Mientras reciben todavía millones y millones de pesos cada mes por concepto de comisiones por el despojo que propiciaron llamado capitalización de las empresas del Estado

Leonel Fernández y su equipo pretenden convencer al pueblo de que acepte con los brazos cruzados el crimen y el abuso que Edenorte, Edesur y la AES cometen contra el país y el pueblo

 

Resulta en extremo ilustrativo en cuanto a la naturaleza de servidores desvergonzados e incondicionales de los intereses de la burguesía monopolista extranjera y explotadora, particularmente del área financiera y parasitaria, del PLD o Pálido, la forma en que ese pretencioso y arrogante partiducho defiende a las llamadas distribuidoras de electricidad en su estafa burda, así como en la práctica de los abusos sistematizados que a diario perpetran contra el pueblo dominicano.

Esa defensa a ultranza, cínica y descarada de esos verdugos se puede comprobar en cada hecho y en cada declaración pública de los dirigentes pálidos.

Al salir en defensa de los contratos, así como de los escandalosos abusos que Edenorte, Edesur y la AES cometen contra la población y el país, con apagones y facturaciones exorbitantes, donde se tienen que para por los apagones, los del Pálido, como buenos boschistas, esto es, redomados traidores y oportunistas igual a su maestro y fundador, tratan de justificarse a sí mismos en su desastre llamado capitalización de las empresas del Estado, que fue de arriba abajo no sólo un completo fraude, sino un despojo criminal de los bienes y capitales que constituían las riquezas y recursos del país y del pueblo dominicanos.

Y es que, gracias a ese despojo, los más encumbrados dirigentes peledeístas, empezando por Leonel Fernández e incluyendo a los que en forma oportunista ahora simulan oponerse a él hacia lo interno de ese partiducho, se tornaron, de realengos y miserables pobretones, en ricos y presuntuosos personajes, que en política son exponentes de las posturas de los ahítos, esto es, de aquéllos a los que les sobran las riquezas y nadan en la más corrupta opulencia.

Fue, en efecto, esa presuntuosidad, de la que Leonel Fernández es su más cabal y acabado exponente, la que los llevó al estrepitoso fracaso en las recién pasadas elecciones congresionales, como prueba de que el PLD-Pálido está huérfano en cuerpo y alma de vínculos con las masas populares. No puede tener vínculos sanos con las masas; el único vínculo posible entre la dirección del Pálido y el pueblo es la relación entre el victimario y su víctima, entre el estafador y el estafado; entre el traidor y el traicionado.

Y no es por otra cosa, en prueba de esto que sustentamos, que Leonel Fernández cada vez que habla crea un abismo más hondo e insalvable entre él y el Pálido, de un lado, y el pueblo del otro lado.

Hay que carecer de sentido político y exhibir en forma patológica y aberrada el más recalcitrante desprecio hacia el pueblo para salir diciendo, como lo hace Leonel Fernández, “que el pueblo no logrará acabar los apagones con las protestas”.

¿Y qué es lo que pretende este pordiosero hasta el 1996, y ahora presumido sepulcro blanqueado?

Leonel Fernández y su equipo reciben aún millones y millones de pesos cada mes por concepto de las comisiones del despojo que propiciaron contra el país y el pueblo. Y pretenden ahora convencer al pueblo de que acepte, con los brazos cruzados, el crimen y el abuso de que este pueblo ha sido objeto. Y es por ello que Leonel Fernández habla de que con protestas el pueblo no pondrá fin a los apagones.

Es que el PLD y Leonel Fernández, así como todo el Pálido-boschista, están de parte de los explotadores, de los opresores y de los verdugos del pueblo.

Lo que se sabe y se ha demostrado es que Leonel Fernández y el Pálido han resultado estar hechos de la peor y más traidora calaña, y que por esto el pueblo no quiere saber de Leonel Fernández ni el Pálido ni en pintura.

 

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