Irrefutables razones para que las FF.AA. y P.N. no tengan derecho al voto

Antes deberán cambiar en su naturaleza y funciones. Mientras tanto ¡¡No!!

 

Somos de la firme creencia de que a los miembros de las FF.AA. y la P.N. les debe seguir terminantemente prohibido el derecho al voto; y sustentamos nuestro punto de vista en que son instituciones antisociales, baluartes del antidemocratismo, antros de transgresión a los postulados democráticos esenciales de la Constitución y de los derechos humanos, y en definitiva por tratarse de instituciones mercenarias.

Son las FF.AA. y la P.N. organizaciones de interdictos sociales, igual que los presos que pagan en la cárcel una deuda con la sociedad por transgredir los fundamentos esenciales de ésta.

Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no sólo que son el soporte y fuente permanente de las acciones represivas contra el pueblo con el fin de impedirle el ejercicio de los derechos constitucionales, sino que están colocadas en forma constante e invariablemente al servicio de todas las acciones, planes, programas y urdimbres de los grupos minoritarios de explotadores que actúan como agentes de intereses antinacionales contra la República Dominicana y las grandes mayorías populares.

Y tanto las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, por su papel de soporte y fuente permanente de la represión criminal contra el pueblo, como por su constante e invariable conducta -que constituye su trayectoria corroborada y probada por los hechos históricos- al servicio de los programas y estratagemas antinacionales contrarios a la independencia y soberanía nacionales, dichas Fuerzas Armadas y Policía Nacional han pasado a ser, entiéndase que no decimos están, lo que podría significar algo pasajero y que puede cambiar, sino que decimos son, del verbo ser, que significa que no cambiarán su naturaleza, sino que la mantendrán, como el árbol que ha crecido torcido que no se endereza jamás, son -repetimos-, órganos e instrumentos contra la Constitución, contra la democracia, contra las leyes y contra la sociedad, por lo que es válido, correcto, prudente y lógico que se les mantenga al margen del derecho democrático del sufragio electoral.

Para que se produzca el fenómeno de que se les reconozca ese derecho democrático, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional deben dejar de actuar y estar permanente y constantemente protagonizando violaciones flagrantes, constantes y groseras contra la Constitución y los derechos democráticos de la población, así como deben dejar de actuar mercenariamente a favor de los poderes extranjeros que pisotean la soberanía e independencia nacionales.

Se ha apelado al dicho de que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional están integradas por personas y por dominicanos.

Pero esto es sólo una verdad parcial que es el sustento del sofisma de que, por lo tanto, deben tener los mismos derechos que todo ciudadano. Y es que aquella premisa da de lado y quiere ignorar que, así como los delincuentes y antisociales que guardan prisión y están encarcelados son dominicanos y son ciudadanos pero que por sus actuaciones antisociales la sociedad los segrega, esto es, los saca de su seno y les quita durante el tiempo de condena todos los derechos civiles de los ciudadanos, incluido el derecho al voto.

Del mismo modo es que resulta lógico y razonable que los miembros de la Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no puedan usufructuar del derecho al voto, que es una conquista de la democracia y de la libertad contra las que constante y permanentemente actúan, vociferan, intrigan y elucubran dichos órganos represivos armados, que más que combatir el crimen son el soporte de éste, que más que combatir la delincuencia son casi su columna vertebral, que en vez de actuar apegados a la Constitución y a las leyes las pisotean, las llenan de lodo y sangre, escupen y se evacuan sobre ellas, sobre leyes y Constitución, por ello, ni de las Fuerzas Armadas ni de la Policía Nacional, pueden ni deben sus miembros votar.

Se ha dicho que aquí no hay condiciones para que ni los de las Fuerzas Armadas ni los de la Policía Nacional puedan votar en las elecciones. Y esto es justo, absolutamente justo.

Pero si las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional actuaran y se estructuraran sobre bases diferentes a las de la función represiva contra el pueblo, contra la Constitución y las leyes y dejaran de actuar como instrumentos al servicio incondicional y mercenario de los intereses anti-dominicanos que pisotean la soberanía y la independencia nacional, otra cosa sería, y nadie, absolutamente nadie, podría objetar que a los miembros de esas instituciones se les restablezcan sus derechos al voto, igual que acontece con los presos a los que se les han retirado sus derechos civiles y de poder elegir y ser electos.

Píenselo, sopéselo y verá cuál es la realidad y la diferencia entre un sofisma y una verdad.

 

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