EN JUICIO DE FILADELFIA EN EE.UU.

Un juez dictó sentencia cuando un jurado aceptó evidencias de que Peña Gómez era protegido de la CIA, del Departamento de Estado USA, del FBI e informante de otros órganos espías yanquis

Ya se anunció que el ciudadano llamado Rafael Hipólito Mejía, quien preside su gobierno de espaldas al pueblo dominicano, contrató a una firma de abogados norteamericana que llevará a cabo las labores pertinentes para revertir las evidencias que, al ser comprobadas en un juicio verbal, público y contradictorio por un jurado, éste solicitó del juez y al efecto obtuvo que fueran declaradas como buenas y válidas las demandas en daños y perjuicios en el justo cumplimiento de sus funciones de parte de dos agentes del DEA que habían sido atropellados por sus superiores al acusar al politiquero haitiano actuante como Caballo de Troya contra la República Dominicana, llamado José Francisco Peña Gómez, de haber recibido 500,000 dólares del narcotráfico cuyos miembros operaban en el año 1996 en la ciudad de Filadelfia.

Los agentes norteamericanos del DEA habían ubicado la relación de Peña Gómez con el narcotráfico y al comunicar su hallazgo a sus superiores, recibieron de éstos la orden de abandonar esas investigaciones de inmediato y guardar absoluto silencio al respecto.

Al dedicarse a indagar las razones de la orden recibida en forma tajante, contraviniendo sus superiores las reglas del Departamento, descubrieron que José Francisco Peña Gómez era protegido en esas actividades por la CIA, por el Departamento de Estado, por el Departamento de Justicia de los EE.UU. así como por otras instituciones de espionaje pertenecientes a dicho país.

Grande fue el asombro en que cayeron los dos agentes del DEA cuando además fueron objeto de sendas suspensiones en sus funciones y puestos en retiro sin tener ni la edad requerida ni haber cometido faltas en sus funciones.

Así, en el año 1997, presentaron su demanda en la Corte correspondiente, y el veredicto del juez acogiendo la decisión del jurado sustentada en las pruebas y evidencias hechas públicas por los demandantes y su cuerpo de abogados, fue dada oficialmente a conocer hace unos dos meses.

La pregunta obligada es, si hay alguna firma norteamericana de abogados tan experta y amaestrada en las luchas legales que sea capaz de alterar las evidencias que convencieron al jurado de su decisión libre y en pleno conocimiento del caso, o bien que haga que un juez desconozca las evidencias que sustentaron la sentencia a favor de los demandantes.

Eso de contratar una firma jurídica norteamericana para que pelee el caso es un asunto peliagudo, ya que tendría que demostrar que Peña Gómez no recibió el medio millón del narcotráfico y que al hacerlo no estaba protegido por la CIA, ni por el Departamento de Estado, ni por el Departamento de Justicia, ni por la Agencia Internacional de Desarrollo y el FBI.

La cuestión se pone difícil a las pretensiones de Rafael Hipólito Mejía cuando se sabe que las pruebas fueron depositadas y ventiladas en un juicio planteado por los dos ex agentes del DEA.

Rafael Hipólito Mejía, insistimos que está más empeñado que todo el mundo por revertir aquel veredicto y que se oculten las evidencias del carácter del agente del espionaje yanqui de José Francisco Peña Gómez, así como de sus vínculos con el bajo mundo del narcotráfico.

Hay que recordar lo caro que son los servicios jurídicos en los Estados Unidos, y que allí los abogados cobran en dólares.

Pero como son tan grandes las preocupaciones de Rafael Hipólito Mejía por dizque limpiar la honra de Peña Gómez que está dispuesto a pagar lo que sea para tratar de hacerlo, sin importar cuántos millones se vayan en eso, que al fin y al cabo, no es Rafael Hipólito Mejía ni su sagrada familia quienes pagarán esos millones en dólares, sino el pueblo dominicano, amen de que mientras más cuartos en dólares se muevan y haya de por medio más se quedarán entre los que reparten y reparten, que deben quedarse para sí con la mayor parte.

Se trata de un negociazo redondo, donde el único perdedor será, que a usted ni a nadie le quepa la menor duda, el pueblo dominicano y el país de esta nación.

 

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