Fidel Castro en su visita al país concertó creación y entrenamiento para grupos paramilitares y de espionaje con el gobierno de Leonel Fernández

Uno de los objetivos particulares comunes entre Leonel Fernández y el dictador cubano, el oportunista revisionista Fidel Castro, fue la asistencia técnica de éste para la creación, al servicio del gobierno de Leonel Fernández-Pálido, de un cuerpo especial de servicios de inteligencia que debía operar, según fuentes que nos merecen toda la confianza, al servicio exclusivo de la Presidencia de la República y hasta cierto punto en forma independiente de las instituciones militares y de la Policía Nacional.

Según la fuente, son numerosas y de alto nivel los oficiales del aparato cubano que laboran ardua e intensamente en el país.

Para su labor con ese fin propuesto, han sido puestos a su disposición una buena parte de los militantes y dirigentes del Pálido que, tanto en Cuba como en otros países, habían recibido entrenamiento de esa naturaleza, así como los que, pertenecientes a otros grupos y movimientos de la falsa izquierda, hoy vendida en cuerpo y alma a los planes contrarrevolucionarios y a la globalización.

Como se sabe, el Pálido durante su época de oportunismo socialista se mantuvo enviando contingentes de jóvenes a los distintos países del bloque europeo de colonias "socialistas" del socialimperialismo soviético, así como a Cuba.

Ese cuerpo de espionaje y que estaría eventualmente listo para operar como fuerza paramilitar, sería parte importante de los planes dictatoriales del señor Leonel Fernández que, al parecer, está inmerso en forma desesperada por ver cómo se salva del cerco que cada día le estrechan más y más las fuerzas democráticas y populares ante su plataforma antinacional y antidemocrática que busca hundir definitivamente al país y al pueblo, desarticulando todo orden de carácter institucional así como vulnerando la legalidad constitucional.

Fidel Castro es un mercenario desempleado al que el pueblo dominicano vio como se cimbreaba y besuqueaba con los grandes verdugos y explotadores del pueblo dominicano.

Y es bueno señalar que el mundo está consciente de su carácter aventurero y de su nocivas prácticas de, a cambio de dinero y respaldo, fomentar guerras civiles donde los cubanos actúan exactamente iguales que los mercenarios de viejo cuño que actuaron en Africa y Asia, así como en distintos países de América Latina.

La opinión pública y las fuerzas sanas del país deben mantenerse en estado de permanente vigilancia y alerta, siendo conveniente que toda información que se posea al respecto se haga de conocimiento público, pues sólo las masas y sus representantes directos están conscientes de las terribles consecuencias que tales pasos inescrupulosos pueden acarrear en contra del país y su estabilidad democrática.