Capital Negrero

 

En una de sus últimas pastorales el Arzobispado dominicano emitió una renovación de su clamor por un supuesto capitalismo que no sea el neoliberal salvaje, que la Iglesia contribuyera a instaurar en el mundo entero.

Eso de un capitalismo que no sea el actual no es más que otra engañifa de parte de la Iglesia Católica destinada a mantener vivo su engaño y las falsas ilusiones dentro de los explotados, a cambio de lo cual los monopolistas le asignan una parte de la plusvalía extraída de la explotación de los países y las clases trabajadoras.

A menos que no haya dentro de la mencionada Pastoral un implícito llamado al corporativismo socialfascista de Hitler, de Mussolini y Franco, de Pío XI, Pío XII y Juan XXIII, al que, efectivamente, según la doctrina social de la Iglesia, sería el capitalismo con rostro humano, por el que el Vaticano dice abogar, y, en efecto, no es casual que los vaticanistas hayan estado directamente involucrados en las dictaduras de Onganía y los gorilas argentinos, así como en la de Pinochet en Chile, de la que la Iglesia y Angel Sodano, actual secretario papal, fueran un pilar clave.

 

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