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En Cuba se fusila tras juicio riguroso pero aquí PN-FF.AA. matan en las calles por encima de la Constitución y propagandistas callan y ríen
En Cuba, luego de capturar in fraganti a una banda de delincuentes secuestradores de pacíficos ciudadanos que fueron llevados por dicha banda a alta mar, sus cabecillas fueron juzgados conforme a la Constitución y a las leyes vigentes aprobadas por el congreso de ese país. Primero, a esos cabecillas se les juzgó y un tribunal los condenó al paredón de fusilamiento. Segundo, la condena fue apelada y conocida por el Tribunal Supremo que reafirmó la condena. Y tercero, efectivamente a esos tres delincuentes se les aplicó la pena máxima y fueron ejecutados. A partir de ahí la vocinglería contrarrevolucionaria, con un coro donde sobresale la Iglesia Católica, ha protestado por esos tres fusilamientos. Pero esa Iglesia Católica es la misma que en nuestro país ha impuesto la pena de muerte por vía de su Cardenal Nicolás Hildebrando Borgia López Rodríguez; es la que ha apoyado, propiciado y oficializado, ilegal e inconstitucionalmente, que la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, primero con Sanz Jiminián, luego con el monstruoso general de horca y cuchillo Pedro de Jesús Candelier y ahora con el general de la sonrisa de hielo Marte Martínez, hayan fusilado cerca de 3,000 ciudadanos, ejecutados ilegalmente y, además, en acto de evidente crueldad en plena vía pública, sin que en el país exista pena de muerte en la Constitución ni en las leyes, todo lo cual sí es ilegal, sí es inconstitucional, sí tiene carácter delictivo y criminal. Da la sensación de que estos del coro de asesinos y opresores que encabeza el mayor general Nicolás de Jesús Hildebrando Borgia López Rodríguez, al igual que su jefe internacional Bush, Blair, Aznar o Berlusconi, tienen potestad imperial para cometer grandes genocidios y que todos guarden absoluto silencio, pues se trata de la paz de los cementerios. Lo de Irak es un genocidio de Bush, de Blair, de Aznar y hasta de Rafael Hipólito Mejía que lo apoyó. Todos son posibles de ser tratados como criminales de lesa humanidad y traducidos a tribunales internacionales por crímenes masivos contra la humanidad y por terrorismo. Lo mismo sucede con lo de Afganistán, anteriormente y, previamente a eso, con lo del genocidio perpetrado contra Yugoslavia, en acto evidentemente comprobado de genocidio y además de vocación a la criminalidad masiva. Quienes tienen que ser condenados son gentes como la pandilla de genocidas que encabeza Bush. Pero, ¿cuántas decenas no son ejecutados anualmente en los mismos Estados Unidos y hasta de inocentes? ¿Qué moral, que no sea la de los mísiles y el poderío de sus aviones y buques de guerra poseen los Estados Unidos, Inglaterra, España o la Unión Europea para estar hablando y reclamando derechos humanos, cuando todos ellos tienen las manos y la conciencia tinta en sangre de la humanidad, además de inocente, desarmada?
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