El amor tardío de Rafael Hipólito Mejía por los bancos el lobbismo y las jugosas comisiones
Con la forzada quiebra del grupo Baninter, cuyo Presidente era Ramón Báez Figueroa, y con el intento de su absorción o insólita fusión con el mini grupo bancario Banco del Progreso, se ha abierto lo que se podría definir como el agujero negro en el universo financiero bancario dominicano, en el que el que funge de Presidente del país hace de vulgar cabildero, lobbista o negociador de pasillo, a cambio de sustanciosas comisiones para su bolsillo. Lo que sí está claro es que ya estamos en plena Argentina. Sálvese el que pueda. Esto quedó fehacientemente evidenciado cuando él mismo confesó que llevaba más de 6 meses diligenciando la tan cuestionada fusión de Baninter con el mini Banco del Progreso. En realidad, Rafael Hipólito Mejía llevaba haciendo de lobbista, cabildero o corredor de ese negocio más de un año: Que nadie se meta ni opine sobre los bancos, que eso lo manejo yo, habría dicho, cuando a raíz de una certera denuncia nuestra, llamábamos a los depositantes y ahorrantes en Baninter a estar vigilantes con sus cuartos y a no vacilar para hasta sacarlos de ese banco que caminaba por una pendiente resbalosa hacia el descalabro. Rafael Hipólito Mejía y el imbécil pelele de Andy Dauhajre que es el Gobernador del Banco Central, Lois Malkun, han confesado que el gobierno, a través de esa institución, le facilitó más de 10 mil millones de pesos a Baninter, esto fue en tanto Rafael Hipólito Mejía y Pepe Goico lo usaban como cobertura para todo tipo de acciones mafiosas, tanto a nivel nacional como internacional. No cabe ninguna duda que esta familiaridad en el uso de las prerrogativas de Baninter por el clan Rafael Hipólito Mejía, le hizo entender a éste que fácilmente podría ser propiedad de su sagrada familia. Además, hay que denunciar que Ramón Báez Figueroa y Guaroa Liranzo le facilitaron más de 500 millones a Rafael Hipólito Mejía en su campaña electoral 2000 y 2002 para sus candidatos al Congreso y ayuntamientos, como lo hicieron con Peña Gómez en el 1996, primera y segunda vueltas, pero con la salvedad de: "Hazme el favor, firma este papel de recibo para fines contables". Y hoy, tanto Rafael Hipólito Mejía como todos esos candidatos, ganadores y no ganadores, congresistas y síndicos, o sin lograr esa meta, son los que forman la lista de esas deudas que tiene Baninter por cobrar en las calles. ¡Oh, Ramón Báez Figueroa y Guaroa Lizanzo sí saben! Cuando Leonel Fernández denunció más adelante que efectivamente Rafael Hipólito Mejía tenía quebradas a muchas instituciones bancarias del país, la copa se rebozó y Rafael Hipólito Mejía lo acusó hasta casi de ser un Bin Laden y atentar contra la estabilidad digamos, no del país, sino de sus negocios, de los negocios de Rafael Hipólito Mejía y de su claque. Rafael Hipólito Mejía dijo que con lo de Baninter y el Banco del Progreso se daba inicio a una época de grandes fusiones de bancos. Que se le preste atención. Es que Rafael Hipólito Mejía parece que se va a dedicar en los últimos 15 meses que le restan en el Poder Ejecutivo para hacer todo cuanto esté a su alcance para actuar como lobbista o cabildero de fusiones de bancos y cobrar los porcentajes de comisiones correspondientes para él y su peculio personal. Quizás Rafael Hipólito Mejía y gran parte de su clan político-familiar se estén convirtiendo en pasibles de que se les aplique todo el peso del artículo 102 de la Constitución, que se refiere a la penalización del enriquecimiento ilícito a la sombra del Poder, en tanto condena a las más terribles penurias y al desastre total tanto al pueblo dominicano como a toda la nación dominicana. Rafael Hipólito Mejía está trabajando fuerte y estrechamente vinculado a los agentes bancarios del Opus Dei internacionalmente, como es el caso concreto de Renault Anselin, que casado con una de las Barleta, es un agente lobbista o cabildero del Opus Dei en Francia y es uno de los principales inversionistas en el Banco del Progreso que, reafirmamos, es propiedad fundamental de Rafael Hipólito Mejía y su clan familiar. Esto tiene relación, por un lado, con el nombramiento del ex convicto economista y representante de las inversiones de Aristide en República Dominicana, Luis Alvarez Renta, como diplomático en Francia, y por el otro lado, con lo anunciado por el puerco, en el sentido de cerdo, llamado Lois Malkun, cuatrero, asaltante del Movimiento Popular Dominicano, de abrirle las puertas en la banca nacional a los monopolios u oligarquía financiera internacional.
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