El indigno e insignificante juicio de Quique Antún sólo es comparable con los pestilentes del architraidor y archirenegado paisano suyo Narciso Isa Conde

¿Qué se puede esperar de quién se enriqueció usufructuó privilegios y fortunas a costa de la quiebra del Estado y sus empresas?

 

Quique Antún, el digno hijo de su padre Federico Antún, es bien agradecido y le sobran razones para tener al nefasto déspota, tirano, dictador y criminal, Joaquín Balaguer, como un ejemplo a seguir.

Quique Antún, igual que su padre y sus hermanos, fue de los que, bajo los distintos gobiernos de ese fatídico personaje recién fallecido, llamado Joaquín Balaguer, se enriqueció, usufructuó privilegios y fortunas hasta el punto de que, sin ningún mérito personal ni cualidad que lo distinga, ostenta la posición de rico y hasta de “líder” entre comillas, del PRSC que aspira a la candidatura presidencial de esa entidad política, pero que al mismo tiempo la traiciona estando vendido como un vulgar mercenario sin dignidad al gobierno de Rafael Hipólito Mejía-PRD.

La quiebra del Estado dominicano y de sus empresas, tienen en los Antún, y en particular en Quique, a uno de sus más epónimas figuras.

Por eso le damos la razón al atreverse a decir que sólo quienes se guían por la mezquindad le restan mérito a ese pervertido que fue Joaquín Balaguer.

Si hubiese emitido un juicio digno, Quique Antún nos hubiese hecho sentir mal.

Pero sus palabras son tan pestilentes e insignificantes como las de su paisano árabe Narciso Isa Conde cuando dijera, como todo un archirenegado y architraidor, que sólo los que se guían por la mezquindad restaban mérito a ese judas que fue Juan Bosch.

 

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