¡LAS BRUJERÍAS RELIGIOSAS P’AL CARAJO!
Lo que procede es la solución científico-práctica de: adoptar
las recomendaciones de autoprotección, aislamiento, distanciamiento
social, mascarillas y la atención médico-científica
Los jodidos idiotimbéciles religiosos, sin importar el nivel en que se
hagan portadores de tales supersticiosas y mágico-fantásticas
conjeturas, pues no tienen ningún contenido real y, por lo tanto, no son
propiamente ideas ni pensamientos, adoran e idolatran un invento
fantasioso que llaman dios, Jesucristo o Jehová, Yahvé y demás basuras,
a las que les atribuyen ser dueños y señores de los hombres y creadores
de sus situaciones y destinos.
Decían: “Jehová es mi pastor, y él me proveerá”, ó, “Cristo me salva y
me sana. El todo lo puede”.
Pero a esos bandidos y sus rufianes manipuladores, curas o pastores
protestantes, la pandemia del coronavirus covid-19, que es una expresión
material negativa de las posibilidades de la naturaleza y sus
componentes, les ha puesto ante el crucial dilema:
De seguir las reglas preventivas y apelar a la asistencia
médico-hospitalaria, o correr el riesgo inminente de agravamiento y
muerte.
¡Vayan a sus iglesias o templos, salten, brinquen, pataleen, golpéense
en el pecho y pídanle a su invento de brujería, su tal dios o Cristo,
que los cure y los proteja!
Por nuestro lado optamos por la solución científico-práctica de: adoptar
las recomendaciones de autoprotección, aislamiento, distanciamiento
social, mascarillas y la atención médico-científica.
¡Las brujerías religiosas p’al carajo!
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