Pactos de las mafias politiqueras de los corruptos partidos da la medida naufragio sistema y la bancarrota que los asfixia
¡Viva la lucha política!
 

La alianza, ya formalizada y todo, para transformar una situación de maridaje espurio y bastardo que llevara 44 años y seis meses de duración y que, para julio de este 2006, cumple sus 45 años de duración, entre el siempre prostituido y corrupto Perrodé y el balaguerismo como expresión del trujillismo sin Trujillo y de neotrujillismo, cuyo principal refugio político sigue siendo el creado por el tirano alimaña Joaquín Balaguer, esto es, el Partido Reformista Social Cristiano (el archicorrupto PRSC), que se ha pretendido erigir en instrumento para satanizar la práctica político-social de las alianzas, es en todo caso, además de normal y totalmente conforme a la naturaleza de la actividad política, el inevitable desenlace a que tenían que arribar ambas aberraciones corrup-politiqueras; y ahora más que nunca cuando, tanto el corrupto y traidor de siempre al país y a los intereses históricos del pueblo y la sociedad dominicanos, que es el Perrodé-Pepegato, como el refugio de las sabandijas politiqueras, que son lo más asqueante, repulsivo y degenerado del fétido mundo de la politiquería vernácula del patio, el entreguismo, la criminalidad, el robo, la depredación de todo cuanto tenga o tuviera algún valor para el país y la sociedad, como resultan ser los seguidores en vida y después de muerto del gran canalla que fuera Joaquín Balaguer Ricardo, se encuentran total y absolutamente en bancarrota y en quiebra, al borde de su insalvable hundimiento.

Ese maridaje, que adquiriría acta de nacimiento con la llegada de la avanzada del perrodeismo el 5 de julio del 1961, integrada por tres sucios personajes que son, con sus respectivos nombres, la comprobación viva y directa de todo esto que formulamos -Miolán, Mon (El Loco) Castillo y Nicolás Silfa-; los tres fueron balagueristas desde entonces hasta el día de su muerte y Angel Miolán lo sigue siendo, aún arteroesclerótico, hasta el día de hoy, y que ahora se formaliza pública y directamente en todas partes, si bien es prueba de la naturaleza traidora del rufián Juan Bosch Gaviño, también no deja de servir de testimonio probatorio de toda la honradez y la verdad que han contenido nuestras críticas y desenmascaramiento desde este Partido, que es el Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO), caracterizando al Perrodé como nido de estafadores y traidores, no sólo por Bosch y sus espurios manejos, sino por los de ese haitiano, anti-dominicano, agente de la CIA y del imperialismo norteamericano que fuera José Francisco Peña Gómez y el comportamiento de todos y cada uno de los que sean o huelan al Perrodé, en cualesquiera de las fases de su prolongado encubrimiento y su interminable proceso de metamorfosis aberrante, desde el 1961 hasta el momento actual, febrero del 2006.

Lo de que había que diferenciar la dirección del Perrodé de las bases de éste, al momento de criticarlo y denunciarlo, con que intentaban desvirtuar nuestras críticas, no ha sido más, tal cual lo denunciamos, que una patraña engañosa y degenerativa para seguir cogiendo de pendejo al país y al pueblo dominicano indistintamente, como en efecto lo han venido haciendo. Y ahí están los hechos.

Del principio de las alianzas en política, nosotros, los comunistas del PACOREDO, jamás hemos abjurado, como hemos reiterado que es la peor aberración oportunista la renuncia a la actividad política, pero desplegar esta actividad significa, ante todo, actuar con independencia.
Cuando de ésta se habla, necesaria y obligatoriamente se da por descontado la inevitabilidad y la necesidad, en un momento dado y para fines claros y objetivos, de establecer esas relaciones que se llaman alianzas, que son consustanciales en toda actividad política.

Pero, así como nadie que tenga sed, recordando las palabras de Lenin contra la depravación personal a que instaban ciertos camaradas, bebe del primer pozo de agua sucia e infestado que encuentre en su paso, con las alianzas y pactos políticos hay que tener mucho cuidado para llevarlos a cabo y establecerlos.

Los del Pálido-Pelegato gubernamental no pueden alegar nada válido ante y en contra de la formalización del maridaje espurio, por más nauseabundo y repugnante que éste sea, entre los especimenes perrodés-pepegatos y las sabandijas del tirano alimaña que ostentan la dirección del corrup-criminal, ladronazo y entreguista, canalla, infame y vil Partido Reformista Social Cristiano. Razones y ejemplos están de más, sobran y superabundan.

Ni los pelegatos pálidos de Leonel Antonio Fernández Reyna, esto es, del gobiernucho lacayo y genuflexo que este ciudadano encarna por segunda vez, como tampoco tienen moral para alegar nada sus aliados de hoy, entre los que se cuentan unos que otros segmentos de las colonias que, como estafilococos, constituyen las sabandijas del reformismo y aún peores que éstas, si es que cabe decirse o configurarse dentro de la escala de lo infame y lo canalla en este país que es República Dominicana, y cuya sociedad es sólo y únicamente equiparable moralmente a un gran latrocinio, si no a una pocilga.

¿O es que acaso no son todos y cada uno iguales a lo más execrable dentro del mundo de la iniquidad y la deshonra?

¿Qué diferencia, en cualesquiera escala de valores, hay o podría inventarse para discriminar a los seguidores del crápula Secretario de Asuntos Exteriores del actual gobierno, el puertorriqueño Carlos Morales Troncoso, de un Víctor Gómez Bergés, por ejemplo?

¿En qué iniquidad no han incurrido los que se alían, desde el terreno de esas sabandijas reformistas, con el Perrodé-Pepegato, que ya no haya sido practicado por los de la banda de esos reformistas que hoy se cimbrean en el desgraciado gobierno entreguista e irresponsable del pelegato que instrumenta Leonel Antonio Fernández Reyna?

O bien, ¿qué infamias están ausentes de Krapulinskis como González Queseyoqué Guayubín Espinosa y Vincho Castillo, de las tantas que descartan, por ser pan de cada día, socialmente a los rufianes del reformismo que hacen público su maridaje espurio con las bandas de truhanes y rufianes del Perrodé de Rafael Hipólito Mejía, de Milagros Ortiz Bosch, de Fello Suberví, de ese incalificable arquetipo de los que no pueden mirar de frente el sol, como lo es Ramón Alburquerque o un bastardo como Tony Raful?

Como se puede apreciar, no somos ni pretendemos erigirnos como parte de los que satanizan y buscan penalizar políticamente la cuestión de las alianzas, si es que acaso esa alianza fuera tal cosa y no el pacto entre gángsteres de la politiquería folclórica dominicana, que es lo que en realidad resulta ser la alianza de las bandas del Perrodé-Pepegato y las de las sabandijas que detentan la dirección del corrup-Partido Reformista Social Cristiano, sino que lo que buscamos es resaltar que tal paso efectuado es lo más natural que podía resultar de la situación de bancarrota, quiebra y descrédito total que abaten a todas esas bandas en los momentos actuales, ya que además de una larga trayectoria de traiciones que comparten los tres corrup-partidos, entre los dos de la alianza gangsteril rosada, hay de por medio el hundimiento común, pero por sobre todo entre ambos existe una plataforma ideológico-política de infamia común, que es el social-cristianismo de ambos grupos, lo que de por sí da fe de su condición mutua de canallas y desalmados que obedecen a una estrategia trazada desde hace mucho por los ideólogos y los peores centros diseñadores del parasitismo antinacional, amoral, corrupto y antipopular.

De los lúmpenes, degenerados sociales y desclasados de todo tipo del peñagomismo allí presentes, en ese pantano de los que se abrazan en esa alianza, no hay que abundar, y lo que detallada y concretamente tengamos que resaltar respecto a ellos, ya tenemos delante espacio y tiempo para efectuarlo sin que nada ni nadie nos pueda impedir que lo hagamos y lo vamos a hacer.

Ahora bien, no se puede pasar por alto que bajo el pretexto de la necesidad de efectuar un pacto político, o una alianza dentro del marco y la naturaleza de esta digna actividad, que es la política, a la que deben obligatoriamente concurrir todos los ciudadanos para tratar de enderezar los desgraciados derroteros equivocados por los que nos empujan personajes como los que protagonizan la alianza de marras, se esté tratando de consagrar, con la solemnidad que otorga la condición de Senador de la República, a comprobados delincuentes, ladrones inescrupulosos y desalmados, como serían los casos escandalosos de que, mediante esa asquerosa alianza, se vaya a postular por la Provincia de Elías Piña, como candidato a Senador, al personaje llamado Adriano Sánchez Roa, que se robó y desfalcó, hasta llevar a la más completa bancarrota, cuando el tirano alimaña lo colocara como su Administrador, al Banco Agrícola (Bagrícola).

Este sujeto anduvo prófugo de la justicia ordinaria por más de siete años, en tanto sus cómplices y tontos útiles usados como lúmpenes guardaron años de prisión preventiva y padecieron todo tipo de vejámenes. ¿Cómo es posible que esa alianza del Perrodé-Pepegato, del capo y ultra rufián Rafael Hipólito Mejía, con las sabandijas de la dirección del corrup-Partido Reformista Social Cristiano se produzca sólo para causarle esta humillación a los ciudadanos honrados y honestos de esta desgraciada sociedad dominicana?

Bueno, desde el punto de vista de la decencia y la honestidad, no hay ni habría nunca razonamientos lógicos congruentes con la moralidad y la decencia que lo justifiquen ni aún que lo expliquen, pero tratándose de un desecho inescrupuloso cuya moralidad sería equivalente a la de un hombre de las cavernas o al de Avignac, como lo es ese sujeto Rafael Hipólito Mejía y los Ramón Alburquerque, o del ladrón Salvador Jorge Blanco y su hijo, que hace honor al adagio de que de tal palo tal astilla o hijo de gato caza ratón, no ha de resultar extraño que estos desalmados lleguen a tales extremos, pues debe saberse que entre los mismos protagonistas, desde la acera de las sabandijas politiqueras del reformismo, se encuentran personajes como ese llamado Víctor Gómez Bergés y su hijo Gómez Casanova, que no sólo fueron ambos mercenarios asalariados del desgobierno de Rafael Hipólito Mejía y los pepegatos en todo el período 2000-2004, sino que el padre, dentro de ese dueto, amén de que fue uno de los cipayos que respaldaron la invasión norteamericana del 1965 y parte del gobierno títere y genocida contra los constitucionalistas del ’65 de San Isidro, que carga sobre sus hombros las matanzas, entre otras, de Mata Redonda y Hacienda Estrella entre Villa Mella y Yamasá, además de que del desfalco a Baninter cargó con un monto de no menos de 1,300 millones, sin contabilizar los intereses vencidos, amén de unos 12 ó 15 millones de dólares condonados por el gobierno de Rafael Hipólito Mejía, etc.

Y frente o ante estos hechos, ¿qué resultaría sino paja para la garza lo del ladrón y desfalcador en el Bagrícola de Adriano Sánchez Roa?
Pero esto es sólo un caso, puesto que abundan las repeticiones de tales acciones cobijadas bajo ese pacto, que más tiene de entente entre cuatreros y abigeos o alcapones modernos de la corrupción vernácula que de acto de alianza propiamente política.

Por ejemplo, la otra denominación a Senador por parte de esa alianza para el crimen contra el país, el descrédito de la digna actividad política y la humillación sádica de los electores y la ciudadanía, que se había ilusionado con que por medio de elecciones se podía lograr un adecentamiento aceptable de la atmósfera político-social de la República Dominicana, que hace ese pacto incalificable por su grado de podredumbre que destila por todos los poros de su cuerpo de la cabeza a los pies, es el caso, por ejemplo en Barahona, donde se presenta como el candidato a Senador por ese maridaje a nada menos y a nada más que el corrupto Noé Sterling, involucrado de cuerpo entero en la corrupción y robo por más de 500 millones de pesos efectuada con el subsidio del gas a familias pobres por el reformista Angel Lockward, junto a la aventurera desposada tras unas relaciones espurias por el lumpen José Francisco Peña Gómez, Peggy Cabral, así como por el hipócrita y perverso saltimbanqui Lalane José, que de la quiebra en que se encontraba saltó a ostentar, después de aquel desfalco, la propiedad de envasadoras de gas en Samaná por 50 millones de pesos.

Pero éste no es el caso más escandaloso de este carnaval de corrupción en que estarían involucrados los protagonistas del pacto gangsteril que ocupa nuestro comentario, pues con éste perfectamente compiten de tú a tú muchísimos casos más que hablan de la identidad entre iguales del Perrodé-sabandijas reformistas y de éstos con los pálidos-pelegatos, tanto en el presente gobiernucho del lacayo genuflexo Leonel Antonio Fernández Reyna como en su anterior gestión.

Así, se destacan dos casos que ameritan no dejar de ser mencionados, tanto ahora como en los tiempos venideros, no sólo para los comentarios cotidianos y coloquiales, sino para la historia política y la historia particular de la corrupción de los politiqueros en el marco de la política del patio.

Si Noé Sterling no tiene aval moral para optar por la Senaduría por el pacto Perrodé-sabandijas reformistas, tampoco hay razones de ninguna índole, que no sea la identidad de la naturaleza común de su dudosa nacionalidad y dudosa fidelidad a la nación dominicana ante los EE.UU. y sus consorcios monopolistas y sus designios imperiales, entre Leonel Antonio Fernández Reyna y su flamante Ministro de Exterior, Carlos Morales Troncoso, que no sólo conspira y empolla, como una gallina clueca o una incubadora hija de la tecnología primaria, toda suerte de conspiraciones y complots contra la nación dominicana, como se viera obligado a admitir y denunciar un funcionario y dirigente del Pálido-Pelegato en forma pública.

Y es que Carlos Morales Troncoso es la cabeza directa de su círculo de allegados políticos y familias como hijos, yernos, sobrinos, etc., que efectuó la falsificación masiva, a cambio de varios cientos de millones de pesos y dólares, de las visas diplomáticas para regidores de los distintos ayuntamientos del país. Y Leonel Antonio Fernández Reyna está consciente y debidamente informado al respecto, y todo lo gratifica con su complicidad y la protección de la impunidad.

Este es uno de esos dos casos.

El otro es el de la compra-venta del edificio en que actualmente se aloja la Dirección de Aduanas, cuyo Director, Miguel Coccorleone, es el personaje que se quedara, como acumulación originaria o capital originario suyo, invertido luego en su casa editora Alfa y Omega, del monto del robo que el grupo de Wellington, Tavares Villa y dos más efectuaran en Puerto Rico antes de ser apresados esos Palmeros y ex-caamañistas; y de otra parte el precandidato presidencial dentro del Perrodé por los pepegatos Miguel Vargas (en realidad Rivera) Maldonado, por un monto de 1,000 millones de pesos sin concurso, sino medalaganariamente, y apoyado por Leonel Antonio Fernández Reyna, en quien la permisividad para tales casos es una de sus virtudes más sobresalientes, la que ciertamente es propia del bajo mundo y los padrinos de la mafia, pero que sería inaceptable en el mundo de la política, por lo menos seria y que se precie de honrada.

En este caso se repite de nuevo el triángulo Perrodé-Pepegato y reformista hasta con la base común del social-cristianismo, como acontece en todos los hechos de esta naturaleza aberrada en el mundo de la politiquería o actividad gangsteril disfrazada de política, y de gángsteres que se hacen pasar por políticos.

Se trata de que Miguel Coccorleone -y que sepa que nos da un carajo que el Miguel Coccorleone se diga hombre guapo o cosa por el estilo, que de ese susto no morimos ni nos espantamos- y Vargas (Rivera) Maldonado -cuyo medio hermano de sangre, el extraviado Tony Rivera, se rumora como candidato a Senador por La Vega (¡Anda ei diablo!, diría un cibaeño de pura cepa) lograron que la Cámara de Cuentas, o más exactamente el Presidente de este organismo y sus adláteres, que no son todos los que están ni están allí, en dicho Tribunal, todos los que son, les diera carta de impunidad mediante una supuesta Auditoría, valga decir supuesta, puesto que los hechos y actos falseados y adolescentes -y no precisamente por la edad- de ser apócrifos, carecen de autenticidad una vez comprobada su dolencia, que acreditara esa transacción, a todas luces espurias.
¿Acaso hubo concurso?, por ejemplo, es una interrogante oportunísima, pero no oportunista por cierto.

Y bien, ese licenciado Máximo Castillo Salas, que todavía luce como un ñame del mercado de Mendoza o de la Zona Oriental con corbata, es de hecho un nuevo rico, cuya fortuna es tal que un allegado suyo nos confesó: “A Maximito, no lo matan ni queda mal ni por 500 millones, tiene residencia por más de 30 millones de pesos sin la evaluación de los ajuares, valga decir que tiene una flotilla de 3 carros de lujo último modelo, cada uno por un valor superior a los 3 millones de pesos, sus fluses y joyas, ¡Ay papá!”, tiene que ser investigado por las gentes de Depreco que encabeza el pelegato licenciado Líster y que actúa tan coordinadamente con Francisco Domínguez Brito, el flamante agente Opus Dei-baña-santos santiaguero Procurador General de la República.

Si en un plazo prudente las gentes de Depreco no proceden a instrumentar la debida investigación con respecto al Presidente de la Cámara de Cuentas, Máximo Castillo Salas y sus adláteres, nosotros vamos a proceder mediante abogados a depositar en el despacho de Depreco la denuncia-querella contra Castillo Salas y sus adláteres.
Como se sabe, ahora mismo, conforme a las leyes vigentes, es el acusado quién está obligado a demostrar cómo posee los bienes y riquezas ostentados en propiedad y usufructuados en consecuencia.

Y nos preguntamos: ¿Podrá hacerlo, igual que otros funcionarios del Estado y del gobierno, Máximo Castillo Salas? Bueno, ya veremos.
Entonces se volverá a batir lo de la compra del edificio que aloja a la Dirección de Aduanas, efectuada por Miguel Coccorleone a Miguel Vargas (Rivera) Maldonado.

La cuestión Coccorleone y Vargas (Rivera) junto a Máximo Castillo Salas y sus adláteres en las actividades de la Cámara de Cuentas se redondea aún más cuando, conociéndose de las asociaciones comerciales de Vargas (Maldonado o Rivera Maldonado) con prominentes pálidos y con otros tantos prominentes de la cuadra de las sabandijas del balaguerismo, sólo falta que digamos, para más seña, para subrayar la igualdad de Pálido-Perrodé-sabandijas reformistas, que el jefe de campaña de las aspiraciones presidenciales de Vargas Maldonado o Rivera Maldonado, lo es el flamante socialcristiano y todavía más flamante ex incumbente del Comité Olímpico Dominicano, José Joaquín Puello Herrera, que se enriqueció con las edificaciones y escenificación de los tristemente célebres juegos-derroches panamericanos.

Bien. Bien. Si el radioescucha y lector de “¡Despertar!”, ya sea impreso o de Internet, pues “¡Despertar!” sabemos que causa un placer inigualable impreso, por la prosa que estila, a pesar de que es escrito y elaborado por casi analfabetos, según las malas lenguas que, para honra nuestra, nos adversan, y sospechoso, según el poeta Tomás Castro Burdiez, por el esmero de su corrección y elaboración, lo que le resulta inexplicable para, en su mente de poeta confesar, con su forma, que le es demasiado fuerte tener que comprobar así la perversa calaña de calumniador y agente de los servicios secretos norteamericanos de su admirado traidor Juan Bosch Gaviño, que decía que no éramos nosotros, sino la CIA, quien elaboraba este periódico. ¿Acaso no lo recuerdan cuando Aristófanes Urbáez, Guarionex Rosa, Juan Bolívar Díaz, Aníbal de Castro y Goyito García Castro se complacían en difundir esas infamantes calumnias?

Pero no sigamos gastando nuestra buena pólvora en garzas.

Resulta que debe llamar la atención que la casi totalidad de los dirigentes envueltos en las bandas y por parte de los perrodés pepegatos son socialcristianos, como Ramón -la Bestia Leporina- Alburquerque, Andrés Bautista, el rufián y truhán gángster, el ex-Presidente, Rafael Hipólito Mejía, la Peggy Cabral, Papy Mangual, el ex-Presidente delincuente y cívico socialcristiano, Salvador Jorge Blanco, como su hijo, Jorge Mera, etc., lo mismo que de parte de las sabandijas seguidoras del tirano alimaña, que son formalmente socialcristianos, pues ahí fueron a parar como ratas cuando el barco del Partido Revolucionario Social Cristiano, creación de los jesuitas Francisco Arnaiz y demás opusdeistas franquistas venidos de España y Cuba de los Yuyo D’Alessandro, Caíto Javier, Moreno Martínez, Read Vitini y comparsa C. x A., CIA y demás malas yerbas, naufragara y ante el hecho, pues, barco que se hunde, ratas al agua.
Y ahora, henos aquí, con que del otro lado y en el medio de ambos nos encontramos con los Miguel Coccorleone, con los Guarionex Rosa, con los Wellington Ascanio Peterson, que se inició como socialcristiano, y de ahí su hermandad anti-comunista con Ramón Martínez Aponte que en paz descanse, así como con ese presuntuoso socialcristiano Bernardo Defilló y José Joaquín Puello Herrera, que amarran y amarran, siempre como buenos cristianos, a dios implorando y con el mazo dando.

Este cuadro, que con datos y hechos describimos, narramos y elaboramos, sólo habla y dice una cosa bien clara y contundente, y es que esa ubicación en todos los movimientos y partidos de esos huevos de serpiente socialcristianos, fue una estrategia diseñada y con fines de usurpación, de la que la falsa izquierda, por su vergonzosa impudicia de orfandad y raquitismo teórico, no llegó a salvarse, y es ahí que tenemos que soportar a la rata, el renegado revisionista y architraidor oportunista Narciso Isa Conde, hablando de que el ser imaginario, producto de la creación sincrética, que este infeliz ni siquiera entiende lo que es eso, que denominan Jesucristo, fue un gran revolucionario.

 

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