Richelieu y Mazarino, bajo la guía de los siniestros jesuitas y a favor de la monarquía francesa implementaron el enclave expansionista del Saint Domingue Francés con el propósito de apoderarse de la isla La Hispaniola y destruir la naciente nación que luego sería la República Dominicana

24-04-2025

 

Me propongo en esta memorable entrevista con el programa del Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO) explicar significativos e importantes aspectos de la situación presente en el país, que cabe ser definida como el proscenio o sea la antesala de una gran guerra civil.

Las causas de esta situación delicada, que quiere ser ocultada con la prensa amarilla vendida a los planes antinacionales del imperialismo norteamericano y de los países colonialistas de la Unión Europea, junto al nefasto imperio oscurantista de la Iglesia Católica-Vaticano, en particular a sus sectores de los nefastos jesuitas de la orden criminal de ese nombre, es decir, de los jesuitas, tiene sus raíces claramente establecidas en que la pandilla del haitiano Oguí Pié, alias José Francisco Peña Gómez, resume, sintetiza, todo el resentimiento que históricamente motivó a la Iglesia Católica-Vaticano a la creación del enclave expansionista que denominó Saint Domingue, es decir, Santo Domingo francés.

La creación del Santo Domingo francés tenía por objetivo exclusivo adueñarse de toda la isla de La Española, no descartando los procedimientos más criminales que se cocinaron en lo que fue el régimen esclavista colonial francés en el Saint Domingue.

Yo he dicho y he demostrado en reiterada ocasiones que Haití, como colonia, fue creada por el ministro jesuita Richelieu, que era Primer Ministro de la monarquía francesa, quien murió antes del establecimiento del enclave del Saint Domingue, o sea, de la colonia del Santo Domingo por los franceses. Murió en el 1642 y para dar prueba de que Richelieu, que era Cardenal jesuita había iniciado con su ascenso al cargo de Primer Ministro de la monarquía francesa de Luis XIII, había dejado iniciado el período en que los jesuitas iban a tener prácticamente una dictadura ininterrumpida sobre la monarquía francesa, e instrumentando, a través de esta monarquía, los planes de los jesuitas.

Cuando muere Richelieu en el 164, deja establecido como su heredero al otro Cardenal, esta vez italiano, de Mazarino para que lo suceda, dándose en consecuencia la situación de que prácticamente el grupo mafioso criminal del cartel de los jesuitas de Italia había pasado a tener pleno control de la monarquía francesa.

Y precisamente tenemos que Mazarino, al morir, deja en su lugar a otro jesuita, Colbert, quien es, en la historia de la economía francesa, el padre del utilitarismo.

Y entre los ejes, o sea, las coordenadas, que deja establecidas el Cardenal Richelieu para la política exterior francesa es la confrontación con el grupo de la monarquía que representaban los Habsburgo, que para entonces predominaban en la monarquía española.

Como es natural, la isla La Española habría de convertirse en un escenario de confrontación directa y escenario principal de la confrontación entre Francia y España.

Cabe señalar, que la política colonial francesa en lo que era el Continente Americano, la creación de enclaves coloniales esclavistas como prolongación directa de la clase dominante francesa, constituyó uno de los rasgos más sobresalientes de la gestión de los jesuitas, desde Richelieu, continuada al pie de la letra por el otro Cardenal, Mazarino, de origen italiano, impuesto como primer consejero económico del gobierno de Luis XIV, puesto que Luis XIII, el rey francés que regía durante la gestión de Richelieu, había muerto un año después que murió Richelieu.

Richelieu muere en el 42 y Luis XIII muere en el 1643, pero continúa la política de Richelieu con Mazarino que también era cardenal jesuita, pero de nacionalidad italiana, al frente de la ejecutoria del gobierno de Luis XIV.

 

Volver a la Página Principal