MONOPOLIOS GOBIERNO BUSH

El fascismo como su receta ante la crisis

 

El fascismo se ha entronizado en los EE.UU. marcando un grave retroceso y haciendo desaparecer los derechos democráticos, particularmente de los inmigrantes.

La nueva ley promulgada por el fantoche presidente George Bush sobre los inmigrantes, poniéndolos bajo el control de los cuerpos de inteligencia y de seguridad del Estado, los que pueden apresarlos, acusarlos y hacer de ellos lo que les venga en gana, así como las persecuciones que sobre cada inmigrante pesa por el delito de no ser norteamericano, son los hechos los que nos permiten asegurar que es el fascismo, como expresión política de los intereses de los monopolios, el que ha sentado sus reales en la vida política y social norteamericana.

Y no cabe duda de que todo empezó con el fraude y la componenda que se efectuó en las últimas elecciones en los EE.UU. para llevar al troglodita Bush a la Presidencia de ese país.

Partiendo de los acontecimientos en marcha en el centro que hegemoniza la vida en el mundo y de lo que allí está ocurriendo, cabe decir que éste es el desarrollo en su seno de un grosero proceso de regreso de la democracia bipartidista a la más salvaje y agresiva reacción política, o más exactamente, hacia el fascismo, y no puede nadie engañarse creyendo que todo eso es el resultado de los hechos del 11 de septiembre, pues por encima del dramatismo y la excitación propagandística con que los monopolios y sus politiqueros exacerban el espíritu patriotero barato y estúpido (chauvinista) de los norteamericanos, existe una patente e inocultable realidad que es la crisis económica de sobreproducción que nadie puede ocultar ni negar, que afecta a todo el cuerpo del imperialismo mundial o globalizado, y que es la real y verdadera base de sustento del cuadro de temores y agresividad incontrolables a que, a su vez, les hace ver, a los círculos de Poder, que el fascismo es la receta para mantener bajo control la situación tanto en la metrópoli como en sus dependencias neocoloniales, cada vez más convertidas  en colonias de viejo tipo.

El Banco Mundial, agencia del capital financiero internacional, en su reciente informe sobre las perspectivas económicas mundiales para el 2002, del día 31 de octubre del 2001, reconoce que: “La economía se desliza peligrosamente hacia la recesión” agregando que lo peor es que: “es riesgosa la situación por ser la primera vez desde 1982 en que EE.UU. y Japón registran una desaceleración al mismo tiempo”.

Por otra parte, el funesto agente de la oligarquía financiera mundial que opera como Presidente del BID, declaró en una sesión del Consejo Permanente de la OEA: Esta es una de las coyunturas más difíciles que hemos tenido en muchas décadas, “descentralización financiera, desempleo, recesión y por ahí una involución”.