Manolo Tavárez Justo y el Movimiento Revolucionario 14 de Junio

 

Fue el 21 de diciembre de 1963 cuando tuvo su desenlace final el episodio de la historia política nacional del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, que lidereara Manolo Tavárez Justo.

Dicho movimiento se cimentó como continuación, por un lado, del Movimiento Clandestino 14 de Junio, que constituyera el más extenso movimiento de oposición a la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina, tras éste haber aniquilado a los expedicionarios de Maimón, Estero Hondo y Constanza, que arribaran al país a derrocar al tirano el 14 y 15 de junio del año 1959.

El Movimiento Clandestino 14 de Junio fue descubierto a menos de cinco meses de haber empezado a conformarse como movimiento político. Aunque no fue el único movimiento descubierto y reprimido ferozmente por los servicios secretos del régimen de Trujillo, que eran los mismos de inteligencia de las FF.AA., no cabe duda que por abarcar en su seno a la juventud proveniente de extensos sectores de las capas medias acomodadas, esto es de la pequeña-burguesía, urbana principalmente, muchos de sus integrantes pertenecían a familias de íntimos colaboradores de la misma dictadura.

El mismo Manolo Tavárez Justo, pertenecía a la familia Tavárez Mayer de Monte Cristy, uno de cuyos troncos era la tristemente famosa colaboradora y calié de Trujillo, Isabel Mayer, vinculada históricamente a los episodios más tétricos de la tiranía trujillista. Del mismo modo, pertenecían a ese movimiento Yuyo D’Alessandro Tavárez, nieto de Isabel Mayer e hijo del colaborador y constructor de Trujillo, el ingeniero D’Alessandro, de ascendencia italiana y vinculado al fascismo mussolinista,. Otro tanto corrobora la participación en el movimiento del nombrado Moncho Imbert, accionista de La Cementera y co-dueño del Equipo Escogido, junto a Paquito Martínez, cuñado del dictador. Estaban también los hermanos Baquero, pertenecientes a la burguesía capitalina, lo mismo que eran prominentes figuras de ese movimiento representativos personajes provenientes de la burguesía naciente o pequeña-burguesía acomodada de entonces de las provincias del país como de Santiago (Marcelo Bermúdez, los Pichardo), La Vega (los Fernández), San Francisco de Macorís (Gómez Yangüela, los Duarte), San Pedro de Macorís (los Iglesia), Barahona (los Michel), La Romana, etc.

La juventud que principalmente se incorporó al Movimiento Clandestino 14 de Junio era proveniente de familias de plena confianza del régimen, como la de Arturo Despradel, tal es el caso de Fidelio Despradel, del que pintorescamente sus compañeros lo sindicaban como alimentado con la leche del Partido Dominicano, que era la organización política del dictador; los de José Israel Cuello, Pipe Faxas, Pepito Guerra Nouel, Noble Vassallo, etc., ilustran el fenómeno que apuntamos.

Generalmente se ha destacado con acierto el papel de gran importancia desempeñado por las hermanas Mirabal en el Movimiento Clandestino 14 de Junio. Y por ello cabe poner de manifiesto que las mismas pertenecían, en su conjunto, a una familia de campesinos ricos pero que en el caso de Patria, cuyo esposo fue don Pedro González, la situación era otra e iba más allá, y bien cabe con toda exactitud ubicar esta rama familiar dentro de los terratenientes de Salcedo y zonas aledañas. Pedro era parte también del Movimiento, igual que su hijo con Patria, Francisco González Mirabal (Pachico), que habiendo realizado (o sea, transformado) aquellas riquezas familiares en capital, es hoy un magnate capitalista de la rama de la construcción.

Minerva, casada con Manolo Tavárez Justo, se ubicaría en las capas de la emergente burguesía o burguesía emergente, que dado el período histórico de entonces de carácter precapitalista y en plena descomposición y el predominio de la producción autárquica o de carácter mercantil, pero en franca decadencia por la ofensiva del mercado capitalista, no alcanzaba el grado de gran producción, correspondiente al capitalismo desarrollado sino más bien al manufacturero.

Pero insistimos que el Movimiento Clandestino 14 de Junio no fue el único movimiento de resistencia clandestina a la dictadura que se manifestó luego de Junio del 1959, como se ha pintado distorsionadamente.

Hubo en República Dominicana en realidad una verdadera proliferación de estos movimientos, como señal inequívoca de que en la sociedad dominicana, igual que en todo el entorno latinoamericano y tercermundista de Asia y Africa, así como en el interior de los Estados Unidos de América mismos, en lo que respecta a las minorías negras afronorteamericanas, se pusieron en pie de lucha.

Y es importante puntualizar que en todos esos movimientos hubo un decisivo y muy activo protagonismo de la Iglesia Católica, con sacerdotes y seminaristas que fueron sumamente activos en la realización de actos de sabotaje contra instalaciones gubernamentales. La Iglesia Católica, obtenido el Concordato (1954), el Vicariato Castrense y el Patronato Nacional San Rafael (1958) estaba ansiosa de obtener la herencia que estos acuerdos onerosos para el país le representaban.

Lo mismo sucedió en el Movimiento Clandestino 14 de Junio, en el que los seminaristas y curas tuvieron un gran peso. Cabe destacar que Monchú Polanco, sobrino del luego obispo Hugo Polanco Brito, seminarista de término, se mantuvo escondido huyendo de las persecuciones del SIM, abandonando sus estudios sacerdotales hasta principios del 1962. Yuyo D’Alessandro, de quien se dice es hijo en realidad del dictador, habría salido del país por gestiones de la Nunciatura y la intervención de su padre biológico, que no quería verlo muerto, como ocurrió precisamente con el hermano menor de Yuyo, llamado Aldo D’Alessandro, que para esta fecha de hoy tendría 60 años. Este, fue llevado a la 40, torturado, muerto y desaparecido hasta el día de hoy.

 

Volver a la Página Principal