Con su cinismo, los doctores Rojas de la Clínica Abreu y Fernando Contreras del mismo centro médico donde atendieron al tirano despótico moribundo, consistente en clamar por actos mágicos-religiosos, supersticiosos y propios de brujería barata y vulgar y por esa vía dizque sustentar la posibilidad de recuperación de un enfermo que bien podría entonces ser calificado como muerto de confianza en el más corto posible de los plazos de tiempo, en realidad lo que estaban haciendo era burlonamente declarándolo muerto seguro, o poniendo en evidencia las taras supersticiosas y mágico-religiosas de la brujería que lastran el ejercicio de la medicina en el país, aún en el Siglo XXI, sin que les dé vergüenza ni apuros. ¿Por qué no enjaularlos y exhibirlos junto a canguros australianos?

Su expresión de que estamos seguros –dicha por los médicos de marras- de que con oraciones, dios y la virgen de la Altagracia si quiere lo llevaremos a feliz término, y más adelante montar el show de mal gusto de anunciar que el domingo o el lunes se le daría de alta y estaría –el moribundo– de regreso a su casa, resultan incalificables.

No cabe duda de que todo era parte de una cínica y grosera burla de carácter demagógico politiquero y que se trataba, ni más ni menos, de la expresión invertida con la cabeza para abajo y los pies para arribas de la seguridad inequívoca de que el señor Joaquín Balaguer Ricardo volvería el domingo o el lunes a su casa, pero precisamente en la forma en que fue llevado, esto es, muerto y ya convertido en cadáver.

En la hipótesis o supuesto de que se produjeran esos reclamos y pedimentos a su tótem llamado dios por medio de esos pedigüeños procedimientos, parte de todo instrumental hechicero, místico o mágico-religioso llamado ruego u oración como válidos y efectivos, no cabe duda de que su tótem no quiso oírlos y se lo llevó para que dejara de hacer daño a los demás seres humanos y a su país, descalificando así la calidad y validez de los ruegos insensatos de los balagueristas.

Otra cosa es que tampoco lo quiso el mitológico ser llamado Virgen de la Altagracia que no es más en verdad que una empresa comercial-productiva de los avivatos curas y su catolicismo plagado de engaños, mentiras y estafas propios de vividores a costa de los cándidos e ingenuos así como de las masas ignorantes del pueblo.

Quedaría sólo elucidar la única y objetiva verdad consistente en reconocer la realidad y validez de la ciencia como expresión de las leyes científicas y objetivas que rigen los diferentes campos de la naturaleza, la sociedad y el hombre. Siendo la ciencia la síntesis-conciencia o resultado consciente del desarrollo en conjunto de las prácticas de la experimentación científica, de la producción y distribución de los productos obtenidos en ese proceso creativo, así como de la práctica de la lucha de clases entre explotados y explotadores, repetimos, que siendo así, la ciencia médica en particular no está para resolver los problemas propios de su campo en base a eso de dios, religión, oraciones que son sólo y únicamente puros engaños o basuras sustentadas y difundidas para estafar y mantener endrogadas a las masas para que sus verdugos opresores y explotadores puedan seguir viviendo de ellas.

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