Con lo de Balaguer padre de la democracia se busca ocultar

Perversa consigna de “borrón y cuenta nueva” inventada por Bosch y hecha suya por Peña Gómez fue y sigue siendo la sangre de ese amasijo de infamia que es el balaguerismo

 

La burla cruel y sádica de que el déspota y tirano, criminal y corrupto, cínico e hipócrita Joaquín Balaguer es el padre de la democracia de la República Dominicana, no es solamente una vil infamia y descomunal mentira fruto de intereses bastardos, sino que es una canallada (recuérdese que este término tiene como núcleo la palabra can que significa perro), por lo que eso de que Balaguer es el padre de la democracia, no sólo persigue ocultar muchas cosas sucias y asqueantes de las que imperan en el país  y la sociedad, sino que además con ello de que Balaguer es el padre de la democracia se busca ocultar que desde el 5 de julio de 1961, fecha de llegada de la comisión del PRD al país, así como durante todo el curso del tiempo que abarca desde entonces hasta el mismo día de hoy; dicho Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y particularmente su líder de entonces, Juan Bosch como su heredero Peña Gómez, lo mismo que todos los herederos de aquél y de éste, han sido parte pública o encubierta de esa oprobiosa mancha inmoral llamada balaguerismo.

Lo que hacen, no sólo los palidistas, es lo mismo que hacen los balaguerista y los perredistas, ya sea alabando al sátrapa fallecido, y es lo mismo que hicieron Bosch y Peña en toda su desgraciada existencia.

Bosch hipócrita y practicante permanente de la doblez y experto en el bajo juego de la doble cara como parte sustancial del engaño, fue quien cocinó el mito perverso del balaguerismo creando para servirle la consigna de la canalla de “borrón y cuenta nueva”. Peña lo secundó y jamás se separó de ella ni aún yéndose a la tumba, pues con su instinto de animal salvaje comprendió que esa sería el caldo de cultivo o agua fuerte de su reiterada concepción y práctica de lumpen y desclasado. Y todos los dirigentes del PRD viejos y medianamente viejos fueron pervertidos y degenerados en la práctica de esa indigna concepción probalaguerista propia de los bajos fondos politiqueros, de "borrón y cuenta nueva".

Hatuey Decamps, Fello Suberví, Rafa Gamundi Cordero (el boca revolucionario), Franco Badía, etc. Lo mismo que los Bidó Medina, Franklin Almeida, Norge Botello, Euclides Gutiérrez, quien era del SIM, o bien, Blanco Fernández, etc. son hechuras a la medida de la perversa consigna de “borrón y cuenta nueva” que fue y sigue siendo la sangre de ese amasijo de infamia que es el balaguerismo.

Por eso con toda certeza se acuñó la conclusión de que Balaguer y Bosch son las dos caras de una y la misma moneda, o sino, que si Bosch no hubiese nacido, Balaguer y los yanquis lo hubiesen inventado.

La forma y la persistencia indecente, indigna e inmoral en que la prensa de la burguesía y que por su funesto papel infeccioso desempeña sobre el pueblo pobre e ignorante buscando en vano presentar al despótico tirano Balaguer como hombre de virtudes y padre de la democracia, obedece sólo a que esa prensa es propiedad de los banqueros surgidos de toda esa historia de ignominia opresora y explotadora desde la era de Trujillo hasta la actualidad.

Esa prensa amarilla, como cualquier ciudadano puede comprobar, es inmoral, es venal, es mentirosa y su función no es otra que hacer que la gente se mantenga prisionera de la ignorancia y acepte sumisa y servilmente las cadenas con que las clases explotadoras y los monopolios junto a la Iglesia Católica las esclaviza y las envilece.

 

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