Es ahora Carlos Dore confeso agente CIA y AID yanquis quien enaltece virtudes del renegado Narciso Isa Conde

 

El renegado revisionista Carlos Dore Cabral, viejo oportunista del desaparecido partido capitulacionista dominicano (pcd), actuando ya como politiquero barato del Partido de Liberación Dominicana (PLD), pretende pasar de contrabando la tan inaceptable como vana pretensión suya de un convicto y confeso renegado revisionista de que ese grupejo de Narciso Isa Conde, el Gordo Cuello, el mismo Carlos Dore, los Mario Sánchez Córdova, Braulio Torres, Julián Peña, etc., no colaboró ni fue beneficiado privilegiadamente por la dictadura del déspota tiránico Joaquín Balaguer, sino hasta el año 1977, fecha en que este sangriento gobierno lo legalizó oficialmente. Como se ve, aceptando su colaboracionismo, pretende regatear lo de la legalización privilegiada del desaparecido partido capitulacionista dominicano.

Pero nada más falso que ese infame alegato. Al parecer se trata de una orquestada campaña del trío de renegados, de Narciso Isa Conde, del Gordo Cuello y del mismo Dore Cabral para engañar a jóvenes que hoy tienen de 15 a 40 años, y que para los inicios de la segunda parte de la década del ’60 eran apenas niños, o jóvenes adolescentes para las décadas del ’70 ó el ’80.

Desde la misma constitución del partido capitulacionista dominicano, en el 1965, se evidenció el carácter social traidor de ese grupejo, y ello se reafirmó durante todo el resto de esa década con su respaldo a todas y cada una de las tesis revisionistas de la dirección del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), responsable de la traición y de la desaparición del bloque socialista, así como respaldando todo tipo de adefesios teóricos y prácticos de la política del PRD y de Bosch, así como del castro-guevarismo, como se hicieron agentes de la tesis fascista y trujillista de Juan Bosch de la dictadura con respaldo popular.

Más adelante, desde el 1971, el renegado Gordo Cuello, que fue el principal teoricucho del revisionismo traidor del patio sustentado por el partido capitulacionista dominicano, formuló y escribió todo un panfletón en defensa y justificación del socialreformismo que serviría de base a la directa colaboración, pública y abierta, del partido capitulacionista dominicano con el tirano, déspota y dictador, Joaquín Balaguer, aduciendo un supuesto carácter progresista de las llamadas leyes socialreformistas y contrarrevolucionarias de Joaquín Balaguer para la cuestión agraria.

Los cuadros y simpatizantes del revisionismo pecedeísta pasaron, desde fines del ’71 y, sobre todo, en todo el año ’72, a trabajar con Balaguer en el Instituto Agrario Dominicano, en ONAPLAN, en la Secretaría de Obras Públicas y Salud Pública, así como en otras dependencias estatales, tal y como la Secretaría de Agricultura del gobierno balaguerista de los 12 años.

Más adelante, ese mismo traidor y renegado repulsivo, Carlos Dore Cabral, se declararía trabajando como consultor, óigase bien, de la Agencia Internacional de Desarrollo (AID), dependencia directa de los EUA y cobertura de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana en el país, así como la orientadora del Grupo Consultivo de Ayuda Militar (MAAG), representante de la intervención norteamericana en la República Dominicana.

Carlos Dore fue, conforme a documentos y datos, captado para los organismos de espionaje norteamericanos en el país, siempre cubierto por la Agencia Internacional de Desarrollo, en tanto era miembro, como él mismo lo reconoce, del Comité Político del partido capitulacionista dominicano de Narciso Isa, cosa que él mismo ha confesado, junto al Gordo José Israel Cuello y al traidor y renegado Narciso Isa Conde.

Es claro que el malsano interés en decir que la colaboración del partido capitulacionista dominicano con la dictadura yanqui-balaguerista de los 12 años sólo fue cosa del 1977, persigue como fin ocultar que, realmente, el partido capitulacionista dominicano y todos sus militantes eran efectivamente agentes de la contrarrevolución infiltrados en las filas de la revolución.

Esa colaboración del partido capitulacionista dominicano con el balaguerismo sirvió para dañar la moral de la juventud así como a diversos sectores oposicionistas en la lucha contra la dictadura, y todo ello fue el reflejo directo de la concepción y la práctica traidora del revisionismo y sus posturas, propias de mercenarios.

¿De qué seriedad hablan los renegados como Carlos Dore, Narciso Isa Conde y el Gordo Cuello?

Estos, igual que Mario Sánchez Córdova, que Julián Peña, que al morir era balaguerista declarado, que Rubén Silié, que es hoy de los que respaldan a la ratatatá Milagros Ortiz Bosch, y demás de la recua de renegados, traidores, han sido y serán siempre no otra cosa que renegados, oportunistas y architraidores a la causa del pueblo, del socialismo y de la lucha por los intereses de los trabajadores en contra de sus explotadores.

 

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