Con trucos y rejuegos gobierno quiere dormir al pueblo para apuñalarlo sin riesgo alguno Camarón que se duerme se lo lleva la corriente
Se ufana el gobierno de haber bajado la prima del dólar hasta el punto -se vanaglorian sus seguidores palidistas- de que ya un dólar no cuesta o vale 50 pesos dominicanos sino apenas 30 pesos. Así, el dólar está a 1 x 30 pesos. Consecuentemente con esto dicen que se ha producido una rebaja en el costo de la vida a través de una rebaja en los artículos de primera necesidad y en casi todos los artículos del mercado hasta el punto de que algunos de sus apologistas comerciantes, como uno de apellido García, se fueron de la lengua al 16 de noviembre recién pasado, cuando el gobierno Leonel Fernández-Pálido cumplía sus primeros tres meses de gestión, llegando a desfondarse afirmando en forma peregrina que los precios de 2,500 artículos habían sido rebajados de su alto nivel en que el gobierno Pálido de Leonel Fernández los encontró al momento del hampón Rafael Hipólito Mejía dejar el Poder el 16 de agosto del recién finalizado año 2004. Su ejemplo preferido es la gasolina, que es casi sinónimo genéricamente hablando de combustibles. Así, cuando afirman “bajó la gasolina” se está entendiendo que se está diciendo que han sido rebajados en general todos los combustibles, aunque no sea necesariamente así. Es más, desafiamos a los más bullosos y a los más ponderados también de los palidistas seguidores del nati-entreguista gobierno de Leonel Fernández-Pálido, a que demuestren la realidad de las pretendidas rebajas habidas tanto en los combustibles (tómese si se quiere lo de la gasolina), como en las demás mercancías. Es necesario denunciar que lo del gobierno en materia de la propaganda es la más escandalosa farsa y en consecuencia la más descomunal estafa en contra de la población trabajadora y de la nación dominicana. Veamos los números, los precios en dólares y en pesos, así como sus relaciones con la prima o la tasa de cambio y se podrá comprobar que el gobierno de Leonel Fernández-Pálido lo que perpetra es un burdo engaño, equivalente al que efectúan esos estafadores que pululan los más sórdidos barrios de la capital y de cualquier provincia y municipio de este atribulado país. La gasolina regular -y tomamos este ejemplo al azar, puesto que lo mismo se produce con cualquier otro artículo o mercancía alrededor de los que se hace la propaganda de marras, esto es, la cantaleta de la rebaja de los precios de 2,500 mercancías, lo que reiteramos como una majestuosa mentira de carácter demagógico- costaba alrededor de 92 pesos criollos al 16 de agosto del 2004. Para ese entonces el dólar estaba 50 pesos por un dólar. Así, el galón de gasolina regular tenía un precio de venta en dólar de 1 dólar con 84 centavos de éste por cada galón de gasolina regular. Al día de hoy, el galón de esta misma gasolina está a 88 pesos con 70 centavos. Estando el dólar en el mercado 30 pesos por 1 dólar, resulta que 88 pesos con 70 centavos de los suyos equivalen, conforme a la tasa de cambio actual, nada menos y nada más que a 2 dólares con 95 centavos de los suyos, lo que hace que el precio real de la gasolina regular esté hoy día 1 dólar con 11 centavos de dólar más alto que lo que se encontraba el 16 de agosto del 2004. Esta relación casi se repite en cada uno de los 2,500 artículos o mercancías que los paniaguados leonelistas-palidistas dicen que, al ser rebajados, ilustran el avance de que “¡e’ pa’ lante que vamos!”, con lo que, dicho sea de paso, lejos de una rebaja real ha habido un sustancial aumento de los precios reales de esos artículos o mercancías, entre los que están incluidos todos los de primera necesidad en las esferas de actividades más importantes de la población, como son el transporte, la salud, la alimentación y medicina, educación, etc., lo que se comprueba en que ahora mismo hay más miseria y hambre y lo que a su vez se palpa en la parálisis generalizada de las actividades comerciales por la escasez, hasta el grado de la práctica desaparición de circulación del peso dominicano, alejándose o dificultándose de llegar a las manos del dominicano de abajo y del medio. Resulta demasiado fácil demostrar la validez de la acusación de ser falaces y estafadores que descargamos directamente sobre el gobierno de Leonel Fernández y del Pálido. Querrán éstos repetir como cotorras amaestradas el sonsonete: no, pero es que la gasolina regular ahora cuesta RD$88.70 y antes costaba 93 pesos cada galón. Olvidan así que el valor de la moneda, en particular el papel moneda, es un convencionalismo mercantil de la sociedad por cuanto el papel moneda o dinero en sí no tiene ningún valor intrínseco, esto es, de por sí. El valor de la mercancía dinero es una realidad virtual, para decirlo con la palabreja ésta que tanto seduce a los palidistas, empezando por su cabecilla de cultura marginal reciclada a través del internet y la enciclopedia Encarta para compensar su formación en escuelas de los ghettos de Manhattan, Nueva York, Estados Unidos. En el caso del peso dominicano el asunto de la invalidez intrínseca del peso podría ser peor, pues su respaldo más que en oro es en dólar, cuyo valor es transferido de su reserva en oro. Pero resulta, además, que como el gobierno palidista de Leonel Fernández ha creado la imagen aparente -entiéndase virtual y solo virtual- de que el peso se cambia por dólar a razón de 30 pesos por 1 dólar, a través de sacar de circulación fuertes partidas de papeletas dominicanas, hasta convertirlas, como ya hemos dicho, en muela de gallo de tan difíciles de que caigan en manos de la gente del pueblo, que para obtener esos 30 pesos hoy día hay que trabajar y esforzarse mucho más que lo que había que hacer pocos días atrás cuando el dólar estaba 50 a 1 por ejemplo. Precisamente por eso sostenemos que para pagar hoy un galón de gasolina, y lo mismo ocurre con el precio del arroz, la carne, el huevo, la leche, la medicina, etc., hay que hacer más esfuerzos (equivalentes a 1 dólar con 11 centavos de dólar más) que lo que había que hacer antes, puesto que hoy la gasolina regular cuesta 2.95 dólares el galón, mientras que el 16 de agosto del 2004 apenas costaba 1.84 dólares. Este cálculo está refrendado, o sea, respaldado, en la expresión verbal de la gente que no se causa de repetir “bueno compadre, la verdad es que la cosa está más dura que antes, este hombre ha resultado peor”. A los palidistas les decimos simple y llanamente: “¡reguílate este trompo en la uña neñe!, si es que puedes”. A la población, que se prepare y se disponga a luchar duro que todavía no ha llegado lo peor del gobierno palidista de Leonel Fernández y sus compinches neoliberales antinacionales y antipopulares.
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