Presidente
del “Poder Ejecutivo” de los banqueros y el imperialismo atrapado en
flagrante corrupcion En
verdad los exabruptos amenazantes del ahijado del dictador Trujillo,
convertido en flamante Presidente del Poder Ejecutivo, órgano de los
monopolios norteamericanos y del capital financiero internacional, de los
grupos de banqueros “criollos” y de la transnacional católica, no
obedecen a que sea honrado ni honesto ni a que quiera un gobierno suyo sin
corrupción. Sería otro el interés particular del ahijado del dictador,
Rafael Hipólito Mejía, que nada tiene que ver con la honradez ni con la
honestidad. Se
trata de que si el ahijado del sátrapa de San Cristóbal, Rafael Hipólito
Mejía, tratara de contrarrestar la corrupción que impera en su
administración, ya hubiese destituido y mandado a meter preso al
Secretario Técnico de la Presidencia, el tal Rafael Calderón, hombre
capaz, según parece, de comerse un tronco de palma real y no botar ni
siquiera aserrín ni hacer erupción, o a su cuñado, Sergio Grullón, si
no al Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, Guido Gómez Mazara. Nos
referimos al escándalo del préstamo de los 368 millones de dólares que,
para sanear el Río Ozama, la Comisión de Finanzas del Senado gobiernista
rechazó, alarmada por el carácter de estafa brutal del tal proyecto de
préstamo. Según
el informe del rechazo emitido por la susodicha Comisión, el Proyecto de
Préstamo era una estafa monstruosa. Pero el Proyecto de Préstamo fue
secundado, apoyado y respaldado por la Secretaría Técnica de la
Presidencia y por vía de ésta, tenía a su vez el respaldo también del
Poder Ejecutivo. Uno
de los datos que ofreció la Comisión apuntaba que, según el contrato
del intento frustrado de estafa, la firma ejecutora aportaría US$188
millones, mientras que el resto, esto es, los otros 180 millones de dólares,
los aportaría el Estado Dominicano; pero éste tenía que permitir que la
firma ejecutora se cobrara la partida correspondiente al Estado Dominicano
en tierras a escoger en lugar no establecido ni en qué condiciones. Aún
más, los 188 millones que la firma ejecutora aportaría, los buscaría
concertando un préstamo a nombre del Estado Dominicano por los 188
millones de dólares con un pool de la banca internacional, o sea que
tampoco tenía dicha firma un chele contante y sonante, y los intereses
del préstamo los pagaría el Estado Dominicano. El asunto es claro como el agua de beber: Para que ese Préstamo llegara como Proyecto al Senado con la firma del Poder Ejecutivo, es decir, de Rafael Hipólito Mejía, se requería que hubiese un acuerdo múltiple entre éste, el Jurídico del Poder Ejecutivo, el otro, el Secretario Administrativo Sergio Grullón y Rafael Calderón, Secretario Técnico de la Presidencia. Y todavía todos están ahí y no hay ningún preso. ¿Dónde están la honestidad y la honradez? |