Radiografía parcial de los intríngulis de la mafia política Rafael Hipólito Mejía-grupo del Banco Central hasta la corrupción de los 10 millones de dólares recibidos por dichas prácticas por Orlando Jorge Mera

 

Así como no es verdad que Rafael Hipólito Mejía y el nefasto grupo Malkun, Andy Dauhajre, Carlos Despradel y el retrasado Cross Frías impusieran que el Banco Central cargara con el hoyo Baninter para bien de los ahorrantes y depositantes en general, que hacen el número del 85% y que apenas tenía el monto en dinero correspondiente al 15% de los ahorros y depósitos, sino para beneficiar al 15% de los depositantes y ahorrantes de cantidades multimillonarias que suman el monto del 85% del total de depósitos y ahorros en dólares, entiéndase de su clan de PPgatos -incluidos los del potrero reformista como Guaroa Liranzo-, debe saberse, por igual, que los 10 millones de dólares famosos que en ese Banco (Baninter) estaban depositados a nombre del siniestro desinformador Guillermo Gómez Jorge, sobrino de Salvador Jorge Blanco y primo de Orlando Jorge Mena, en realidad pertenecen a este último y ¿sabe usted cómo los obtuvo? ¿A que no adivina? Se trata de dinero sucio obtenido por el otorgamiento de los derechos para las famosas fibras ópticas de comunicación a Codetel y a Aster, las que se unieron en un pool de ofrecimiento de comisión por ese derecho para la Provincia de Santo Domingo contra Tricom que, por intermedio de la ninfa Margarita Cordero, en representación de Arturito Pellerano, ofrecía la comisión se 5 millones de dólares al hijo del gato Salvador Jorge Blanco por los derechos de la instalación de la fibra óptica. El pool Codetel-Aster pudo más que Tricom. 10 millones de dólares son el doble que 5 millones de dólares. Y como el hijo de gato caza ratón, los 10 millones de dólares fueron colocados a nombre del personaje electo por el beneficiario, o sea, por el hijo.

Ahora ¿a que usted no sabe por qué Salvador Jorge Blanco está metido de cabeza con la reelección y el continuismo de Rafael Hipólito Mejía?

Se lo vamos a decir, pero no se acostumbre. Se trata no de agradecimiento por lo del retiro de la acusación que el Estado le tenía en los tribunales a Salvador Jorge Blanco y por lo que éste ya tenía 20 años cantados, más unas cuantas decenas de millones de multa en las costillas. Nada de eso. Se trata de que Rafael Hipólito Mejía y sus graciosas actuaciones facilitaron que, junto con los 10 millones de Codetel-Aster en soborno al afable hijo del gato Salvador Jorge Blanco, este gato mayor obtuviera unos 13 millones de dólares que le tenían retenidos en un banco por ahí, por Trinidad Tobago.

Es más, le vamos a soltar otra prenda. Lo de Peggy Cabral, que se endilga como si Peña Gómez fuera de sangre azul y no de un material podrido, como era en realidad, el título comercial y de caza fortuna, viuda Peña Gómez, es similar. Todo es por cuartos, por cuartos y más cuartos. Pero ahí debe constar que a su señora y distinguida madre, que la recordamos presa junto a la misma Peggy en Argentina por contrabando desde Chile de oro y plata, en el correo estatal le pasan cheques y chequecitos mensuales que hacen unos 100 mil pesos y pico.

Y ¿quién había dicho que la convención del 18 de enero del Golpe de Estado de Rafael Hipólito Mejía no iba?

Y ¿quién dijo que la viuda negra del negro más canalla de estos lares iba a aceptar que su comisión dejara de existir habiendo para ella tantos cuartos de por medio?

Ahí está lo de la concesión de la Bahía de Samaná a su viejo amante… Roberto Pratt, el camaján que se tragó un pagaré de 300 mil dólares que debía pagar (y ya vencido) frente a frente al que le reclamaba el pago, que era César Heyaime. Junto con la mafia palaciega urdió la estafa de entregarle por 50 años la Bahía de Samaná para que la ripiara al mejor postor durante 50 años… El escándalo estalló y Roberto Pratt y la viuda negra, que es mulata, se quedaron con el moño hecho…

 

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