LEONEL FERNANDEZ Y SU GOBIERNO PALIDO

Ya están inmersos en el lodazal que Rafael Hipólito Mejía les guardó

Ahora dice que ni el modelo, ni las estructuras sólo la quiebra de los 3 bancos creó esta crisis

 

Parece que la actuación desaprensiva y las palabras inadecuadas en los gobernantes no son patrimonio exclusivo ni de Rafael Hipólito Mejía ni de los que, como éste, hablan soltando por la boca lo primero que se les ocurre sin sopesar siquiera las consecuencias. Y esto lo traemos a colación por las palabras pronunciadas en forma serena y no atropellante, pero igualmente desafortunadas, por el doctor Leonel Fernández, quien se autotitulara el maquinista de la locomotora que arrastra el tren de los explotadores y esquilmadores del pueblo trabajador y la nación dominicana, como son los empresarios neoliberales.

A raíz de su comparecencia al cónclave de los comercializadores del turismo ASONAHORES, Leonel Fernández afirmó que en el país no había crisis económica de estructuras, sino simple y llanamente, los efectos de la quiebra de los tres bancos, equivalentes dichas palabras tanto a negar la realidad apabullante y palpable al simple tacto, sin necesidad de instrumentos especiales y que se percibe a simple vista sin tener que usarse lentes recetados, así como, a la vez, estaba desdiciéndose, puesto que apenas el 24 de mayo, 8 días después de haber ganado las elecciones, afirmaba que la crisis no era del modelo neoliberal sino de las estructuras; esto por un lado, pero, a la vez, dichas palabras nos presentan a Leonel Fernández y su gobierno neoliberal Pálido repitiendo la misma monserga usada por Rafael Hipólito Mejía y sus perrodé pepegatos para seguir jodiendo al pueblo y al país; y por último, con esas de-safortunadas palabras suyas, Leonel Fernández y su gobierno están puntualizando y afirmando que proseguirán con el tollo que su gobierno inició en el 1996 hasta el 2000 y que los perrodé de Rafael Hipólito Mejía continuaron en grandes proporciones hasta el presente año; y no llegaron más lejos, como sería su sueño de instaurar una eventual dictadura del hampa delictiva politiquera, gracias a que el pueblo supo reaccionar y aprovechar el 16 de mayo, esto es, los sufragios electorales, para echar a esa gavilla del Poder y derrotarle contundentemente sus fatídicos planes criminales y aborrecibles.

Pero Leonel Fernández ya lo dijo. Y ahora pronuncia palabras que causan aprehensión y dudas, así como incentivan el desconcierto, cuando afirma que es difícil, por no decir imposible, satisfacer las aspiraciones de la sociedad bajo estas condiciones de gobierno. Y el significado de sus palabras causan mayores aprehensiones cuando, para que no se diga que fue mal interpretado, es el mismo periodista amarillo palidista leonelista Geomar García, que publica en la letrina "El Nacional", divulgando de manera expresa que: "El Presidente Leonel Fernández considera que la estructura gubernamental dificulta satisfacer demandas sociales en un ambiente democrático y de respeto a los derechos democráticos". Y lo más chivo aún es que ese pronunciamiento aparece incluido, según se da a entender dentro del mismo contexto de la publicación de Geomar García, en el seno del Decreto 1092 de este año 2004 emitido por el gobierno de Leonel Fernández y su Pálido.

¿Qué quiso en verdad llevar como mensaje real Leonel Fernández con esas palabras? ¿Está desde ya dejando sentado que su gobierno no será más que otro follón neoliberal de lamentable significado para el país y la población, al tiempo que anuncia que está dispuesto a transgredir todas y cada una de las libertades democráticas?

Y esto no es todo. Apenas el día 8 de septiembre la prensa amarilla le da por todos los medios difusión a una expresión que ha sonado mucho últimamente a todos los niveles y principalmente en los de más alta jerarquía de la Iglesia Católica frente a la avalancha de corrupción comprobada en su seno y bajo todas las formas conocidas y por conocer.

Se trata de que, mientras en la Iglesia Católica se dice tolerancia cero de la pedofilia en su seno y fuera de la Iglesia los homosexuales, el Papa, la Curia Vaticana y los Episcopados de los distintos países hablan de ser tolerantes y comprensivos con las bestias moralmente degradadas en su seno, como son los pedófilos y homosexuales.

Así Leonel Fernández ha proclamado, frente a la delincuencia desbordada que se adueña, con el deterioro del control estatal sobre la delincuencia, del país, lo que se intensifica y acentúa con la crisis económico-social, la siguiente amenaza: "Se le va a dar una respuesta contundente y la delincuencia tendrá tolerancia cero". ¿Qué indica esto? ¿Que se volverá a reimplantar la política de mano dura y de fusilamiento de los escuadrones de la muerte policiales? Llamamos al señor Leonel Fernández, Presidente del país, a que medite y pondere bien sus acciones y sus palabras.

Aquí van nuestras dudas y aprehensiones. Se trata de que con el actual Jefe de la Policía se nota un estilo más civilizado y apegado a la ley y a la Constitución de parte de esa institución que desde la pasada gestión de Leonel Fernández se embarcó en las ejecuciones y fusilamientos de los llamados delincuentes o sospechosos de actividades de este tipo con carácter famélico. Pero los resultados fueron del todo negativos ya que la delincuencia famélica sigue en pie y el saldo gravita de por sí sobre la conciencia de Leonel Fernández desde su primera gestión a quien, al parecer, no le interesa recordarlo o tenerlo en cuenta. Es que desde entonces, año por año, desde el 1998 hasta la fecha, esto es en los últimos 7 años, el número de fusilados pertenecientes a ese llamado grupo de delincuentes famélicos sobrepasa la cifra de los 10 mil; si se estima a razón de 2 mil muertos o fusilados por año, tendríamos el monto muy realista por cierto de los 14 mil muertos por la imaginaria práctica de los llamados intercambios de disparos, que ha sido condenada por los organismos internacionales que se han atribuido la facultad de luchar contra la violación de los derechos en el Tercer Mundo.

Leonel Fernández parece que está demostrando que no sólo se dicen burradas usando formas atropellantes como nos enseñara Rafael Hipólito Mejía, sino que también con un lenguaje suave a lo tirano alimaña Joaquín Balaguer, o como dice el pueblo, a dios rezando y con el mazo dando, se pueden cometer incluso mayores crímenes que los que cometen personas que hablan en la forma abusiva en que lo hacía el ex Presidente Rafael Hipólito Mejía.

 

Volver a la Página Principal