El PRD-Rafael Hipólito Mejía rehuyen responsabilidad estatal salud y atención médica del pueblo

 

La llamada Ley de Seguridad Social, que en realidad debería llamarse ley del genocidio humano en beneficio de los banqueros y los monopolios, se tiene programado para empezar a aplicarse a partir del 1ro. de noviembre del año en curso. Así lo han ordenado Rafael Hipólito Mejía y su gobierno.

Lo peor del caso es que se ha vendido la falsa imagen de que con dicha aplicación serán resueltos los problemas de asistencia hospitalaria, el de la calidad de la asistencia médica, la carencia de medicamentos, la falta de camas, la inoperancia de los hospitales públicos, etc., que hoy día sufre el pueblo dominicano.

Se ha difundido, con la complicidad desinformativa de la prensa amarilla y comercial, que por fin con la mal llamada Ley de Seguridad Social, esto es, en verdad la ley del genocidio sin miramientos ni paños tibios, será resuelto el problema de salud para los enfermos de la comunidad dominicana.

Como la prensa radial, escrita y de televisión sirve irrestrictamente los intereses de los capitalistas y es parte viva o sustantiva del sistema capitalista de explotación y opresión, esto es, son elementos componentes del sistema de propaganda de este sistema económico-social y político, dichos medios de propaganda no dicen ni enseñan al pueblo lo que será en verdad esa mal llamada Ley de Salud.

Vamos a tratar sólo dos aspectos de la misma.

Se trata de dos aspectos para que el radioyente o lector de "¡Despertar!" entienda de una vez por todas que con esa Ley de Salud serán o ya han sido privatizados los que antes eran hospitales públicos, y los servicios hospitalarios y médicos serán iguales a los servicios que a la población le ofrecen las llamadas distribuidoras y generadoras de electricidad, que con sus atropellos han llevado tanto al pueblo como al país al borde de la sublevación popular y de la desobediencia civil.

A partir de la vigencia plena de esa ley de marras, los dominicanos empleados de empresas grandes o de tamaño considerable tendrán una tarjeta de seguro con la cual dispondrán en los hospitales, hasta ayer públicos, de una asistencia de acuerdo con lo que hayan pagado por concepto de seguridad social.

Pero sucede que como en República Dominicana es sólo una minoría de la población la que tiene ese tipo de empleo, en tanto que la mayoría, que es el verdadero pueblo, no tiene empleo, ya que es desempleado, vive de lo que aparezca para hacer o tiene un miserable negocito, si no una miserable tierrita o parcelita que trabajar, esta grande mayoría, esta inmensa mayoría de dominicanos, no tendrá la dichosa tarjeta de salud, y por lo tanto, cuando tenga que ir a un hospital de emergencia por un dolor, por una herida, por una enfermedad o por una gripe de esas que todos conocemos, sólo tendrán como respuesta: "no hay médico", "no hay cama", "venga dentro de 4 ó 5 meses para ver si lo atendemos".

En pocas palabras, prepárese para que los suyos, por lo menos lo entierren.

Pero además, resulta que esta mal llamada Ley de Salud y Seguridad Social, no cubre ni le da tarjeta a ningún trabajador que tenga más de 45 años de edad, aún cuando esté empleado.

Será dentro de cinco años, esto es, a partir del 2007, cuando los envejecientes a partir de los 45 años podrán tener un seguro de vejez o un sueldo de retiro.

Ya con estos dos aspectos el radioyente o el lector de "¡Despertar!" debe entender por qué esa ley en vez de Ley de Seguridad Social debe llamarse en realidad ley de la irresponsabilidad estatal para con la salud del pueblo y ley que oficializa y legaliza el genocidio contra la inmensa mayoría de dominicanos. Por ello la lucha es el único camino a mano. ¡Ni un paso atrás! ¡Adelante pueblo!

 

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