Joaquín Balaguer creó los mecanismos despóticos y tiránicos mediante los cuales se violenta e invalida el régimen constitucional

¿Es a esa pestilente e inmoral práctica que la prensa y los politiqueros llaman democracia hija del despótico Balaguer?

 

Otra infamia de las tantas que pululan asfixiando la atmósfera de la sociedad dominicana, es que la Constitución que supuestamente es el acuerdo común del conjunto de todos los sectores de la sociedad, o sea, la regla de juego común a todos, ha sido convertida en un sucio papel higiénico, precisamente por obra y gracia del padre de esta vil e infame práctica, que no es otro que el déspota, tiránico, recién muerto, Joaquín Balaguer.

Este en su infame labor antisocial, antipopular, antinacional e inmoral de pies a cabeza y por los cuatro costados, creó los mecanismos despóticos y tiránicos mediante los cuales se violenta e invalida el régimen constitucional.

Eso fue creado poco a poco en la práctica cotidiana y mediante inescrupulosas directrices emanadas del mismo tiránico y despótico Joaquín Balaguer.

Primero, la Constitución la declaró un pedazo de papel, según expresión del déspota.

Segundo, por encima de la Constitución hizo que el Congreso apruobara leyes que atenten contra los mismos postulados que hay en la Constitución. Por ejemplo, la Constitución en su artículo 8 proclama la libertad de creencia y libertad de culto, y se propició, sin embargo, en cambio, como una ley aprobada por ambas Cámaras y promulgada inescrupulosamente por Leonel Fernández, "la lectura obligada de la Biblia cristiana en las escuelas públicas", lo que de por sí atenta tanto contra la libertad de culto como de creencia e incluso atenta contra la libertad de enseñanza.

Tercero, promovió y estableció la salvaje práctica inconstitucional de que las diferentes áreas del Estado, en lo administrativo, judicial, policial, militar, agrícola, industrial, tránsito, etc. cada quien tuviese reglamentos particulares contrapuestos a la Constitución, tanto en su letra como en su espíritu, como tal es el caso de AMET y Candelier;o bien, de las llamadas redadas policiales que contravienen la libertad de tránsito porque a un carajete jefe policial, semi-analfabeto e iletrado se le ocurre disponer en cualquier momento establecer los llamados registros y se apoya ufanamente en la ley policial, que según él, está por encima de la Constitución puesto que argumenta que tiene ante todo que cumplir órdenes.

Cuarto, Balaguer sentó el precedente funesto de los decretos presidenciales contrapuestos en cuerpo y alma al espíritu y la letra de la Constitución, y lo hizo sin que existiera un Estado de sitio que justificara esos decretos, con lo cual echaba al zafacón toda la Constitución.

Quinto, el tirano muerto fue quien promovió la disposición de actuar en base a órdenes secretas, inconstitucionales, como es el caso de los cuerpos parapoliciales, de los asesinatos, las torturas policiales, de las desapariciones y las ejecuciones sumarias sin que en el país exista por ley la pena de muerte. Y esto, así de nocivo, no empezó con Candelier como se puede creer, sino  que empezó con el primer gobierno del tirano muerto y fue imitado y copiado consecutivamente por los gobiernos del PRD así como el nefasto gobierno del PLD.

Y de ahí esta pregunta, ¿es a esa pestilente e inmoral práctica que la prensa y los politiqueros llaman democracia hija del despótico Balaguer?

 

Volver a la Página Principal