Asesinato a mansalva de humilde chofer frente al hipócrita consternación de Hipólito Mejía por desastre de aviación en New York

 

El lunes 5 de noviembre, en la comunidad de Guerra, una patrulla policial se presentó a la casa de un humilde trabajador del transporte público, al lado de cuya vivienda habían dejado abandonado un vehículo robado en días anteriores.

Ricardo Concepción Castro fue sacado preso de su humilde vivienda, y no valieron los ruegos por su parte de que él era un hombre honrado que vivía de su trabajo, y que nada tenía que ver con el robo de ese carro dejado al lado de su vivienda ni con ningún acto de carácter delictivo.

El policía, a sangre fría, le descargó su arma asesina en la cabeza de Concepción Castro, haciéndole volar la masa encefálica.

Luego se presentó una patrulla y se llevó todos los ajuares que tenía el infeliz Concepción en su vivienda. Cargando hasta con un puerquito que tenía en el patio.

Son los casos como éste que reclamamos tengan un punto final. Pasaron más de siete días antes de que la Policía Nacional aceptara que fue un miembro suyo quien cometió el hecho, y tuvo que acceder a traducirlo a la Justicia.

Hipólito Mejía no tiene ni siquiera moral para decirse consternado del accidente de aviación que le costó la vida a casi 2 centenares de dominicanos, pues en dado caso entre Hipólito Mejía, el gobierno, el PRD y Candelier, cargan con más de 500 muertos en los 15 meses que llevan gobernando juntos.