Con más de lo mismo opera a todo vapor la mafia política antinacional con su nuevo Presidente
Velázquez Mainardi ha sido nombrado Embajador en el exterior por la administración de la nueva hampa política en el Poder que encabeza, no ya Rafael Hipólito Mejía y sus pintorescos perrodés pepegatos, sino el locuaz Presidente Leonel Fernández y su corrup-partido Pálido. Orión Mejía es un viejo oportunista de lo que definimos como la fauna de los rastreros políticos y los mendigos ideológicos de las bandas de Chaljub Mejía, su primo, y del partido contra el trabajo (pct) y el Miuca de la vendida Virtudes Alvarez. Se vendió al régimen de los pepegatos y la corrupción de Rafael Hipólito Mejía, y últimamente se vendió al Pálido, como una baja política del reeleccionismo poco antes del 16 de mayo. Velázquez Mainardi, de supuesto cruzado contra la corrupción de los pepegatos, ahora desde ya es un acérrimo defensor y fanático a ultranza del locuaz Leonel Fernández. Del niño cantor de Viena pagado por la CIA que fuera Velázquez Mainardi no nos sorprende, como tampoco que militara y fuera diputado del tirano alimaña Joaquín Balaguer y su depredación contra el país. Y mucho menos que emergiera de ahí como un seguidor del colaboracionismo contrarrevolucionario de los renegados revisionistas del partido “capitulacionista” dominicano del Gordo Cuello, Carlos Dore y Narciso Isa. Ahora bien, apenas ha comenzado el juego, y ya los piñazos y los escándalos están en la palestra. Hemos declarado al gobierno Pálido de Leonel Fernández como la nueva hampa politiquera y corrupta en el Poder del Estado. Esto no es más que el inicio de nuestra formal campaña de poner al descubierto la corrupción de Leonel Fernández y de su gobierno, que se concibió y planificó desde la campaña electoral. Pruebas al canto. Comencemos con Felucho Jiménez, actual incumbente de Turismo del hampa en el Poder, Toribio el del Banco de Reservas, marido de la marginal aventurerilla Tití Paulino y Lara Hernández, el Administrador del Banco de Reservas en el régimen del despalote nacional de los perrodés pepegatos que encabezara Rafael Hipólito Mejía como su Presidente. Felucho Jiménez, negociante en bienes raíces, corrupto adquiriente de propiedades por medios ilegítimos, como se comprobara en el caso de la Sucesión Fiallo de La Vega, siendo el responsable ante la dirección del Pálido, en la recién pasada campaña electoral, de las finanzas para dicha campaña, le vendió impunidad y protección al ex-Administrador de Banreservas, Lara Hernández, a cambio de que éste le traspasara, sin pago del valor ni siquiera a precio vil ni de vaca muerta, un millón de metros urbanizados con calles, aceras y contenes en Guarícano en la Provincia Santo Domingo Norte. Al mismo tiempo, de la lotificación para industrias, levantada por el Banreservas en la Autopista Duarte a la altura de antes del peaje, Lara Hernández le entregó, en las mismas condiciones, a Felucho Jiménez, por lo menos dos lotes para instalaciones industriales. La cuestión es que esos regalos eran contribuciones, por vía del sector externo, a la entonces candidatura del hoy Presidente de la nueva hampa politiquera en el gobierno. Siendo así, puesto que de otra manera resultaría inconcebible, el Comité Político, el Comité Central y el mismo Leonel Fernández-Fundación Global están y estuvieron al tanto de todo esto y lo apoyaron. El actual incumbente, administrador del Banreservas, Toribio, que en la pasada gestión 1996-2000 de Leonel Fernández-Pálido fuera Secretario de Finanzas, no ha movido ninguna tecla para poner en marcha la acción de la justicia -vía Depreco o el organismo que sea- para que esos bienes sean, o devueltos al Banco y por esta vía al Estado, o para que Felucho Jiménez, actual flamante incumbente de la Secretaria de Estado de Turismo, pague el precio justo por esos bienes obtenidos a todas luces por medios ilegítimos y como parte de los dolores intrauterinos que anunciaban lo que al fin y al cabo sería el nuevo régimen hamponesco de Leonel Fernández-Pálido. Se habla de capitalizar el Banreservas, pues ¡manos a la obra! ñame reciclado y con corbata. ¡A meterle mano a la corrupción de Lara Hernández y Felucho Jiménez! A que no te atreves. Esto es más del mismo purgante. Es la continuación monda y lironda del despalote por la corrupción desde el Poder del Estado; esta vez teniendo como protagonista, no al bocón y desparrama’o analfabeto funcional y gallo loco a la franca, Rafael Hipólito Mejía, sino al cauteloso, locuaz y parlanchín insulso que es el flamante Presidente Leonel Fernández. Tratándose de bienes inmuebles, que no se pueden trasladar ni esconder, el asunto este resulta fácilmente comprobable, como también lo serían los manejos que, con la complicidad de Toribio, efectúa el coronel del Ejército Nacional Roberto Ramírez Martínez, encargado de seguridad interna, que, con sus manejos y cobro de comisiones, percibe como sueldo extra un monto de 400,000 pesos cada mes. Y Toribio dizque no ve nada y, si se le pregunta, dizque sabe mucho menos. Pero, y en Palacio, ¿quién es el que sabe? Vamos arriba, fuego a la lata, que ¡e’ pa´lante que vamos!
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