Compulsivamente proceden las distribuidoras, con el concurso de fuerzas represivas policíaco-militares aportadas por Rafael Hipólito Mejía, a obligar a la población al pago de facturas abultadas tanto por las computadoras manipuladas, como por la alteración y descontrol de los contadores a través del recurso de los apagones, de los altos voltajes y caída brusca del mismo voltaje, lo que provoca un desbocamiento de los medidores, o sea, de los contadores.

Para despejar dudas al respecto, reenganchó al ex Jefe Policial, Rafael Guerrero Peralta, y como General lo puso a la cabeza de la llamada Policía Anti-fraude para servir a las distribuidoras.

Este genízaro es un pájaro de muchas cuentas y es de los responsables directos del secuestro y muerte de Narciso González, hecho que se produjo bajo su Jefatura policial. Y no sólo esto, sino que Guerrero Peralta es el encargado de la seguridad personal del Jefe de FENOSA en el país, o sea, que es un mercenario al servicio del principal pulpo de las distribuidoras que aplastan al pueblo con sus estafas a través del abultamiento de facturas y cortes abusivos.

Rafael Hipólito Mejía cada vez queda más al desnudo como un lacayo sumiso a los monopolios. Su gobierno es una afrenta, además de una vergüenza nacional.

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