El periplo viajero del locuaz Leonel Fernández pone de realce éste ejerce el Poder en aras de sus intereses financieros personales

Aunque todo el mundo casi se imagina y casi sabe los móviles del viaje de 10 días a EE.UU. y a España del Presidente del Poder Ejecutivo, Leonel Fernández, a principios de marzo, deja no poco desgano y un intenso amargo en el paladar de la nación-pueblo, que se siente defraudada, la partida de éste, que es además el Presidente Pálido, casi siguiéndole los pasos a Quirino Paulino Castillo, entregado apenas hacía 10 días en extradición a los EE.UU., en una combinación precipitada de dos atropelladas decisiones tanto de la Suprema Corte de Justicia, secuestrada por los impostores que tienen como Presidente al montaraz e impensante Jorge Subero Isa, que a todas luces tiene un complaciente estilo para con los círculos dominantes, y particularmente ante el gobierno norteamericano, demostrado una vez más en esa decisión, como de este mismo viajero ciudadano Leonel Fernández, que ejerce la Presidencia del país más atento a sus particulares intereses financieros personales que a los de la nación y la población dominicanos.
Leonel Fernández y Danilo Medina, a quien con su sola mención nos asalta el recuerdo del archi-gángster “Murmullo” de los comics de Dick Tracy, son los responsables directos de las violaciones dispuestas por los jueces y hasta por la Suprema Corte de Justicia a que Quirino Paulino fuera resguardado preso en la Cárcel Pública de Najayo. Por encima de todo esto Quirino Paulino era mantenido incomunicado de manera férrea en la ergástula de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), que es una dependencia absoluta del Poder Ejecutivo, aunque se empleen mil y un dispositivos de piruetas y formas.
Y es que, indudablemente, Leonel Fernández y Danilo Medina no podían permitir que se hicieran públicos los datos de Quirino Paulino sobre los cientos de millones de pesos que les había entregado a estos dos, tanto directamente como a través de mensajeros recaudadores de contribuciones en dinero, supuestamente para la “campaña electoral” del locuaz Leonel Fernández. Entre esos mensajeros recaudadores de contribuciones que habrían concurrido a donde Quirino Paulino y salido de allí con los baúles de sus yipetas repletos de dinero, ya que Paulino Castillo y los suyos no usaban papeletas de denominaciones mayores de 50 pesos, se cuentan el hoy Jefe del servicio de espionaje gubernamental, el ex-general Florentino y Florentino, Director de la DNI, que es el nombre que se le diera al SIM de Trujillo después de la caída de la tiranía, así como la diputada pálida, hermana de Danilo Medina, Yomaira Medina, quien es mujer ambiciosa tanto en lo económico como en lo político, y ya el radioyente de "La Voz del PACOREDO" y lector de “¡Despertar!” sabrá dónde van a parar los escrúpulos en mujeres con esas actitudes, que son denominadas virago. El que no lo sepa que busque un diccionario y sabrá.
Cuando Danilo Medina concurrió en persona donde Quirino Paulino, éste le entregó 300 millones, de los cuales dejó en San Juan de la Maguana 10 para la campaña electoral. El resto cargó con ellos, y es indiscutible que no sólo con fines de sufragar los gastos de campaña de Leonel Fernández, sino apartar lo suyo tanto con fines personales como con vistas a sufragar su proyecto a la candidatura presidencial que se mueve a través de la consigna “¡e’ pa’lante que vamos!”, y alrededor de la que se agrupa a no pocos facinerosos y desechos humanos caracterizados como desalmados y verdaderas basuras sociales. “¡E’ pa’lante que vamos!”.
Si el radioyente de "La Voz del PACOREDO" o lector de “¡Despertar!” presta atención, es el mismo procedimiento empleado por el hampón Rafael Hipólito Mejía usando a Eligio Jáquez, a la rápida María Acevedo y a Pastora Méndez como parte del despojo a Ramón Buenaventura Báez Figueroa (Ramoncito) y de Baninter. Después de ahí había que mantener preso y sin medios de comunicación al despojado.
Así, entre Leonel Fernández-Pálido y el hampón Rafael Hipólito Mejía-pepegato-perrodé, no sólo hay de por medio su podrida naturaleza común a ambos, sino que aplican los mismos medios. Y esto no quiere decir que el hampón Rafael Hipólito Mejía no haya extorsionado repetidas veces al mismo Quirino Paulino, al que dice ahora no conocer. Eso es sólo para reafirmar que él y Leonel Fernández son idénticas fichas.
En una ocasión informamos de la entrega de Quirino de unos cuantos millones durante un recorrido electoral hecho por Rafael Hipólito Mejía. Y cómo este hampón, ya en su yipeta, sacó lo suyo aparte. Pero el asunto en realidad fue por lo menos 100 veces mayor. En otra ocasión hizo llegar al Palacio al entonces Gobernador de San Juan de la Maguana, pero cometiendo el error, no se sabe si en forma deliberada, de decirle a ese que quería que lo acompañara donde Quirino Paulino, y que le tenía reservado un espacio en el helicóptero junto a Sergio Grullón y a Eligio Jáquez, que con lo de Ramoncito Báez Figueroa y Baninter le había cogido una extraña adicción a cargar cuartos en fundas y guardarlos en maletas que, según se dice, conserva aún. Fueron esos tres, ya que el ex-Gobernador no fue. Y Eligio Jáquez, que de ahí en adelante visitó a Quirino Paulino en por lo menos unas cinco otras ocasiones, en una de las cuales se hizo acompañar del plumífero perrodé pepegato y reeleccionista Espinosa Rosario, corresponsal en San Juan de la Maguana de la letrinita de Pepín Corripio y Jack El Destripador, “El Nacional”, quien a decir verdad por lo menos en esa ocasión (confesamos que no sabemos ahora mismo lo que ocurrió en otras ocasiones) no quiso entrar, y afuera de la finca, Eligio Jáquez cargó con varios millones a repartirse con el jefe hampón Rafael Hipólito Mejía y con Sergio Grullón, del que con truculenta ironía dice ese hampón socarronamente que es un santo y que merece ser obispo del negocio Iglesia Católica, S. A.
Volviendo a la parte de Leonel Fernández y de Murmullo Danilo Medina, no cabe dudas que Leonel Fernández, después de tanta tensión, necesitaba un relax para botar el stress, de ahí el viaje, que a su vez ha de utilizar para lobbatear, esto es, encaminar proyectos, casi siempre para sus empresas de construcción e inversión, pero que además le dejan la suculenta comisión del lobbismo, que ordena su excelentísima esposa, que es abogada y eficiente secretaria suya en estos asuntos.

 

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