IDEOLOGIA HIPOLITIANA

El Estado para favorecer negocios y obtener comisiones

 

Actualmente Rafael Hipólito Mejía está cabildeando para ganarse las comisiones, primero, de la quiebra de Bancrédito, que había cerrado todas sus actividades extrabancarias, incluidas las revistas "Sucesos" y "Rumbo", quedándose hasta el momento sólo con el periodiquito carabelita "Diario Libertino"; y segundo, buscando ganarse la comisión de los muchos millones por cabildeos, o sea, el de las suculentas comisiones que ha de darle a Rafael Hipólito Mejía la privatización del Banco de Reservas.

Precisamente, llamamos la atención de la opinión pública respecto a los manejos gangsteriles y del hampa que lleva a cabo Lara Hernández, en franca colusión o maridaje con Rafael Hipólito Mejía y su otra claque.

a) Lo de la creación de una compañía constructora propiedad del mismo Lara Hernández, que es la que se encarga por contrato de todas las construcciones del Banco de Reservas y

b) Es la compañía que administra y ha privatizado el cobro del peaje, así como de la reparación de las carreteras.

A la cabeza de esa compañía está el ingeniero-arquitecto Plácido Piña, quien es en realidad socio testaferro de Lara Hernández y su jefe.

Pero lo más importante es que a dicha compañía, propiedad del señor Lara Hernández, jefe del Banco de Reservas, no se le paga por cubicación sino por factura; si esto se conjuga con lo de que privatizó el cobro del peaje para asignárselo a él mismo, arroja un paso que sobrepasa la inescrupulosidad y la falta de tacto hasta de un Al Capone.

Pero el asunto no termina aquí, pasemos a lo de la recomposición de la Junta Monetaria.

Rafael Hipólito Mejía, con su torpeza, aguijoneado parece que por la artereoesclerosis y la ambición desbordada para lograr sus planes de llevarse entre las uñas el Banco de Reservas, ya que ha demostrado que la mejor manera de robar a un banco es robárselo entero desde el gobierno del Estado, como hizo con Baninter (esto ha tomado un camino diferente en estos momentos), acaba de convertir la Junta Monetaria en una junta de su sagrada familia C x A o Sociedad Anónima.

Lo cierto es que allí, en esa Junta están suegros, socios, hija, miembro de la familia, vía Induveca, de la que la familia Mejía es accionista, junto a uno que otro árabe de los muy calificados adoradores del dios Saqueo.

Lo que sí está claro es que Rafael Hipólito Mejía podrá hacer lo que su falta de sensatez y ambición desmedida, junto a su mentalidad equizoide y montaraz, le dicten hacer y deshacer; ahora, tendrá que enfrentar la más cerrada y firme campaña de denuncia, cuyo objetivo es que vaya, con toda su anatomía y locuacidad vernácula, sin vuelo a la cárcel.

Nuestra sugerencia a la población es trabajar duro y sin descanso para derrotarle a Rafael Hipólito Mejía sus planes reeleccionistas para así abrirle las puertas de la cárcel, llueve, truene, ventee o él patalee, como un pollo al que se le ha partido el pescuezo.

Vamos a la obra que es una causa justa.

 

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