el país

 

01-07-2022

 

Carlos Marx formula en El Capital, su obra culminante en su quehacer intelectual-teórico, que su doctrina materialista dialéctica es eminentemente crítica. Siendo éste un elemento clave y vinculante con la dialéctica idealista de Hegel, que saluda el trascendental movimiento que fue la revolución burguesa francesa del 1789 al 1793 subrayando que, por primera vez, en todo el curso de la historia universal de la humanidad “el hombre intenta construir la sociedad humana de la cabeza para arriba”, en contraste irreconciliable con lo que, hasta entonces, había acontecido en ese vasto campo de la creación o construcción de la sociedad; en cuyo campo había ocurrido exactamente lo contrario; esto es, que la espontaneidad irracional del devenir histórico había campeado por sus fueros; pero, con la plataforma de hacer realidad o alcanzar la igualdad, la fraternidad y la libertad, que había forjado la Ilustración Francesa, con la contribución del universal movimiento de la Ilustración que, como continuación, a su vez, del Renacimiento, cabe decirse que tiene en Francis Bacon y su Nuevo Organum, que crea las ciencias modernas y deja atrás la alquimia y sus elucubraciones, sus más sólidas bases, que hace envolver en las esperanzadoras ideas de que, con la revolución burguesa francesa, se alcance el reino de la razón universal, del que tan perfectamente diera cuenta el gran pensador idealista dialéctico alemán Federico Hegel, de que: “Ha llegado el momento que todo lo existente muestre su derecho a la existencia ante los fueros de la razón universal o abandone sus pretensiones a la existencia”.

La duda cartesiana del “cogito ergo sum”, como divisa idealista extrema o solipsista, que conlleva a lo de, “pienso, luego existo”, cuando en la realidad acontece y es exactamente lo contrario, sólo puede pensar y tener raciocinio lo que de antemano existe objetiva y realmente. Lo demás es pura especulación oscurantista y supersticiosa, religiosa y reaccionaria.

Los economistas clásicos eran, bajo una u otra modalidad, partidarios del capitalismo, ya sea proteccionista o ya sea liberal, por demás, defensores o panegiristas de la propiedad privada.

Marx los estudió pormenorizada y detalladamente, haciéndolo con el punto de vista de su pensamiento, precisamente crítico. De los estudios de Adam Smith, de David Ricardo, etc., concluyó sus ideas del materialismo histórico y dialéctico, gracias a la más acuciosa y meticulosa búsqueda y hallazgo de la quinta pata del gato del régimen.

De esa búsqueda permanente de la quinta pata del gato, es que se hace posible conocer la esencia fundamental de las cosas, asestarles golpes demoledores y contundentes a las engañifas y falsedades del fenomenalismo y los fenomenalistas y su descreimiento agnosticista que condenan al hombre a no poder jamás conocer la esencia de las cosas, y desechar así todas las apariencias engañosas en que vienen envueltas las verdaderas cosas, que no son más que su esencia.

Conforme a la más antigua y venerable definición de filosofía como amor a la sabiduría, toda actividad, empeño y afanes que se desvelan en busca de la sabiduría, es equivalente al de la eterna búsqueda de la verdad, tanto en sí como de las cosas, lo cual ha terminado en la conformación de la socorrida expresión de: Buscarle la quinta pata del gato.

Y, es que, efectivamente, siendo este pequeño felino carnívoro-carnicero y teniendo cuatro patas, que cualquiera con dos ojos en la cara, y hasta con uno, es capaz de verlas, no obstante, esa, es solo la verdad aparente y vulgar sobre que el gato es un cuadrúpedo.

Lo que hace diferenciar y definir a este legendario felino domesticado de los demás animales cuadrúpedos, no son las simples cuatro patas que posee, como también las tiene su eterno enemigo, que es el perro, que es otro cuadrúpedo, carnívoro-carnicero por igual.

Las proezas y hazañas de los gatos no son obras exclusivas ni fundamentalmente de sus cuatro patas, sino de la armónica y dialéctica sincronización de cada una de las cuatro patas y de éstas entre sí con el movimiento sistemático para su desplazamiento veloz y para cuando éste no le es suficiente, frenar bruscamente y gaviarse a un árbol en un santiamén y más rápido que inmediatamente, y es por lo que, casi siempre, se escapa de las feroces mandíbulas de los perros, que tanto les gusta cómeselos, y culminar así, los gatos, victoriosamente sus hazañas y proezas, gracias a lo cual, no ha sido ni podido ser extinguido el gato, como otros tantos animales y, por lo cual, hay tantos en la lista de peligro de extinción, aún siendo más fuertes, grandes y poderosos, que los propios gatos.

Y esas misteriosas, pero reales habilidades y destrezas del gato son las que lo hacen un animalito que, en apariencia, es un cuadrúpedo, pero que en realidad no lo es; ya que, cabe decirse, que posee y es dueño de una quinta pata.

Así como nuestros historiadores nacionales o patrios exhiben una memorable estolidez, que es una ignorancia supina, acogida de modo complaciente y resultado de no tomarse la molestia de hacer la diligencia para dejar atrás la condición de inveterados filisteos que, diciéndose historiadores patrios o nacionales, es precisamente a la Nación y/o la Patria, como a la masa de la población a las que excluyen y las destierran para las calendas griegas o para el Ródano, al decir que hacen historia.

Lo más natural es que la generalidad de los dominicanos sean dados a aceptar gato entre macuto, adquiriendo carne de gato como de conejo, o de perro, para comérselo, como si fuera chivo o carnero u ovejo, lo que bien puede ser un mal menor, cuando en verdad se hace de la vista gorda para que, sin ser chinos, adquirir carne de perro simulando y auto-engañándose, fingiendo creer que es carne de chivo lo que está comprando; y para sentirse conforme con su habitual ignorancia supina, que les acredita la posesión de una indiscutible estolidez, estos petulantes, lejos de avergonzarse de su flagrante indolente ignominia, arremeten contra nosotros, por ser marxista-leninistas, esto es comunistas por convicción, acusándonos de vivir buscándole la quinta pata al gato.

Incurriendo en la flagrante ignorancia de que, contrariamente a lo que entienden, para nosotros, ciertamente que esto es motivo de orgullo y, modestia aparte, para envanecernos, puesto que, buscando derrotarnos, nos están reconociendo que por lo menos nos interesamos en ser consecuentes con la doctrina de Marx y Engels quienes, en todo momento, ponen de realce que su doctrina filosófico-práctico-revolucionaria y proletaria (socialista o comunista), es ante todo y sobre todo, eminentemente crítica.

Estos sujetos a los que nos referimos, gustan de ser fatuos, esto es, que se enorgullecen, arrogante y ridículamente a la vez, de su crasa ignorancia.

Pero que no se vaya nadie a creer que se trata de la humilde condición de ignorante preconizada por el filósofo griego Sócrates, que en la primera parte de lo que llama su método, que empieza con el momento del diálogo, cuya primera parte es la del examen y la crítica de las opiniones admitidas por la gente y que, en general, o casi siempre para no decir siempre, son opiniones falsas y están desprovistas de fundamentos sólidos, por lo que, precisamente Sócrates, le da el nombre de ironía, que consiste en la falsa sabiduría o conocimiento, de la que es necesario tener conciencia, es decir, ser consciente de la falsedad de lo que daba por verdadero; y bien subraya Sócrates, con este paso primero e inicial, no se ha descubierto aún la verdad, pero se ha barrido de la mente la falsa sabiduría, dando paso a la situación del segundo momento, y sin la cual a éste no se llega ni se puede alcanzar, que es el de colocar, en el lugar de falsa sabiduría, el deseo de alcanzar la auténtica sabiduría o el verdadero saber.

Este sería un estado de transición para alcanzar la mayéutica, que consiste en que la mente está alumbrada y limpia para que pueda parir el verdadero conocimiento, que es el que expresa lo que la cosa es, el concepto de lo que es en verdad y que puede concretizarse en una definición.

Cuidarse sobre todo de erigir la ignorancia como si fuera la verdad y la sabiduría, es por lo que abogan los partidarios de la sofística, para quienes poco o nada les importa la verdad, la sabiduría y mucho menos lo que es moral, como tampoco si llena los requisitos de la ética.

La búsqueda permanente de la quinta pata del gato es el empeño por alcanzarse la verdad y desechar la mentira y el engaño, como la estafa y la demagogia.

Cuando se pinta al badulaque, vicioso y abúlico decadentista Orlando Jorge Mera como un ser humano lleno de virtudes y limpio de perversidad, y como no portador de ignominias, infamias, canalladas y vilezas, siendo un verdadero dechado o saco de las peores miserias humanas, sólo quienes se guían por el gusanillo de la búsqueda de la vedad, entienden, sin sonrojarse, que Orlando Jorge Mera era un truhán y rufián de siete suelas y su mujer, la Villegas, tal para cual; que era un reaccionario y recalcitrante fanático religioso de carácter inquisitorial gerundial opusdeísta y de esas órdenes secretas que operan hacia lo interno de ese cártel de opiómanos. Su mujer y su hija son parte de esa siniestra orden de fanáticos inquisitoriales que visten con el uniforme del momento del suplicio de las víctimas.

En otro orden de hechos, el matador bien ha puesto los puntos sobre las íes y que ponen al desnudo, la jodida quinta pata del gato. Y confesó: “Le di cinco millones de dólares para el otorgamiento del contrato de la exportación de las baterías viejas, se quedó con ellos y no me dio el contrato ni me devolvió los cinco millones de dólares. Para la campaña electoral del 2020 le di dos partidas, una de tres millones de dólares y otra de dos para la campaña electoral de su hijo”, que hoy es diputado de extrema derecha, adiestrado por la orden brasileña nazi-fascista, fanática religiosa, que hizo los monstruos como Leopoldo López Mendoza, tecato, terrorista, asesino y conspirador, vende-patria y mercenario, como no hay otro.

Pero vamos al caso del flamante cónsul haitiano en Santiago, James Jacques, proveniente de las élites mulatas haitianas de los Pierre Charles, de los Price Marts y sus descendencias.

Esa situación que se da en Santiago y proyectada sobre todo el país y en perspectiva de subyugamiento del pueblo dominicano, como del subyugamiento y destrucción del Estado Nacional República Dominicana, con la directa participación de los mismos actores y protagonistas como cabecillas que, en el 1822, cometieron el crimen de lesa patria y de alta e imperdonable traición a la independencia y soberanía nacional de la hoy República Dominicana, proclamada con carácter de acto auténtico universal por José Núñez de Cáceres en la noche del 30 de noviembre del 1821 amanecer Primero de diciembre del mismo año, que es la única independencia auténtica y legítima de la Nación Dominicana, que vio la luz bajo el nombre de la República del Haití Español, correspondiente a la antigua colonia (la más antigua de toda la América Latina), para que los mercenarios anti-dominicanos cubanos, castristas y no castristas, para que los epígonos de éstos, los chavistas, maduristas venezolanos, con su estúpida idolatría del verdadero Souluque, que era el mantuano Simón Bolívar, como tan magistralmente lo describiera y definiera Carlos Marx, sigan cometiendo infamias e ignominias y canalladas contra el pueblo y la nación dominicanos.

Pero si son coprófagos (come-mierda) y sicofantes, esto es, espías del imperialismo yanqui e integrantes por siempre del Congreso de la Cultura Anticomunista de la CIA y de su Frente Cultural de leprosos morales de ese Congreso, que sigue siendo la plataforma perpetua de la CIA, que sigan haciéndolo, que ese castigo de ser a eternidad, come-mierda y leprosos morales, sólo hechos extraordinarios pueden romper el nudo de ese siniestro hechizo.

¿Cuál es la quinta pata del gato del intento de complot-conspiración de la repetición de la anexión que los enemigos españoles de la República  Dominicana, junto a Judas y comerciantes cibaeños santiagueros, teniendo a la Iglesia Católica-Vaticano y su Santa Alianza contrarrevolucionaria del funesto hechicero y oscurantista mayor Pío VII como cabecilla, que pretendiera volver las ruedas de la historia hacia atrás; tras la caída y muerte de Napoleón Bonaparte, juró no permitir jamás el triunfo de los movimientos nacionalistas y patrióticos de la independencia de las naciones, como tampoco permitir la entronización de repúblicas democráticas, basadas en los derechos democráticos ni del hombre, y, en efecto, es el representante de esa Santa Alianza contrarrevolucionaria, encabezada por la Iglesia Católica-Vaticano, con la abominable figura del alias arzobispo Valera, que procedió a darle el Golpe de Estado de febrero del 1822 al Estado Nacional, soberano e independiente, proclamado por José Núñez de Cáceres, que se llevó a cabo en la más íntima y estrecha colusión antinacional, anti-dominicana, contraria al pueblo esclavo de la colonia más vieja de América, que fue la Colonia La Hispaniola (primer nombre) y la Colonia del Santo Domingo Español de la Hispaniola, y que, habiéndole la metrópoli dádole su idioma, que hoy es reconocido y admitido como un propio y original idioma castellano dominicano, reconocido hasta por la Real Academia de la Lengua Española de España, dicho anteriormente esclavo, que se sintió esperanzado de obtener su libertad como los otros pueblos mulatos y mestizos de la América Latina, fue humillado, reducido y degradado a la condición de esclavo de esclavos, mucho más crueles, depravados y despiadados que los antiguos amos esclavistas españoles.

Como bien se vieran forzados a reconocer y admitir, los mismos anexionistas traidores de febrero del 1822, en el Manifiesto de enero del 1844, tenido como precursor de la separación del cruel amo negro de Haití y reconociendo que fueron vilmente estafados y puerilmente engañados por los terratenientes y comerciantes cibaeños, por su origen español, pero bajo la coordinación y ejecutoria de la Iglesia Católica-Vaticano y su Santa Alianza contrarrevolucionaria, quejándose con profunda amargura e ingenuo dolor de llantos de niños desamparados, que se quejaban de que, además de la opresión y la esclavitud social, a partir de la invasión haitiana del católico mulato haitiano Boyer y sus tropas tribales africanas, además de la esclavitud y subyugación social y racial, hubieron de padecer durante esos 22 años, la esclavitud nacional, que es mucho más dolorosa que la de los españoles.

Ese fue el infame e ignominioso movimiento febrerista, del que los experimentados mitólogos, sin talento ni ingenio alguno, de la Iglesia Católica-Vaticano, se inventaron la supuesta Trinitaria, con el incalificable cipayo catalán Juan Pablo Duarte y Diez como su fundador, como foco de la independencia y creación de la Nación, de la nacionalidad y de la República Dominicana.

Trátase, en verdad, de una colosal mentira y de una olímpica estafa inventada en el seno de los enemigos ancestrales más recalcitrantes de la soberanía y de la independencia de las naciones latinoamericanas en las antiguas colonias de España en América.

Veamos lo que en realidad, como conspiración y complot haitiano, se venía fraguando a escala internacional por parte de los hegemonistas y expansionistas invasores haitianos, con la complicidad de canallas y traidores dominicanos que, desde todos los flancos, se muestran huérfanos de sentimientos patrios y solo piensan y se mueven, como Judas, por monedas de oro y plata, por dinero y dólares. Desalmados que por un 10 % extra hasta desafían los riesgos de ir a parar al patíbulo y tener que enfrentar el paredón de fusilamiento.

A espaldas del pueblo y de las instituciones del Estado Dominicano, el gobierno de ese desalmado usurpador del Poder del Estado, Luis Guaidó Duque Almagro Pompeo Judas, lavador de activos, heredero de patrimonio  proveniente del narcotráfico y el contrabando, como de la trata de negras y prostitución, Abinader árabe y judío por el Corona, autorizó, junto con el Episcopado católico y las confesiones evangélicas, que se hiciera un acuerdo ilegítimo, ilegal e inconstitucional, de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago, la ACIS, con los haitianos, mediante el cual, el cónsul  cabecilla del consulado haitiano de Santiago y una banda de delincuentes facinerosos, dentro de la que el bandolero James Jackes es uno de esos traficantes y bandoleros, les otorgaría cédulas y pasaportes dominicanos falsos a los haitianos ilegales que invaden el país, en perjuicio y daño del país dominicano y del pueblo dominicano.

El mojón con muchos flecos no se atrevió a reconocer que él dio su anuencia y velado apoyo a esa conspiración anti-dominicana, como ya lo había venido haciendo en diversas formas y momentos; pero se asustó y se metió en miedo cuando el facineroso y delincuente seudo-primer ministro, Ariel Henry, un criminal nato, dijo que habían acordado entregarles los papeles de legalización a los invasores haitianos en la República Dominicana. Y más rápido que inmediatamente negó lo que había hecho, igual que como lo hizo cuando autorizó, a escondidas, que el difunto malhechor, Jovenel Moise, ejecutado por sicarios colombianos de la industria de Duque y Uribe de Colombia, desviara el Río Masacre, para uso exclusivo de Haití.

Otro tanto llevó a cabo el embeleco con lo de revisar la historia patria, en cuyas páginas se recogen los genocidios y actos criminales de lesa humanidad perpetrados por los haitianos desde sus bestias Toussaint Louverture, Duvalier, Cristóbal, Boyer y demás criminales de lesa humanidad, que los haitianos elevan a la condición de próceres y padres del enclave del despotismo y el crimen con pretensiones de Estado, sin llegar a ser nunca siquiera una mera Nación.

Estos episodios ilustran verazmente lo que, ciertos especímenes, sin respuestas y por mezquindades e intereses mezquinos, en aras de nuestro firme ejemplo, optan por lanzarnos en sentido peyorativo y como calumnia, lo de que estamos siempre buscándole la quinta pata al gato, y pueden estar seguros que gustosamente y sin falta, no dejaremos de hacerlo. Siempre estaremos en búsqueda de la quinta pata del gato.

Y recordamos que, antes de pretender zaherirnos, recuerden que tenemos nuestra piel curtida, y pensamos que los adversarios por igual la tienen.

Más no olviden el aforismo de que: Que tu lengua no diga aquello que tus oídos no soportan escuchar la respuesta.

Continuaremos

 

 

 

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