A raíz de que muriera la llamada Enma Tavárez Justo, hermana de Manolo Tavárez Justo, habiendo desempeñado éste un papel valeroso, dentro del estricto marco de sus intereses propios a los estamentos burgueses a que pertenecía y que pugnaban por desarrollarse, en la lucha final contra la dictadura del tirano Rafael Leonidas Trujillo, los promotores del subyugamiento espiritual y tergiversadores consuetudinarios de los hechos históricos, guiados con fines aviesos y contrarrevolucionarios, han querido presentarla como una gran dama y líder revolucionaria, íntegra, abnegada y desinteresada, capaz y pundonorosa. Siendo todo esto y cada una de esas cosas, en lo que respecta a Enma Tavárez Justo, falso.

Sin embargo, sólo han logrado expresar su propia, la de los alabarderos interesados, condición de clase y los fines espúreos a los que sirven.

Enma Tavárez Justo no tuvo nunca ninguna convicción revolucionaria ni mucho menos socialista ni marxista-leninista.

No fue además una persona que pusiera de manifiesto una vocación de servicio a las masas ni nada por el estilo.

Jamás, en ninguna circunstancia ni ante ninguna experiencia se conoció que Enma Tavárez Justo se preocupara o abogara por coadyuvar a la elevación de la conciencia política, o a la creación o corrección de los métodos, táctica o procedimientos de lucha, ni jamás, por otro lado, se empeñó en la elevación de la comprensión teórica de tal o cual principio marxista revolucionario ni por el desarrollo de la organización real y verdadera de las fuerzas revolucionarias, más bien se caracterizó por colocarse siempre de parte de quienes le garantizaran logros y facilidades para realizar sus estrechas ambiciones personales, jamás se mostró dispuesta a la defensa consecuente y revolucionaria al lado de la teoría marxista-leninista y en rechazo de la contracorriente oportunista (revisionista) que la rebajaba y pugnaba por su envilecimiento.

Lo único que le importaba y le conmovía eran sus mezquinas y bajas apetencias individuales. Por eso terminó corrompiéndose y envileciéndose en las filas finalmente de la guarida contrarrevolucionaria y capituladora del p"c"d.

Sería bueno que el mercenario Velázquez Mainardi dijera cuándo y cómo Enma Tavárez Justo fue la dirigente de supuestas "luchas clandestinas", o bien, ¿de qué tipo de lucha habla Velázquez Mainardi?

Su exaltación a un pedestal del cual no le corresponde ni el primer escalón, obedece de parte de quienes lo hacen al interés de fomentar falsos valores, situación deplorable de la que está repleta nuestra historia patria, y en particular el capítulo correspondiente a las luchas revolucionarias anti-imperialistas y socialistas.

Esa nociva práctica de crear una falsa historia a base de mitos, manipulación, ocultamiento de la verdad esencial y tergiversación, o presentando hechos aislados o verdades a medias, es muy probable que sea favorecida por ser la cultura imperante en nuestro país-sociedad resultado directo de la civilización cristiana, cuyo pilar no es sólo la mentira en todas sus connotaciones, sino la expresión más acabada y completa de la más vieja estafa y engaño que conoce la humanidad con carácter de continuidad, esto es, el cristianismo.

La condición y naturaleza de Enma Tavárez Justo al hacer su evaluación hay que sopesarlas a partir de su concurrencia y exaltación del pacto entre el PLD y Balaguer bajo la bandera del nefasto Frente Patriótico del 1996 en relación a toda su trayectoria y frente a cada viraje del movimiento.

¿Fue ese acto ignominioso y canalla de parte de Enma Tavárez Justo un lapsus en su trayectoria o fue la reiteración y desenlace de una trayectoria serpentina tanto personal como en sus actividades "políticas"?

El análisis minucioso y detallado por quienes la conocieron desde el mismo día en que llegara de Montecristi caminando perdida en la calle "El Conde" buscando dónde quedaba el local de la Agrupación Política 14 de Junio, saben que actos como aquella ignominia del Frente Patriótico se sucedían a menudo en su vida, tanto en público como, preferiblemente, a escondidas.

Pero levantarle la mano, besuquear y llenarse de emoción conmovedora por estar al lado de Balaguer y los pilares de tantos crímenes desde la época de Trujillo hasta el presente, no siendo nada nuevo ni nada capaz de alterar el veredicto sobre esta persona (sujeto), marcó definitivamente con el sello de la infamia y la impostura su superficial como etérea trayectoria.

Enma Tavárez Justo fue movida todo el tiempo por un inconfundible sello de clase de los estamentos provinciales de las clases medias ambiciosos de escalar social y económicamente. Consecuente todo el tiempo con esta condición clasista, desplegó una conducta política y hasta personal dond